infraestructuras

El Gobierno ralentiza las obras de la autovía de Castellón y no iniciará otro tramo hasta 2024

El proyecto Fuentes-Quinto estará listo a mediados del año que viene, pero aún demorará su construcción otros dos años. Transportes opta por esperar a licitar los 18 kilómetros de Alcañiz a Valdealgorfa.  

Los 16,2 kilómetros entre Zaragoza y Fuentes de Ebro son los únicos desdoblados de la N-232 en dirección a Castellón.
Los 16,2 kilómetros entre Zaragoza y Fuentes de Ebro son los únicos desdoblados de la N-232 en dirección a Castellón.
José Miguel Marco

El Gobierno central ha decidido ralentizar las obras de la autovía de Castellón pese a sus compromisos con Teruel Existe y no iniciará otro tramo hasta finales de 2024. Además, las únicas obras en curso, entre El Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro, se demorarán respecto a la fecha prevista, ya que su desdoblamiento debería abrirse al tráfico en el otoño de 2023 si se cumpliera el plazo fijado en la adjudicación y no lo hará hasta el año 2025.

Esta es la conclusión a la que se llega con tan solo consultar el proyecto de presupuestos del Ministerio de Transportes para el próximo año, en el que no se fija siquiera una fecha realista para la conclusión de los tres tramos cuyos proyectos están en redacción: Fuentes de Ebro-Quinto, El Regallo-Alcañiz y Alcañiz-Ventas de Valdealgorfa.

En estos tres casos, la partida plurianual recoge su supuesta finalización para 2027, pero eso es técnicamente imposible porque habría que ejecutar, de golpe, el 88% de las obras en el último año. Es decir, 270,6 de los 306,6 millones en los que están presupuestadas. Y solo hay que fijarse en los cinco tramos de autovía que están en ejecución en distintos puntos de Aragón para darse cuenta de que, en el mejor de los casos, el importe anual para pagar las certificaciones a cada una de las empresas adjudicatarias alcanza los 19 millones.

De este modo, habrá que esperar hasta la próxima década para completar el desdoblamiento de la A-68 en Aragón, siempre y cuando haya un verdadero y sostenido compromiso inversor en los sucesivos gobiernos. La cuantía rondará los 600 millones si se suman los otros tres tramos pendientes de diseño de trazado, tanto en la provincia de Zaragoza como en la de Teruel. Y el próximo año, la "inversión nueva" en carreteras de Aragón asciende a 87,8 millones. Si se extrapola, habría que destinar a la A-68 todo el presupuesto de la Comunidad en este capítulo hasta 2030 para completar la autovía de Castellón.

De los 123 kilómetros que suma el trazado desde Zaragoza hasta Ventas de Valdealgorfa únicamente se dispone de autovía desde la capital a El Burgo de Ebro, 16,2 kilómetros que se abrieron en 2003. Los trabajos se limitan a los siguientes 18,7 kilómetros, hasta Fuentes de Ebro, y los restantes 88,2 están en fase de redacción de proyecto o a la espera de su licitación.

Lo peor es que la Dirección General de Carreteras estaría en disposición de sacar a concurso el próximo año las obras del tramo contiguo al que está en construcción, los 15 kilómetros comprendidos entre Fuentes de Ebro a Quinto. Su proyecto se adjudicó en septiembre de 2020 con un plazo de redacción de tres años, por lo que se debía entregar en el verano del año que viene y, por tanto, cabría lanzar el procedimiento para que las obras estuvieran a pleno rendimiento en 2024.

Sin embargo, el proyecto de presupuestos prevé solo un gasto de 474.710 euros en 2023 y de otros 500.000 en 2024, unos importes con los que solo se podrá pagar el proyecto. Solo aparecen 5 millones en 2005, dinero que sí daría para iniciar la construcción, cuyo coste se ha estimado en 51,3 millones más IVA.

De hecho, las cuentas estatales constatan la decisión de ralentizar este tramo y esperar a que se pueda adjudicar la construcción de la A-68 en el extremo opuesto, entre Alcañiz y Ventas de Valdealgorfa. La redacción del proyecto se adjudicó a finales del año pasado y estará listo antes de acabe 2023, pero en este caso el Ministerio sí prevé una mayor cantidad de dinero, 2 millones, suficiente para licitar y comenzar las obras. Eso sí, apenas podrán avanzar a tenor de la partida plurianual, ya que para 2025 y 2026 solo habrá 2 y 5 millones, respectivamente.

Planificación

Mientras tanto, la ingeniería a la que se le encargó el tercer tramo en redacción, El Regallo-Alcañiz, tiene de plazo hasta la primavera de 2024 para entregar el diseño de trazado, por lo que el Ministerio de Transportes no ha previsto una partida convenientemente dotada para iniciar las obras, dos millones, hasta 2025. Los tres restantes tramos, los situados entre Quinto y El Regallo, contarán con 500.000 euros en cada caso para lanzar los proyectos.

Lo que no está claro es que a Teruel Existe le pueda convencer que el Gobierno de Pedro Sánchez ralentice las obras de la autovía en Zaragoza para cumplir compromiso del acuerdo de investidura de "priorizar" la construcción de los dos tramos cercanos a Alcañiz para que no haya una "vuelta atrás" en el desarrollo de la A-68 "y se progrese desde los dos extremos".

Tampoco podrá responder el Gobierno a otro de sus compromisos antes de acabar la legislatura, la licitación del estudio informativo de la autovía hasta Vinaroz. Únicamente ha incluido una partida testimonial de 500.000 euros para 2023, sin continuidad en los próximos ejercicios.

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