Endesa ya ha desmantelado la mitad de la térmica de Andorra y avanza en su primer parque solar
Más de un tercio de los 503 operarios que ahora trabajan en el complejo son del área de Andorra. Dispone de 470 hectáreas junto a la planta para impulsar su macroproyecto de energía renovable.
Endesa tiene más que encarrilada la transición energética en Andorra. No solo ha completado más de la mitad de los trabajos de desmantelamiento de la central térmica, sino que la construcción de su primer parque solar fotovoltaico en el perímetro del complejo avanza a buen ritmo con el objetivo de estrenar sus 49,71 megavatios de potencia renovable la próxima primavera.
Las obras suponen una oportunidad para la comarca Cuencas Mineras tras el apagón de la planta en junio de 2021, ya que dan empleo en la actualidad a 503 trabajadores, de los cuales más de un tercio son locales. Este número supera con creces la plantilla con la que llegó a contar la térmica, en torno a 350, aunque los puestos no son comparables.
Fuentes oficiales de Endesa señalaron a este diario que 320 operarios trabajan en el desmantelamiento y los otros 183 construyen la planta fotovoltaica, que ocupará 72 hectáreas del que fuera vertedero de Valdeserrana, clausurado en su día junto a la central térmica. En la contratación se ha dado prioridad al personal de antiguas empresas contratistas o de residentes en la zona del bajo Aragón. "Del total, en estos momentos hay 178 trabajadores locales", añadieron.
La parte más simbólica de los trabajos se afrontó el pasado verano con la voladura simultánea de las tres chimeneas de refrigeración, que ha obligado a segregar y caracterizar sus 259.780 toneladas de residuos para maximizar su aprovechamiento. Previamente se descontaminaron las 6.000 toneladas de amianto que alojaban en su interior y ahora se empleará el hormigón triturado de las estructuras en el relleno de suelos del complejo.
El desmantelamiento comenzó a finales de febrero de 2021 y se alargará cuatro años, aunque con antelación se desarrolló durante ochos meses todo tipo de labores de desconexión de la red eléctrica y gasística para garantizar la seguridad.
El parque de carbones fue la primera instalación en desaparecer, hace ocho meses, con el objetivo de despejar este sector para el desarrollo de parte de los proyectos renovables que están previstos. Esta tarea supuso desmontar como un mecano la cinta principal de transporte que alimentaba las calderas, que requirió el empleo de grúas de gran tonelaje porque la estructura pesaba 120 toneladas.
Los operarios se centraron con posterioridad en la zona de calizas y preparación de lechada y en la planta de desulfuración de gases, donde también se han demolido sus grandes conductos metálicos. Igualmente, se ha trabajado con intensidad en la nave de turbinas y están avanzadas las labores en el área de calderas y precipitadores electrostáticos. "Se prolongarán unos meses como paso previo a la voladura de la chimenea principal, de 343 metros de altura, prevista para el próximo año", indicaron.
Un coste millonario
El desmantelamiento de la central térmica, dividido en siete zonas, tendrá un coste aproximado de 60 millones y se prolongará hasta principios de 2024.
Su desaparición dará paso a un vasto complejo de energía verde, para lo que se aprovecharán las 470 hectáreas del perímetro de la planta. El primer desarrollo solar fotovoltaico, Sedéis V, se empezó a construir hace tres meses, ocupará 72 hectáreas y los avances se aprecian en la fotografía que acompaña al texto. Esta inversión rondará los 38 millones y dará empleo fijo a 8 personas durante la fase de operación y mantenimiento, que se alargará 30 años.
Diez parques eólicos y solares
A través de su filial Enel Green Power España, la compañía ya es la adjudicataria provisional del concurso de Transición Justa, por el que se la ha concedido el derecho de conexión a 953 megavatios y la opción de explotar hasta 1.200 de los 1.302 MW del nudo Mudéjar disponibles tras el cierre de la planta.
Esto se traducirá en la construcción de otras cinco plantas solares y otros tantos parques eólicos, que implicarán una inversión de 1.200 millones y la contratación de hasta 3.500 personas durante la fase de construcción, que se reducirá a 300 durante la explotación. Estos trabajos se podrán compatibilizar con el desmantelamiento, como ya se está haciendo con el parque solar Sedéis V. Dada su envergadura, requerirá extender las instalaciones por otros cinco municipios de la comarca Cuencas Mineras.
