El PP recuperaría Teruel y Zaragoza, y el PSOE se reforzaría en Huesca

El complejo tablero electoral aragonés está cada vez más fragmentado. Por provincias, los conservadores se imponen en Zaragoza y Teruel, mientras Huesca se consolida como el feudo de los socialdemócratas. La irrupción de Teruel Existe se limitaría al Bajo Aragón y, según los resultados del sondeo de A+M para HERALDO, tendría un impacto menor del esperado. Por edades, el voto joven (de 18-24) podría ser relevante, con un 15,1% que aún no sabe a quién votará. Los nuevos partidos van perdiendo apoyos en favor del bipartidismo conforme aumenta la edad de los encuestados.

En la provincia de Zaragoza, ocho partidos lograrían representación. El PP pasaría de 8 a 13 diputados, gracias al ‘efecto Azcón’, aunque el PSOE se quedaría a corta distancia con 12 escaños (uno más que ahora). Ciudadanos caería de siete a un diputado, de manera que podría ser Daniel Pérez Calvo el único parlamentario liberal. Podemos perdería un diputado, CHA lo ganaría, y PAR, IU y Vox mantendrían la misma representación.

Los socialistas obtendrían en Huesca el 36% de los votos y llegarían a los ocho diputados. Son siete puntos más que el PP, que recortaría la distancia al llegar a seis parlamentarios después de sumar dos de los tres diputados que perdería Cs, que desaparecería. El PAR se convertiría en tercera fuerza en Huesca, y mantendría su parlamentario, igual que Podemos, Vox y CHA.

En Teruel se invierte el sentido del voto y el PP, que ganaría dos diputados, superaría con cinco al PSOE, que cedería dos, por efecto del partido de Tomás Guitarte. La migración de voto deja claro que Teruel Existe se nutre exclusivamente de votos de la izquierda (el 5,4% de IU, un 4,8% del PSOE, otro 4,8% de Podemos y un 3,4% de CHA) y del PAR (un 2,7%). Aunque la agrupación de electores fue la más votada en la provincia en las generales del 10 de noviembre de 2019, en el sondeo de A+M quedaría relegada a la tercera posición. Desaparecería Podemos en Teruel, que llegó a tener dos diputados en 2015 (ahora tiene uno), y cedería sus votos al PSOE y a CHA, que volvería a tener un escaño por Teruel casi 20 años después (2003). Vox lograría su primer escaño en la provincia.

La influencia del partido de la plataforma de la España vaciada se limita, en todo caso, a Teruel. Como Aragón Existe solo recibiría en Zaragoza el 0,64% de los votos y en Huesca, un 0,23%, quedando muy lejos de lograr un escaño.

El voto joven, un botín

El 15% de los jóvenes de 18 a 24 años no sabe a qué formación votar y un 8,8% dice que no participará. Se convierte, por ello, en un colectivo muy apetecible para todos los partidos, sobre todo para el bipartidismo, pues es la franja de edad donde PP (13,6%) y PSOE (14,7%) obtienen el menor porcentaje de apoyos. Es, por contra, el que más simpatía muestra por Teruel Existe (3,1%) y también por Vox (12,3%).

El PP arrasa entre los mayores de 65 años, al captar el 39% de los votos, casi ocho puntos más que el PSOE, que extrae su principal apoyo entre los encuestados de 45 a 54 años (el 28,8%). Siete de cada diez electores mayores de 65 se decantan por el bipartidismo.

Los apoyos a Vox se concentran de los 18 a los 45 años, la misma franja de edad a la que más llega Podemos. Coinciden las dos formaciones en que se nutren, en parte, del voto del descontento y en que utilizan como herramienta política las redes sociales, que es en el electorado más joven donde tienen un mayor impacto.

En el ámbito aragonesista, CHA concentra el voto joven, donde no existe si quiera el PAR, que obtiene sus mayores apoyos entre el electorado que supera los 55 años. Ni Cs ni Teruel Existe superan el 5% de los votos en ningún tramo de edad.