Unos vecinos de Tauste se cuelan en el podio de la carrera nacional de Autos Locos
Eran tres los equipos de la tierra participantes, procedentes de Magallón, Capella y Tauste. Finalmente, estos últimos se hicieron con el segundo puesto de la carrera.
De entre los 52 equipos procedentes de toda España, de ellos, tres aragoneses, procedentes de Magallón, Capella (Huesca) y Tauste; finalmente eran los taustanos los que, a bordo de su patín rosa de cuatro ruedas -el patín veloz, lo llamaron-, lograron hacerse con un hueco en el podio, con su segundo puesto. “Estamos muy contentos, no íbamos con ninguna expectativa fuera de pasarlo bien ni pensábamos subir al podio”, admite Jaime García, uno de los integrantes del equipo.
Y eso que, aunque tan solo fuera por 5 milésimas de segundo, los aragoneses llegaron en primer lugar a la línea de meta. “Realmente logramos hacer el mejor tiempo, pero se tenían en cuenta otros criterios a parte de ese y ahí nos adelantaron”, lamenta García.
Y es que en Gran Premio Red Bull Autos Locos no solo se premiaba la velocidad de bajada del bólido, también tenían en cuenta la creatividad a la hora de construirlo y el baile previo. Los jóvenes de Tauste, de entre 26 y 28 años, cruzaron el centro de Madrid ataviados de bailarinas, con pelucas rosas y un tutú a juego. A la cita acudieron más de 40.000 espectadores.
Con el dorsal número 33 y bajo el nombre de ‘Patinar te da alas’, haciendo un juego de palabras con el famoso comercial de la bebida que, año tras año, organiza la popular carrera nacional, Abel López, Jorge Martínez, Bartosz Mikulak y Jaime García, lograban hacerse con el ansiado segundo puesto en la carrera que tenía lugar el pasado 2 de octubre en Madrid.
“El tema fue al azar, hicimos una lluvia de ideas y el del patín fue el que más funcionó”, explica el chapista. Tras construir el esqueleto, con un somier de una cama, cuatro ruedas “bastante buenas y con amortiguación, que éramos de los pocos”, añade- y el volante; tocaba “ponerlo bonito”. La peculiaridad es que son coches sin motor, por eso el factor ligereza es fundamental. “Lo recubrimos con una mezcla de papel, cola y agua, con lo que se hacen las piñatas”, añade.
De hecho, en su opinión, una de las claves de la victoria fue la construcción. “Durante la carrera, la mayoría de participantes no soportaron alguno de los saltos que había que superar”, relata el corredor.
Y es que, aunque se apuntaron a la carrera hace poco más de dos meses y “un poco por casualidad”, su experiencia en las carreras anuales de Tauste y sus distintas profesiones les valieron para salir con ventaja. “Estábamos en la peña, y salió la conversación de los Autos Locos de Red Bull que se celebraban en Madrid. Fue un poco sin pensar, y mira”, relata este vecino.
Mucho más que un auto bonito
Ni cortos ni perezosos, el equipo taustano, formado por un informático, un mecánico, un chapista y un joven que trabaja en una gravera de hormigón; quedaba cada día un par de horas después de trabajar en este bólido. “La gente destacaba que nuestro coche se veía más robusto, más fuerte, eso fue lo que nos salvó a la hora de superar los tres saltos”, admite.
Ahora, mientras esperan a poder disfrutar del premio -dos entradas para asistir a una carrera de Fórmula 1 en Barcelona desde los boxes de Redbull-, asegura que su patín volverá a recorrer las calles, en este caso de Tauste, durante la próxima carrera: “Seguro que vamos a repetir, nos lo hemos pasado muy bien y nos ha gustado la experiencia”.
