Transportes posterga las autovías oscenses hasta 2027 y lanza los proyectos de la A-68
La ministra garantiza 47,3 millones para el corredor Cantábrico-Mediterráneo y defiende que Aragón se convierte en la tercera autonomía en inversión per cápita.
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado este jueves por el Gobierno central retrasa la finalización de las autovías oscenses hasta 2027 y apenas contempla partidas para nuevas infraestructuras demandadas en Aragón. Por contra, impulsa la redacción de los proyectos de todos los tramos pendientes de la A-68. Son las líneas maestras de unas cuentas continuistas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) para la Comunidad, a la que reserva 244,4 millones -apenas 6,3 más-, al margen del dinero no regionalizable y de los organismos dependientes.
La titular de Transportes, Raquel Sánchez, defendió el "esfuerzo" inversor en Aragón, una autonomía que, destacó, es la tercera en inversión per cápita. "Más allá de las cifras, damos respuesta a las necesidades de la Comunidad", manifestó ante la prensa en la sede ministerial.
Las cuentas, no obstante, revelan escasas sorpresas para las provincias aragonesas en materia de infraestructuras. El Ejecutivo de Pedro Sánchez apenas contempla partidas testimoniales para acometer obras demandadas desde hace años, como el desdoblamiento de la A-24 entre Daroca y Calatayud, que recibe 500.000 euros para la redacción del proyecto, aunque que los trabajos no comenzarían hasta 2026. La misma previsión se fija para la A-40 entre Cuenca y Teruel, con otro medio millón para el próximo año, mientras que la conexión de Alcolea del Pinar con Monreal del Campo por la A-25 se deberá conformar con apenas 127.000 euros y su finalización se iría más allás de 2027.
También se posterga otro año la finalización de las autovías del Pirineo (hasta 2027), el tramo de la A-68 entre El Burgo y Fuentes de Ebro (2025) o las variantes de Alcorisa (2024), Calanda y Utrillas (ambas para 2027).
Respecto a la autovía de Castellón, el único tramo en disposición de iniciarse las obras, el que va de Fuentes de Ebro a Quinto, cuyo proyecto estará redactado el próximo año, no estará en obras hasta 2025. Como contraposición, el presupuesto del Ministerio que dirige Raquel Sánchez prevé partidas para impulsar los proyectos de los tres tramos que aún estaban a la espera hasta Ventas de Valdealgorfa.
Luz verde a la variante de Jaca
En la provincia de Huesca, la construcción del único tramo pendiente de la A-23, entre Lanave y Sabiñánigo, comenzará el próximo año si se cumple el compromiso estatal en los presupuestos, pero su finalización se posterga otro año, hasta 2027. Lo mismo sucede con las obras de la variante de la capital de la comarca del Alto Gállego, cuya finalización se retrasa hasta 2024.
En cambio, el hecho de que la variante de Jaca cuente con una partida de 2,5 millones en el presupuesto, después de numerosas promesas incumplidas, apunta a que al fin se desbloqueará y comenzarán los trabajos. Eso sí, habrá que esperar hasta 2027 para que los vehículos no se vean obligados a cruzar la ciudad.
En el Pirineo oriental, continúan las obras en la N-260, que dispondrán este año de 10,4 millones para la mejora del congosto del Ventamillo. Mientras, el túnel de Balupor-Fiscal conserva una partida de medio millón de euros que le permite figurar en el listado estatal pero sin perspectivas de ejecución a corto plazo.
Líneas ferroviarias
Sin salir de la provincia de Huesca, la partida específica de la línea ferroviaria del Canfranc se limita a 1,8 millones, 6 menos de los que se preveían para 2023 en los presupuestos vigentes, pero el Adif ha incluido 69,5 millones para "otras actuaciones" en la red transeuropea de transportes (Ten-t) en la provincia. Lo que no se especifica es su destino concreto.
En cuanto a la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza, las cuentas prevén 47,3 millones, en parte financiados a través de Fondo de Accesibilidad Terrestre-Portuaria y del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de los fondos europeos.
