violencia de género

Víctimas de maltrato: abandonar sus casas, sus recuerdos y..., también al perro

Ciudadanos propone en las Cortes de Aragón que las mujeres agredidas puedan mantener a sus animales con ellas en las casas de acogida.

Dime cómo eres y te diré qué mascota debes tener
A todo lo que estás mujeres tienen abandonar, se une la pérdida de sus mascotas.

Cuando una mujer tiene que buscar refugio en una casa de acogida ha de dejarlo todo atrás, recoger cuatro cosas y a sus hijos, si los tiene, y salir corriendo. Huye de su vida con un maltratador, pero en la huida ha de abandonar recuerdos, amigos, objetos y también, a su mascota. Puede parecer algo banal pero no lo es. Cuando la soledad ha sido tan intensa y dura, a veces, un perro es el único ser que ha aportado cariño a estas mujeres. Sin obviar, que los maltratadores suelen utilizar las mascotas para dañar a las mujeres. En Aragón las cosas son así, de momento, y las mujeres maltratadas no pueden estar en las casas de acogida con sus mascotas. 

Entre enero y agosto de este año, el Instituto Aragónes de la Mujer registró 2.818 llamadas por violencia contra la mujer en la comunidad autónoma frente a las 4.983 que se contabilizaron durante todo 2021. Los motivos más frecuentes: 1.067 por maltrato físico, 778 por maltrato psicológico, 157 por agresión sexual, y 571 por información general.

Luisa (nombre figurado) y sus hijos tenían un perro en casa con el que mantenían una relación muy estrecha, pero al tener que ser trasladados a un piso de protección no pudieron llevárselo. Tuvieron que dejarlo en un centro de protección animal.

La abogada Nieves Sáiz, defensora de la víctima, apunta que tanto la madre como sus hijos tenían “mucha relación con el animal”, pero tuvieron que abandonarlo muy a su pesar. Cuando suelen ir a visitarlo al centro de refugio lo ven “muy triste” y, además, “no come”.

La mascota vivía con ellos hacía tiempo y tenían mucho vínculo”, agrega la letrada, para quien la Oficina de Víctimas, por lo demás, se movilizó de forma muy rápida y resultó efectiva con la víctima y sus hijos, salvo con el animal, porque la normativa no lo permite.

Propuesta en las Cortes 

Para resolver este tipo de situaciones que se producen a menudo, la diputada de Ciudadanos Beatriz García ha presentado una proposición no de ley para que las Cortes de Aragón insten al Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) a realizar las “modificaciones pertinentes que permitan, siempre que sea posible, mascotas dentro de la red de alojamientos de urgencia para víctimas de violencia de género”. Asimismo, si no es posible, solicitan que “se amplíe la red de alojamientos de urgencia”, de modo que haya alojamientos conjuntos donde puedan alojarse las mujeres y sus mascotas.

En la exposición de motivos, la diputada argumenta que estos animales no solo están presentes en hogares violentos, sino que también suelen ser víctimas del maltrato con otros miembros vulnerables de la familia.

Agregan en su propuesta que los maltratadores se dan cuenta del lazo emocional entre las personas y estos animales, y por eso los usan para ejercer “un control coercitivo” sobre sus víctimas mediante amenazas de violencia respecto a los perros que suelen hacer ese papel, “a fin de controlar a su pareja”. De hecho, inciden en que “lamentablemente, esto funciona con mucha frecuencia” y “muchas sobrevivientes cuentan que demoran irse de sus casas porque les preocupaba el bienestar de sus mascotas”.

Ante esta coyuntura, la diputada incide en que hay muchas víctimas de violencia de género y dicha realidad contribuye a la continuidad del ciclo de violencia y maltrato.

Casas de acogida para paliar el abandono de animales
Casas de acogida para paliar el abandono de animales

Asimismo, indicen en que muchos alojamientos o casas de acogida no están equipados para albergar a las víctimas y sus animales, por lo cual “las sobrevivientes tienen que elegir entre buscar la ayuda que necesitan con desesperación y dejar a su mascota a merced de su maltratador, quien podría castigarla”.

Para resolver esta coyuntura, ha surgido el programa Viopet, que acoge de manera temporal a los animales de mujeres víctimas de violencia machista y tiene un protocolo para buscarles acogida. Lo llevan diferentes especialistas (desde veterinarios, trabajadores sociales o especialistas en servicios para víctimas…), pero no incluye la convivencia entre la mujer agredida y el perro.

Por eso, la propuesta es que se pueda proporcionar un alojamiento seguro a las personas y sus mascotas en un lugar que ya se conoce como “refugio conjunto” y que se está implantando en otros países, modelo que puede servir como ejemplo para que se ponga en marcha en todo el país.

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