60 aniversario de atades
Usuaria de Atades: “Tengo muchos amigos y en el futuro me gustaría trabajar de cocinera”
Lucía Espallargas tiene 32 años y acude diariamente al centro ocupacional Santo Ángel de ATADES.
Atades celebra su 60 aniversario rodeado de los alumnos, usuarios y trabajadores que han logrado que esta entidad, volcada con las personas con discapacidad, se convierta en una gran familia.
Eso precisamente es lo que transmiten Lucía Espallargas, usuaria del centro ocupacional Santo Ángel, y Eva González, integradora social de Atades. Sus gestos, su complicidad y sus sonrisas dicen mucho más que las palabras. “Lucía es la felicidad personificada. Es un amor” dice Eva.
“Primero estuvo en el colegio de San Martín de Porres hasta los 21 años y ahora acude a Santo Ángel, que es un centro ocupacional y residencial” explica la integradora social. Aunque Lucía no reside en el centro, acude a él todos los días a los talleres ocupacionales adaptados y a otros servicios como terapia ocupacional o aula de adultos.
“Allí me lo paso muy bien. Tengo muchos amigos y amigas”, dice, sonriendo, esta usuaria de 32 años. “En el futuro me gustaría trabajar como cocinera”."
Además es muy participativa. Lleva desde los 18 años en el club de ocio Los Tigres de Atades”, corrobora González.
En este aniversario, los usuarios y trabajadores quieren poner en valor el trabajo que realiza esta institución. “Si no existiesen centros como este, las personas con discapacidad no tendrían visibilidad por la incapacidad social que existe en la sociedad más que por su propia discapacidad”, puntualiza Eva González.
“Estos centros los visibilizan y adaptan su día a día a ellos, ya que tienen el mismo derecho que cualquiera a optar a todo lo que la vida te ofrece”, concluye la integradora social.
Con la mirada puesta en el futuro
Kevin David Díaz tiene 17 años y lleva tres escolarizado en el colegio San Martín de Porres de Atades. “Está cursando enseñanza básica obligatoria pero dadas las inquietudes que mostraba el curso pasado y su necesidad de cambio está haciendo ya programas de transición a la vida adulta que es donde él quería estar”, explica su profesora y directora de este centro escolar, María Pilar Ibáñez.
Kevin le da la razón. “Me gusta ir al colegio a aprender, estudiar y saber cosas que nunca he conocido para que cuando seamos mayores podamos trabajar. Me gustaría hacer un taller de mecánica”.
“Los profesores vimos su necesidad de adquirir unos conocimientos diferentes dirigidos al mundo laboral", asevera Ibáñez. “Él ahora está más tranquilo y más adaptado. Necesita sentirse útil y sabe que su vida tiene un futuro que tiene que ir labrando”, continúa la profesora.
“Estamos trabajando con él para sacar sus capacidades y proyectarlas hacia un futuro próximo porque en un par de años Kevin tendrá que dejar el entorno escolar”, avanza Ibáñez. “Tiene que ir diseñando su proyecto de vida en estos dos cursos que le quedan para que en el futuro pueda hacerse lo más real posible”.
Atades ha construido un ecosistema de centros, proyectos y servicios en todo, o una buena parte del territorio. Proporciona respaldo y bienestar a más de 3.000 usuarios al año, junto a sus familias, y durante todo el ciclo vital de las personas a las que atiende, desde la atención temprana hasta el final de su ciclo vital. La asociación realiza un itinerario centrado en la persona, individualizado e inclusivo.
