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La Audiencia de Zaragoza no ve estafa en la venta fallida de 200 respiradores de China a la CREA

Cuestiona las técnicas del intermediario zaragozano y el lenguaje "ambiguo" que utilizó haciendo creer que tenía estructura física y fiscal en China pero no ve engaño y lo absuelve.   

El acusado, ahora absuelto, durante una de las sesiones celebradas en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado, ahora absuelto, durante una de las sesiones celebradas en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
FRANCISCO JIMENEZ PHOTOGRAPHY

La Audiencia Provincial de Zaragoza acaba de absolver a Fernando C. O., el intermediario que gestionó en pleno confinamiento la compra de 200 respiradores en China, que luego resultó fallida. Por esa operación la Fundación CREA (que recaudó dinero para adquirir material y luego donarlo al Gobierno de Aragón) pagó 3.380.000 dólares por adelantado, en tres trasferencias, a la empresa distribuidora Shenzhen City Furuiji. 

Sin embargo, la compra-venta se frustró porque el Gobierno chino se reservó los 200 respiradores e impidió su salida del país. La mercantil china, tras diversas gestiones, solo devolvió parte del importe y quedó pendiente de recuperar un millón de dólares.

La Fundación CREA acusó a Fernando C. O, administrador de de Mingta Asian Global Commerce, de haberle estafado, acusación a la que se sumó el Gobierno de Aragón (como destinatario del material médico) y la Fiscalía. Ahora, el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia concluye que "aun siendo reprochable" la conducta del encausado «al utilizar unas técnicas que se alejan de la buena fe del comerciante» y "ocultar circunstancias de trascendencia en la operación", el tribunal no aprecia que alcance el nivel requerido para existir ni una estafa ni intencionalidad en su conducta.

En concreto, se refiere al lenguaje ambiguo que utilizó en los mensajes electrónicos que se cruzó con el entonces presidente de la fundación, Ricardo Mur, empleando la primera persona del plural, haciendo ver que disponía de una estructura física en China, y también de una estructura fiscal, si bien, no dejaba dudas y se presentaba como un gestor de compras.

 "Hacía ostentación de una relación directa con el fabricante, que no se ajustaba a la realidad, y nada dijo hasta el momento de la factura proforma, ni de que hubiera otras sociedades intermediarias", recoge el fallo judicial. 

Los hechos se produjeron entre el 21 de marzo y el 4 de abril de 2020, nada más declararse la pandemia mundial de coronavirus y el confinamiento en España. En un contexto de estado de necesidad de los gobiernos por adquirir material médico para atender a los miles de enfermos de covid-19, Fernando C. O. envió a la Fundación CREA, promotora de la iniciativa solidaria ‘Aragón en Marcha’, un correo para ofrecer sus servicios como manager de Mingta Asian Global Commerce. 

En el mensaje le explicaba que habían recibido una "avalancha" de consultas de hospitales de todo el país solicitándoles material de protección. "Contamos con una estructura propia en China, tres oficinas ubicadas en Ningbo, Shenzhen y Hong Kong, un equipo humano de 17 profesionales y estructura fiscal tanto en la PRC como en HGK", añadía, entre otras cosas.

Para la Audiencia, esta presentación entra dentro del campo de la "exageración" y la "ambigüedad" porque esas oficinas eran de terceras empresas. "A lo que sí que se le puede apuntar un mayor reproche –indica el tribunal– es al hecho de que hasta que no llegó el tiempo de emitir la factura proforma para dar soporte a las cantidades entregadas a cuenta, no dijera nada de que había otras empresas interpuestas en la negociación".

Los magistrados añaden que "es cierto" que el acusado "daba alguna pista" de su actividad cuando dijo en el correo de 21 de marzo que no se dedicaba a la comercialización de productos sino a la gestión de compras, "aunque el resto del texto sugería otras cosas".

Fernando C., defendido por el letrado Wenceslao Gracia Zubiri, se enfrentaba a penas de entre 4 y 9 años de cárcel por delitos de estafa y falsedad, delito este último del que solo lo acusaba la Fundación CREA y del que también ha sido absuelto al no haberse demostrado.

Cabe recordar que el 26 de julio, cinco días después de celebrarse este juicio, la justicia China falló a favor de la asociación empresarial aragonesa en un pleito civil que había promovido en la República Popular contra la empresa distribuidora de los respiradores Shenzhen City Furuiji.  La firma fue la que cobró por adelantado los 3.380.000 dólares y, tras descontar otras mercancías (como guantes, mascarillas o ventiladores que sí vendió a la Fundación CREA), dejó pendientes de devolver 1.066.631 dólares. El tribunal condenó a Shenzhen City Furuiji a reembolsar esa cantidad a la entidad aragonesa en un plazo de cinco días, además de los intereses legales. 

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