educación

Faci hace "autocrítica" y exige activar el protocolo de acoso escolar ante el "mínimo indicio"

El consejero explicó que se está analizando por qué el colegio no atendió la denuncia de los padres.

El consejero de Educación, Felipe Faci, en el centro, durante la visita al colegio Val de la Atalaya en María de Huerva.
El consejero de Educación, Felipe Faci, en el centro, durante la visita al colegio Val de la Atalaya en María de Huerva.
Gobierno de Aragón

El consejero de Educación, Felipe Faci, reconoció este jueves la necesidad de hacer "autocrítica" tras el intento de suicidio de una alumna del colegio Agustín Gericó e instó a todos los centros a activar los protocolos de acoso "ante el mínimo indicio". "Es preferible cerrarlo sin incidencias que esperar a que haya certezas y sea tarde", puntualizó. En este sentido, hizo hincapié en que ningún centro se sienta "estigmatizado" por activar muchas veces estos mecanismos. De hecho, las propias familias pueden ponerlos en marcha en el supuesto de que desde el colegio no atiendan su demanda, como ocurrió con esta menor de 10 años, que todavía está hospitalizada.

El consejero explicó que se está analizando por qué el colegio no atendió la denuncia de los padres y explicó que la niña podrá recibir atención domiciliaria y que se favorecerá el cambio de centro si así lo desea la familia. Sostuvo que la Comunidad cuenta con un protocolo específico de acoso escolar y otro de prevención del suicidio y que, al activarse, son profesionales especializados los que toman las riendas de la situación. "Es necesario utilizar estos servicios", recalcó durante su visita al nuevo edificio del colegio Val de la Atalaya de María de Huerva, que ha supuesto una inversión de 4,1 millones de euros y que permite que el alumnado continúe en él hasta los 16 años.

Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
H. A.

Una vieja reivindicación

El nuevo equipamiento tiene forma de ‘L’, con tres alturas y el extremo más corto conecta con el edificio de primaria en la primera y segunda planta. Tiene capacidad para 12 aulas, además de otros espacios comunes como la biblioteca. "Los centros integrados dan una respuesta muy interesante al medio rural", insistió Faci.

En este caso, era una demanda que venía de lejos, ya que hasta el curso pasado más de 300 alumnos daban clase en barracones. "Empezamos con unos pocos, pero con el aumento de alumnos se incrementaron. Lo llamaba los chalets", recordó este jueves Ana Franco, directora del centro, que celebró contar finalmente con este nuevo aulario "muy cómodo y luminoso". "No teníamos laboratorio, ni sala de informática ni de tecnología. El Ayuntamiento nos tuvo que prestar espacios para las clases de Educación Física", señaló.

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