educación

Ilusión, sollozos y algunos imprevistos en la vuelta a la "normalidad" en los colegios

Más de 157.000 menores regresan este jueves a clase sin restricciones por la covid y con el reto de aplicar la nueva ley educativa. El presidente Lambán celebra su apuesta por la escuela rural.

Más de 157.000 menores han regresado este jueves a los colegios. Lo han hecho con ilusión, alegría y algún que otro sollozo, principalmente, entre aquellos que comenzaban primero de infantil, que se afanaban en seguir pegados a sus padres. También ha habido imprevistos, como el sufrido por los alumnos de Ainzón y Bureta que, por un error en la asignación de rutas del transporte escolar no pudieron llegar al instituto de Borja. El resto, por primera vez después de dos años, han podido regresar sin restricciones por la covid. "Es satisfactorio volver a la normalidad, esperemos que anomalías como la sufrida tarden mucho en repetirse y, a ser posible, no se repitan nunca", ha insistido el presidente de Aragón, Javier Lambán, en el acceso a las clases de los escolares en el colegio Cervantes de Ejea de los Caballeros, que cumple 75 años. 

Ha destacado el "esfuerzo" realizado desde el ámbito educativo durante estos tres años: " Si el sistema ha salido indemne ante semejante desafío ha sido por el compromiso y la entrega del personal de los centros". La alcaldesa de la localidad, Teresa Ladrero, también ha querido poner en valor el esfuerzo de estos años y ha asegurado que se trata de un día "especial" al comenzar "sin mascarillas". En este sentido, la directora del centro, Elena Laiglesia, ha subrayado la "ilusión" por este primer día de curso, en el que tiene un "reto" por delante: "La implantación de la nueva ley educativa". 

En este acto de apertura, el presidente ha aprovechado para hacer un repaso a los siete años de gobierno, resaltando su apuesta tanto por la escuela pública como por el ámbito rural, donde este año se mantiene abiertos centros con solo dos alumnos (Plan, Pitarque, Gotor y Paúles de Sarsa). "La escuela pública es el mayor y mejor generador de marcos de igualdad de oportunidades para que todos los niños y las niñas puedan desarrollarse sin otra limitación que su talento y capacidad personal", ha especificado, al tiempo que ha añadido que, superando "viejos conflictos", estos años han transcurrido "en perfecta convivencia" con la escuela concertada. 

Ha recordado el presidente la falta de colegios en el sur de Zaragoza cuando llegó al cargo. "Nos pusimos a construir y, ahora, con los que están en funcionamiento, prácticamente quedan cubiertas las necesidades de escolarización", ha subrayado. Este jueves, de hecho, se han inaugurado los aularios de infantil del María Zambrano y Val de la Atalaya y los de primaria del Parque Venecia y el Valdespartera III; lo que ha supuesto una inversión de 14 millones de euros. Además, este mes está previsto el inicio de las obras del colegio Ana María Navales, en Arcosur. Sin embargo, la situación, subrayaron las familias, todavía no es la óptima. Desde el ampa del Ana María Navales lamentaron que aunque este año cuenten con todos los barracones necesarios para el inicio del curso (el curso pasado no estuvieron hasta primavera), no tienen espacio suficiente en el recreo para poder desarrollar actividades extraescolares. 

Tampoco las familias del María Zambrano estaban totalmente conformes con la situación, puesto que el aulario de primaria, en licitación, no estará hasta el próximo curso y, por lo tanto, un centenar de alumnos han tenido que regresar a las aulas prefabricadas, que se encuentran en el solar de al lado. "Algunos padres tienen que dejar a un hijo en los barracones y luego ir al colegio para dejar al pequeño", ha explicado Noemí Corbatón, presidenta del ampa Claros del Bosque. Además, los mayores tendrán que salir de los barracones para ir al comedor en el nuevo colegio y también para el gimnasio. 

"Había ganas de volver a la normalidad"

En las puertas de los colegios la estampa volvía a ser la que era antes de la pandemia. Padres y madres acompañando a sus hijos en una jornada en la que se mezclaba la ilusión por volver a ver a amigos y compañeros, pero también el pesar por separarse de sus padres y decir adiós al verano. "Valentín (de 4 años) está un poco regulín, pero no dice que no. Estos días ha estado nervioso", ha recocido su madre, Valentina Udanu antes de que el pequeño entrara al colegio Torreramona este jueves. Valentina ha celebrado que este curso por fin se hayan quitado todas las restricciones, ya que el uso de las mascarillas por parte de los docentes "dificultaba" la interacción con niños tan pequeños.

También Sheila Raya, madre de Izan, se ha mostrado contenta con esta normalidad. "Teníamos ganas, han sido años duros. Por suerte, Izan lo ha llevado bien, mejor que los adultos", ha destacado, al tiempo que ha recordado que durante el curso pasado todavía se mantenían muchas restricciones: "Estaban separados por cuerdas y ahora ya se pueden juntar". Raúl Ramírez, padre de Rubén, también ha celebrado el fin de las restricciones: "Ya no hay gran incidencia, así que espero que ya no tengan que estar con las ventanas abiertas". 

Este padre, cuyo hijo cursa 6º de primaria, ha reconocido que la 'cuesta de septiembre' está siendo "bastante dura". "Compramos los libros en junio y aun así se ha notado la subida de precios, también en las extraescolares", ha afirmado. 

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