Ordesa empezará después del verano las obras para mejorar el acceso y el uso público
En el valle de Pineta se construirá un nuevo puente y un aparcamiento, unos baños y una depuradora.
Las obras proyectadas por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido con motivo de su centenario, en 2018, por fin van a comenzar a ejecutarse. A partir de septiembre, se emprenderán las nuevas infraestructuras destinadas a mejorar la movilidad y el uso público en el valle de Pineta y los sectores de Añisclo y Escuaín.
El plan más ambicioso, el de Pineta, incluye la construcción de un nuevo puente sobre el Cinca y un nuevo aparcamiento, así como unos baños y una depuradora con el objetivo de mejorar la calidad de la visita en el segundo sector con más turistas del Parque Nacional, 180.000 en el 2021.
Este verano ya ha funcionado un aparcamiento provisional en la margen izquierda del río, que permitirá cerrar el puente para poder trabajar en las obras. "El Ayuntamiento alquiló una finca privada y nosotros hemos colaborado para acondicionar la entrada desde la carretera, poner la señalización, delimitar zonas de caravanas o discapacitados e indicar al público el punto de información", explica la directora del parque.
Elena Villagrasa confirma que el gasto ya está autorizado y se empezará en septiembre. Mientras duren los trabajos, los visitantes dispondrán de una pasarela peatonal para atravesar el río y habrá un vado para el tránsito de la maquinaria pesada.
La empresa Tragsa es la encargada de las obras. El puente sobre el Cinca (declarado no transitable debido a su mal estado) pasará de los 12 metros de longitud actuales a 40, evitando cualquier riesgo ante una crecida. La inversión asciende a 710.055 euros. Además, el plan de equipamientos contempla 135.451 euros para el parquin, situado en la zona periférica de protección, con capacidad para 259 turismos y 5 autobuses y dos zonas diferenciadas: una superficie asfaltada para invierno y otra de suelo natural y viales acondicionados para el resto del año.
Las inversiones se extenderán también a Escuaín, la zona menos frecuentada (50.000 visitantes en 2021), donde se colocará un punto de información y se adecuará un aparcamiento. Esta actuación y la de Bielsa suponen un gasto de 1.203.000 euros.
Añisclo
La directora espera comenzar también este año la mejora de la movilidad en Añisclo, tercer sector más visitado (140.000 personas el año pasado). Este 2022 se contempla el ensanche de un tramo de 450 metros de una pista forestal asfaltada y en 2023 se hará la segunda fase, hasta 900 metros. Habrá además tres zonas de aparcamiento y una rotonda.
La actuación pretende eliminar el estacionamiento en las cunetas. "Es una cuestión de seguridad porque se convierte en un cuello de botella, donde se aparca de cualquier manera. Ahora no hay sitio para dar servicio a todos los visitantes que llegan", indica Villagrasa. El proyecto lo pagó la Diputación de Huesca y se ejecutará con cargo a los fondos europeos destinados a paliar la crisis de la covid. En total Ordesa recibirá de Bruselas 10 millones en dos años para mejoras en los accesos y el uso público, ayudas a ayuntamientos o conservación de la biodiversidad.
Otras obras con cargo a ese paquete son las mejoras en el edificio del centro de visitantes de Torla,la instalación de una pasarela peatonal en el puente del Fresno, arrastrado por una riada; la reforma de los baños de la Pradera de Ordesa; y la colocación de pórticos informativos en Añisclo, Pineta y Escuaín como el existente en Ordesa.
El proyecto de mayor envergadura económica (3,3 millones de euros) es el Centro de Visitantes de Escalona, que financia directamente el Organismo Autónomo Parques Nacionales. Son tres edificaciones a modo de bordas que se acondicionarán como punto de información, sala multiusos y oficinas para el personal del parque nacional.
Los trabajos del que será el segundo gran centro de visitantes, después del de Torla, van con retraso. Empezaron hace un año y apenas se está cimentando. Según el alcalde del municipio de Puértolas, José Manuel Gracia, del que depende Escalona, las obras han estado paradas varios meses por problemas de suministros y contratos. "Llevan un año y no han adelantado mucho, pero todavía tienen margen hasta finales del 2023", dice.
Ahora parece que la construcción se ha reactivado, ya que Tragsa ha licitado en los últimos días dos contratos: la ejecución de la fachada, con un presupuesto base de 292.138,15 (sin IVA) y la cubierta, por 168.411,23 euros.
