conexiones ferroviarias

El AVE entre Zaragoza y el Levante obligará a hacer transbordo de Atocha a Chamartín

El cambio de la estación de cabecera en septiembre dificulta aún más la conexión. Adif invertirá 95 millones en un ramal que una los dos corredores y evite demoras.

Viajeros en un andén de alta velocidad de la estación de Atocha, en Madrid.
Viajeros en un andén de alta velocidad de la estación de Atocha, en Madrid.
E. P.

Zaragoza y el Levante estarán un poco más lejos a partir del próximo 13 de septiembre. Es la fecha elegida por Adif para cambiar la estación de cabecera de los trenes de alta velocidad procedentes de Alicante con destino a Madrid, que ahora tendrán salida y llegada en Chamartín, en lugar de Atocha. La medida, además, se hará extensiva a la línea de Valencia cuando finalicen unas obras de ampliación de andenes. De esta forma, los usuarios que viajen desde la capital aragonesa con destino a esta Comunidad costera deberán hacer un transbordo en cercanías que hará aún más largo y enrevesado el trayecto, que eso sí, seguirá siendo más atractivo que la ruta directa a través de Teruel.

El trayecto desde Zaragoza a Valencia por Madrid en tren de alta velocidad tiene una duración aproximada de cuatro horas y quince minutos, frente a las casi cinco horas que son necesarias para unir ambas capitales a través de Teruel. O más, si el usuario se enfrenta a alguna de las habituales incidencias en una línea que requiere de su modernización.

En el caso de Alicante, el viaje a través de Madrid desde la capital aragonesa en alta velocidad dura seis horas y veinte minutos. Pero a partir de septiembre, los usuarios procedentes de Delicias deberán bajar en Atocha y cruzar los pasillos de la estación en busca de un cercanías que les acerque hasta Chamartín, a unos 10 minutos de trayecto. Allí se subirán al nuevo convoy destino al Levante.

El cambio de estación de los trenes de alta velocidad levantinos en Madrid responde a «un profundo análisis técnico de la capacidad de las terminales de Atocha y Chamartín y tiene como objetivo responder a las necesidades de la liberalización del sector y de aumentar un 50% el tráfico para dar cabida a los nuevos operadores», según informaron fuentes de Adif, que ha mantenido un «diálogo» con Renfe, Ouigo e Iryo.

La decisión, no obstante, ha sido duramente criticada por las instituciones y los usuarios del Levante, dado que Atocha es más céntrica y el viaje, más corto. La Generalitat valenciana, con su presidente Ximo Puig a la cabeza, han presionado largo tiempo al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), pero sin éxito.

Tan solo se ha concedido el paso de cuatro trenes ‘levantinos’ por Atocha, de los que dos se pondrán en marcha en septiembre y los otros dos en diciembre. En cualquier caso, el Ministerio defiende que la mayor duración del viaje hasta Chamartín se compensa con «un ahorro de tiempo mucho mayor en los servicios transversales», en especial, en las conexiones con el norte de España, incluido el nuevo vial de alta velocidad hasta Galicia.

De hecho, todos estos cambios serán provisionales, puesto que Adif está reconfigurando las conexiones ferroviarias de la capital para asumir el aumento de operadores y rutas. El primer paso fue apertura del túnel de alta velocidad entre Atocha y Chamartín, que costó 338 millones de euros. Pero a medio plazo se trabaja para crear «una red única y transversal, evitando transbordos en la capital», según fuentes oficiales.

Entre esas inversiones se encuentra la construcción de un ramal que unirá el corredor de Barcelona (y Zaragoza) con el de Valencia a través de dicho túnel. Los trabajos se adjudicaron en mayo por 95 millones y la duración estimada de las obras es de 36 meses.

Nuevos operadores

Los cambios no solo afectarán a los convoyes de Renfe y de su filial ‘low cost’, los Avlo. Tampoco pasarán por Atocha los trenes de la nueva ruta de Ouigo entre Valencia y Madrid, que se estrenará el próximo 7 de octubre ampliando la oferta de bajo coste a los aragoneses que hagan este trayecto.

En idéntica situación se encuentra la compañía Iryo, el nuevo operador que comenzará a operar a partir del noviembre en España con dos corredores: el Madrid-Barcelona con parada en Zaragoza, y el Madrid-Valencia. La compañía hispanoitaliana, que todavía no ha comenzado la comercialización de billetes, ofrecerá a los aragoneses nueve trenes diarios en la estación Delicias, lo que elevará de 19 a 28 las frecuencias de alta velocidad.

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