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París se baña en el Sena: ¿quieren los zaragozanos nadar en el Ebro?

La propuesta para recuperar seis playas fluviales y zonas de baño se une a los usuarios de Ebronautas, que este verano tan caluroso invitan a saltar al agua de sus canoas.

Ciudadanos que bajan en canoas y piraguas de Ebronautas por el río en Zaragoza, entre el puente de la Ronda Norte (de la A-2) y el puerto de Vadorrey, saltan y se bañan.
Ciudadanos que bajan en canoas y piraguas de Ebronautas por el río en Zaragoza, entre el puente de la Ronda Norte (de la A-2) y el puerto de Vadorrey, saltan y se bañan.
Ebronautas

Resulta refrescante y sorprendente recordar esas fotografías históricas de cuando los zaragozanos se bañaban en el Ebro en la arboleda de Macanaz, cerca del Centro Natación Helios. Allá por 1928, el calor extremo del verano se sofocaba en las riberas del río. Como en los años 50, cuando se seguía el curso y se asomaban otros escenarios para nadar: ahí estaban las añoradas playas de los Ángeles en La Almozara.

Han pasado décadas y la posibilidad de darse un chapuzón en el río a su paso por Zaragoza ha desaparecido. O casi. Este sofocante verano ha animado a los ciudadanos a bañase en este espacio natural. Suelen bajar en canoas o piraguas, organizadas por la empresa de ecoturismo fluvial Ebronautas, y este colorido paseo, que se desarrolla desde el puente de la Ronda Norte de la A-2 hasta el puerto fluvial de Vadorrey, invitan a saltar al agua a más de uno y darse un remojón.

La imagen pone en cuestión si están permitidos estos baños; si son seguros porque no hay socorristas; si la Policía Local puede multar a los ciudadanos; si el agua tiene la calidad suficiente para hacerlo... O si se pueden recuperar hasta seis playas fluviales, como propuso Podemos en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza el pasado 1 de julio.

"Cada vez hay más gente que va al río Ebro y se baña o se moja, además de navegar en piraguas. No se puede prohibir porque los análisis del agua cumplen las normas", defiende Néstor Jiménez Torrecilla, hidrogeólogo y cofundador de Ebronautas. "Y va a más porque hay demanda de actividades, lo que da más vida al río. La gente de Zaragoza sufrió lo que era un Ebro muy contaminado en los años 80 y ahora está limpio", añade.

Imagen histórica cuando los zaragozanos se bañaban en el Ebro en la arboleda de Macanaz, cerca del club Helios, en 1928.
Imagen histórica cuando los zaragozanos se bañaban en el Ebro en la arboleda de Macanaz, cerca del club Helios, en 1928.
Marin Chivite / Archivo de Heraldo de Aragón

En la actividad que proponen, los técnicos de Ebronautas explican -mientras se hace una parada bajo uno de los puentes- cómo fue la historia de los baños en el río, con fotos de las antiguas playas en Zaragoza. Un álbum que también incluyen las instantáneas de aquellos que estos meses estivales han optado por saltar al río.

Torrecilla incide en que es el  Gobierno de Aragón quien tiene la responsabilidad de los análisis de calidad del agua potable, a través del Servicio Provincial de Sanidad bajo la normativa europea Nayade, que es el sistema de información nacional de aguas de baño utilizado para la coordinación del Ministerio de Sanidad con las administraciones autonómicas y locales.

El hidrogeólogo Nestor Jiménez, fundador de Ebronautas, en el Ebro a la altura de Alcalá de Ebro.
El hidrogeólogo Nestor Jiménez Torrecilla, fundador de Ebronautas, en el Ebro a la altura de Alcalá de Ebro.
Laura Uranga

Desde la DGA precisan que ese control se centra en las zonas de baño habilitadas entre embalses y ríos de Aragón entre los que no se incluye el Ebro. Aun así, reconocen que "no hay una norma de prohibición de bañarse y recibir multas". Y solo consideran que "se dan recomendaciones" para la seguridad del ciudadano.

En esa misma línea se pronuncia la Policía Local de Zaragoza y la Policía Verde, que dependen del Ayuntamiento, y añaden que "carecen de ejemplos de ciudadanos multados" por haberse bañado en el Ebro a su paso por la capital.    

Propuesta presentada el pasasdo 1 de julio por Podemos en el Ayuntamiento de Zaragoza sobre las playas y zonas de baño fluviales en el Ebro.
Propuesta presentada el pasasdo 1 de julio por Podemos en el Ayuntamiento de Zaragoza sobre las playas y zonas de baño fluviales en el Ebro.
Podemos

Propuesta en el Ayuntamiento 

Como ya se ha mencionado, el pasado 1 de julio, Podemos propuso en el Ayuntamiento recuperar el Ebro para el baño con seis playas fluviales: Pontoneros, Anillo Verde, Tercer Milenio, Iceberg, Embarcadero de San Lázaro y Puerto Fluvial de Vadorrey. El concejal Fernando Rivarés detalló que pretendían que Zaragoza pudiera emular a París, capital que ha utilizado el curso fluvial del Sena recortándolo con piscinas naturales, como también se ha realizado en Valladolid con la playa de las Moreras en el río Pisuerga. La iniciativa, que defendía Ebronautas, proponía que estas zonas de baño se señalizaran y acotaran adecuadamente, con normas de seguridad y servicios temporales como socorristas, duchas, baños portátiles, tumbonas e, incluso, quioscos.

Solución de las piscinas instaladas en el río Sena por el Ayuntamiento de París.
Solución de las piscinas instaladas en el río Sena por el Ayuntamiento de París.
Jean Baptiste Gurliat-Ayuntamiento de París.

La fórmula no tuvo eco en el pleno del Consistorio, que sí sacó adelante hacer estudios sanitarios sobre la calidad de las aguas del Ebro para abordar, una vez se disponga de las conclusiones, la posibilidad de crear playas fluviales. Los partidos aprobaron impulsar un plan para la recuperación, limpieza, embellecimiento y conservación de riberas, así como crear un grupo compuesto por técnicos municipales para ver la situación jurídica de los iconos de la Expo 2008.

Desde el departamento de Servicios Públicos del Ayuntamiento, que gestiona Natalia Chueca, sostienen, actualmente, que "no se ve clara la autorización del baño en el Ebro porque el río es peligroso". E insisten en que hay disponibles 22 piscinas municipales -a la que se unirá la próxima instalación en La Almozara- con capacidad suficiente para uso y disfrute de los ciudadanos .

Vecinos de Zaragoza en el curso del Ebro, en la zona próxima al club Helios y delante de la Basílica del Pilar en 1928.
Vecinos de Zaragoza en el curso del Ebro, en la zona próxima al club Helios y delante de la Basílica del Pilar en 1928.
Marin Chivite/Archivo de Heraldo de Aragón

Asimismo, estas mismas fuentes consideran que la medición de la calidad de las aguas del Huerva y el Ebro ayuda a ver que puede cambiar el caudal "muy rápido" y es necesario "aplicar la precaución por el peligro". En ese sentido, el representante de Ebronautas reconoce que "después de una tormenta no es aconsejable bañarse, pero puede limpiarse a los dos días". 

Desde que los partidos instaran al Consistorio a impulsar un plan para la recuperación, limpieza, embellecimiento y conservación de las riberas el pasado mes, aún no se ha llevado a cabo ningún actuación sobre las condiciones de la calidad del agua. Desde Podemos avanzan que volverán a insistir en el próximo pleno para reclamar su ejecución.

La respuesta de la Confederación Hidrográfica del Ebro

Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mantiene que el baño es "un uso común contemplado en la Ley de Aguas para el que los ciudadanos no necesitan la autorización para bañarse" en el dominio público hidráulico (ríos, lagos y embalses). Pero recalcan que "puede entrañar algún peligro". "Nos dedicamos a la sensibilización, pero no podemos prohibir los baños", explican desde la CHE.

Agregan que hay lugares especiales donde la CHE obliga a instalar carteles advirtiendo del peligro, como en las centrales hidroeléctricas, pero derivan a las comunidades autónomas para que decreten las "zonas de baño" porque allí se garantiza la calidad del agua y se prestan una serie de servicios a los bañistas. "Sería algo así como las famosas banderas azules de las playas o en la montaña los senderos fáciles perfectamente balizados", mantienen.

Respecto a los peligros que entraña no bañarse en zonas autorizadas por las comunidades, la Confederación defiende que cada año lanza una campaña en redes sociales con las prohibiciones, y recuerda las recomendaciones para un baño seguro en la Cuenca del Ebro.

A la espera de que el Ebro emule a París, las piraguas y canoas de Ebronautas ya han optado este verano de olas de calor por lanzarse al agua.

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