prisiones

Los presos de Zuera que hacen el pan se quejan del madrugón extra para evitar el calor

Los internos, que se tienen que levantar a las 4.00 de la mañana en vez de a las 5.30 como es habitual, consideran que su descanso se ve comprometido. El sindicato de funcionarios les apoya en su reclamación.

El sietema informático de la prisión de Zuera se ha modificado por módulos en los últimos dos años y se comunican con la torrre.
El sietema informático de la prisión de Zuera se ha modificado por módulos en los últimos dos años y se comunican con la torrre.
Guillermo Mestre

El calor extremo que está marcando el verano de 2022 también se ha colado en la vida diaria del centro penitenciario de Zuera y de algunos de sus 1.300 internos. Es el caso de once de los catorce presos que trabajan en la fábrica de repostería y panadería, que se halla dentro de la prisión, encargada de realizar el pan y la bollería para el propio recinto y el Centro de Inserción Social de Huesca

Los reclusos han remitido una carta al juez de Vigilancia Penitenciaria en la que cuentan que “el sistema de refrigeración en la zona de trabajo está averiado”, y que solo tienen dos ventiladores de sustitución que son “manifiestamente insuficientes”. Así que el centro ha decidido que una forma de evitar el intenso calor que provocan los hornos es adelantar el turno de trabajo, de las 5.30 de la madrugada -hora a la que normalmente acuden- a las 4.00.

Apoyo sindical

La sección sindical de funcionarios de prisiones Tampm (Tu Abandono Me Puede Matar) apoya la postura de la internos. Apunta que cuando estos se incorporan a la rutina en sus módulos tras la jornada laboral  “no pueden descansar, con el riesgo y menoscabo que supone para la salud”. Denuncian que la hora y media de madrugón extra "no la puedan recuperar". Además, señalan que "se incumple la normativa penitenciaria". 

Los presos en su misiva subrayan que "la variación de temperatura dentro de la panadería no oscila significativamente en este tramo de horas, siendo incluso menor a las 6 que a las 4 de la mañana; y no influye en la fermentación del pan, que se regula con máquinas específicas durante todo el año”. Asimismo, detallan que la situación en Zuera es “una excepción” entre el resto de prisiones que tienen panadería en su interior.

Agradecimiento por esta oportunidad 

Aunque en el escrito que remiten al juez, al que ha tenido acceso HERALDO, los presos reconocen que haber sido elegidos para trabajar con el pan y los bollos supone una “oportunidad”, recuerdan que se debe cumplir el horario reglamentario del centro y del de trabajo. De hecho, creen que si se retrasara la entrada a las 5.30 todo el año, y se repara o sustituye la climatización, dejarán de trabajar en “condiciones extremas”.

Fuentes penitenciarias señalaron que se hacen cursos con profesionales externos para que los internos aprendan el proceso de amasar, fermentar, cocer, reposar y embolsar. E insisten en que, si bien siempre se ha madrugado para esta tarea, es la primera vez que se produce un adelanto de este calibre.

No es la primera vez que una condición climatológica extrema ha influido en el funcionamiento del recinto. Una tormenta provocó que se abrieran las 32 celdas de aislamiento el pasado mes de junio por un fallo eléctrico.

A esto hay que añadir que la cárcel está en obras por la reforma en uno de sus 14 módulos sin que se haya reducido la población, que ha tenido que "apretarse" en el último año. Es el último que falta para concluir la reconstrucción.

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