Un pedacito de Zaragoza está en el sur de Alicante
La localidad alicantina de Benejúzar es conocida como el "segundo Aragón". Celebran una Ofrenda a la Virgen del Pilar y sus habitantes se visten de "mañicos".
Allá por 1936, en plena Guerra Civil, cinco presos de la cárcel de Alicante -José Bernabé, José Ortuño, Francisco López, Manuel Lozano y Vicente Lozano- se encomendaron a la Virgen del Pilar, prometiendo que si salían con vida, llevarían su imagen a Benejúzar para rendirle culto devotamente. De esa promesa nace la unión entre Zaragoza y esta localidad alicantina.
"Nosotros nos sentimos profundamente maños cuando celebramos las fiestas, del 8 al 12 de en octubre". reconoce la alcaldesa de Benejúzar, Rosa María García Ballester, que asegura que esta localidad es conocida como el "segundo Aragón". "Nos vestimos de mañicos desde que nacemos, con cachirulo incluido y bailamos jotas, como 'Los sitios de Zaragoza'. También tenemos gigantes y cabezudos. Y por supuesto celebramos una Ofrenda y Romería en honor a la Pilarica que se convierte en la portada de los diarios de tirada provincial", subraya emocionada. En 2010 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial.
Cada 12 de octubre, al igual que ocurre en la capital aragonesa, su población aumenta considerablemente pasando de sus 5.400 habitantes a acoger a cerca de 50.000 personas. Muchos participan en la tradicional Romería al Santuario de Nuestra Señora del Pilar, en un día de festejos y convivencia popular. "Llevamos 83 años celebrando estas fiestas y rindiendo culto a la Pilarica", asegura García.
Este martes los dos Ayuntamientos, el de Zaragoza y el del municipio alicantino, han querido reconocer y estrechar los lazos culturales que unen a las dos localidades. Para ello, han protagonizado un encuentro institucional en la capital aragonesa encaminado a la firma de un convenio de colaboración para la promoción turística. La vicealcaldesa y consejera de Cultura y Proyección Exterior, Sara Fernández, ha recibido a la alcaldesa de Benejúzar, Rosa García, y a su concejal de Turismo, Manuel Parra, en el Consistorio zaragozano, donde han acordado promocionar sus tradiciones y festejos.
"Es muy bonito que haya un municipio allí en la provincia de Alicante que tenga una tradición de tantas décadas en torno a la figura de la Virgen del Pilar, que tengan sus mañas, que bailen sus jotas y que haya un trocito de Zaragoza en Benejúzar. Hablamos de hermanar las fiestas de alguna forma y es algo que se producirá en estas Fiestas del Pilar 2022", apunta la vicealcaldesa, Sara Fernández.
Este encuentro ha sido el primero con carácter institucional que celebran los dos municipios pese a compartir desde hace décadas una parte importante de su cultura. Para celebrar la ocasión, la alcaldesa de Benejúzar ha hecho entrega al Ayuntamiento de una réplica del escudo en piedra del Municipio, 'el pañuelico de la Pilarica' -así llaman allí al tradicional cachirulo-, y un ejemplar del libro que cuenta la particular historia que une a las dos localidades.
Más de 80 años de historia
Los cinco presos, que se habían prometido que si salían vivos de prisión llevarían la imagen de la Virgen del Pilar a Benejúzar, sobrevivieron y vieron la luz en la primavera de 1939. Fue entonces cuando comunicaron su promesa al párroco de la villa, Don Jerónimo Márquez. Juntos encargaron una imagen de la Virgen al escultor valenciano Enrique Bellido
En la noche del 11 al 12 de octubre de 1939 se llevó la imagen de la Virgen al campo en una camioneta y, tras hacerse angosto el camino, se continuó a pie cargando las andas hasta la finca 'Las Morenas'. Al alba, un numeroso grupo de benejucenses y algunos vecinos de otros pueblos próximos, salieron al encuentro de la Virgen a pie, a caballo y en carros adornados con guirnaldas de papel y hojalata. Los cohetes guiaron los pasos de los romeros hasta la Virgen y tras un ligero almuerzo regresaron en romería al pueblo y entronizaron la imagen en su altar. Fue la primera Romería del Pilar.
