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Aragoneses en lucha en la costa: "Era una playa inmensa y ahora no hay más que una línea de sombrillas"

Belén López, turolense cuyos padres tienen una segunda vivienda en Oropesa, forma parte del grupo de vecinos de Morro de Gos que ha impulsado la plataforma Mediterrania, que ya une a afectados de 40 pueblos de tres comunidades.

Belén López, turolense de la plataforma de Morro de Gos (Oropesa) para salvar la playa.
Belén López, turolense de la plataforma de Morro de Gos (Oropesa) para salvar la playa.
B. L.

Este año algunos veraneantes que han elegido la costa del Mediterráneo para pasar sus vacaciones se han encontrado con que en algún municipio apenas quedaban un par de metros de arena de anchura para extender la toalla. Los estragos de los temporales van reduciendo a la mínima expresión algunas playas, entre otras causas que denuncian los vecinos y propietarios de segundas viviendas que se han agrupado en una plataforma que ya suma 40 asociaciones de municipios desde Valencia a Andalucía. Belén López, aragonesa cuya familia tiene un apartamento en Oropesa (Castellón), forma parte del grupo impulsor de Mediterrania, un movimiento vecinal que reclama medidas que regeneren las playas.

"Era una playa inmensa y ahora no hay más que una línea de sombrillas", cuenta sobre Morro de Gos, una de las tres playas de la citada localidad castellonense y la más perjudicada este año por el paso de los temporales y otras circunstancias. "Ha habido afecciones hace tiempo, pero como ahora, no. Si no pones solución se va acrecentando el problema", lamenta. Mediterrania ha convocado protestas durante todo el verano al grito de 'Salvemos las playas' para que se ponga manos a la obra el Ministerio para la Transición Ecológica, del que dependen las costas.

Playa Morro de Gos, en Oropesa (Castellón).
Regresión de la playa Morro de Gos, en Oropesa (Castellón), entre 2015 y 2022.
Mediterrania

Los padres de Belén, turolenses que residen en Zaragoza, compraron el apartamento en Oropesa hace unos 20 años. "Miraron Castellón porque es una zona cercana. Oropesa es muy familiar, hay mucha gente, pero es muy familiar", explica. Recuerda cómo ha cambiado en estos años la anchura de la playa. "Mis sobrinos jugaban en la parte de atrás con porterías de fútbol y ahora no hay nada, porque no cabe", pone como ejemplo. Además de la climatología extrema, cree que entre las razones de la actual situación se encuentra la ruptura de un brazo o 'illeta', que sale de la tierra hacia el mar y que hacía de espigón. "Al partirse ahora, parte de la arena se trasvasa a la otra playa", explica. 

También hay muchos aragoneses en la vecina playa de Marina d'Or, que pese a ser artificial, este año no ha sufrido tanto el efecto de los temporales, aunque ha tenido más zonas con rocas y algunos de los residentes forman parte de la plataforma. La playa de La Concha ha estado en buenas condiciones e incluso se trasvasa arena de ella a otras. 

El rastro de Gloria

En el actual grupo organizador hay portavoces también de municipios de la provincia de Valencia como la asociación Platges al Sud de Gandía; de Denia (Alicante) y entre los asociados, vecinos de otras poblaciones valencianas que cuentan con alguna de sus playas en peligro como Moncofa, Sagunto, Cullera y Oliva. "Unas tienen un problema de regeneración, otras se han visto afectadas por un deslinde u otros problemas, somos gente diferente, pero encontramos un punto en común", apunta sobre los orígenes de la plataforma. La situación más extrema se origina con los deslindes, en casos donde la playa ha desaparecido y los inmuebles de primera línea se ven afectados. "Hay asociaciones que llevaban 30 ó 40 años luchando con estos temas de concesiones y deslindes", explica.

El cambio climático, con episodios extremos como temporales cada vez más devastadores en los últimos años, sería uno de los factores que están reduciendo playas a su mínima expresión. Sin embargo, para la plataforma este no puede ser una "excusa" para no actuar, añade Elena Sánchez, portavoz de la organización, también con segunda vivienda en Oropesa y residente en Madrid, la otra comunidad junto con Aragón que aporta buena parte de los propietarios estacionales de la zona.

La playa de Morro de Gos, en Oropesa de Mar, en 2015 (izquierda) y 2022
La playa de Morro de Gos, en Oropesa de Mar, en 2015 (izquierda) y 2022
HA

"Desde hace miles de años la morfología de la costa se ha mantenido estable, hasta la construcción masiva de puertos y embalses", recoge la plataforma en el manifiesto que ha enviado al ministerio y con el que convocó movilizaciones simultáneas el pasado 6 de agosto en una treintena de poblaciones afectadas por la erosión y regresión de las playas, que se han ido repitiendo los sábados en Oropesa y otros pueblos. Entienden que este tipo de infraestructuras están "concebidas para el bien común y generar riqueza", pero creen que "están reteniendo millones de metros cúbicos de arena, que antes la naturaleza depositaba en nuestras playas y las mantenía estables", apuntan en el texto.

En 2020, el paso del temporal Gloria provocó que el agua entrara en algunos locales del frente de marítimo. "Si cada vez los temporales son mayores y no se ponen soluciones puede entrar agua en primera línea y la solución de Costas es deslindar", alerta Belén sobre el paso de los inmuebles a manos del Estado, con una concesión por años a los propietarios. En su caso, el apartamento familiar se encuentra en segunda línea.

En primera línea lo tiene la familia de Elena. "Todas las zonas de playa a partir de Semana Santa las empiezan a arreglar, pero como fue el covid ese año no se arreglaron, pensaron que iban a recuperar y no se recuperó", denuncia sobre lo ocurrido el primer año de pandemia. En cuanto a la evolución de Morro de Gos, asegura que desde que en 2015 pusieron espigones en Marina d'Or "ya fue a menos" su playa, que es la contigua. "Gloria fue el remate", confiesa, y allí comenzaron a movilizarse.

«Cada vez los temporales son más fuertes», ha observado también Evaristo Palomar, minero jubilado turolense afincado en Almazora, municipio también de Castellón, donde llegó hace 16 años cuando sus hijas fueron a estudiar a la universidad. Cuando llega una tormenta el paseo se inunda «y las calles se llenan de agua». Achaca parte del problema a que ampliaron el puerto marítimo. «Si no hacen más escolleras se comerán la playa», lamenta. Este año no han echado arena, pero entiende que «mientras no le pongan remedio con más espigones, es tirar el dinero».

"Pasan los años y la arena va desapareciendo sin que se haga nada por evitarlo, solo parches y promesas que no se cumplen"

La plataforma que agrupa a los municipios costeros con problemas se queja de que "pasan los años y la arena va desapareciendo sin que se haga nada por evitarlo, solo parches y promesas que no se cumplen". Por ello, piden un cambio legislativo y una nueva planificación, "que permita la regeneración y sostenibilidad de nuestras playas", que creen no se consigue con la última modificación de este mismo mes. En el caso de Morro de Gos, este mes se echó arena pero "se la ha llevado el agua, porque no se asienta, no se hacen las cosas bien", señala Elena, que cree que la cantidad depositada fue insuficiente.

"Hay nueve soluciones diferentes con espigones, arrecifes, diques extensos…", comenta, según un estudio realizado por una consultora para el ayuntamiento de Oropesa. Además, añade que no había paseo marítimo hasta 1995 y construirlo sobre las dunas que había "nos ha perjudicado". Cree que en algunos casos se les ve como "privilegiados" por tener un apartamento en primera línea, pero señala que la defensa de las playas va más allá del impacto en los inmuebles. "Va en contra del Medio Ambiente que no cuiden las playas", afirma, además del daño económico para una zona principalmente turística.

Protesta en Oropesa el pasado sábado.
Protesta en Oropesa el pasado sábado.
Mediterrania

A la pérdida de arena añade otras consecuencias para el medio ambiente como que haya  "deteriorado los ecosistemas marinos y terrestres". Creen que la situación actual pone en peligro "el futuro de nuestros valores e identidad como pueblo, nuestro estilo de vida, nuestra cultura, la economía y los ecosistemas".  

Las movilizaciones continúan este sábado, 27 de agosto, en varios lugares, en el caso de Morro de Gos, a las 19.15. Con ellas quieren que se oiga su voz para que el ministerio que dirige Teresa Ribera les tenga en cuenta. Piden ser escuchados y formar parte en la toma de decisiones, porque en su manifiesto afirman que "no somos el problema, tenemos que ser parte de la solución". En septiembre llevarán las protestas a Madrid, a las puertas del ministerio, y preparan una reunión en busca de más pueblos afectados.

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