Uno de los pasajeros del tren Valencia-Zaragoza: "Nos vimos rodeados por el fuego"

Los viajeros del Media Distancia bajaron del convoy, incluso descalzos, ante la proximidad de las llamas.

Las llamas se encontraban a escasos metros del tren.
Las llamas se encontraban a escasos metros del tren.
H. A.

Ángel Sanchiz se disponía a pasar unos días de descanso en su segunda residencia en la localidad turolense de Sarrión, pero el fuego de Bejín que ya ha arrasado 9.900 hectáreas, hizo que el trayecto desde Valencia, ciudad en la que vive habitualmente, se convirtiera en una experiencia "muy desagradable". 

El tren de Media Distancia que transcurre desde la capital de la Comunidad Valenciana a la estación de Miraflores de Zaragoza tuvo que interrumpir su marcha este martes por la tarde debido a la gran velocidad que adquirieron las llamas del incendio que todavía calcina gran parte del monte de Castellón, y que obligaron a sus pasajeros a salir del convoy, desde el que veían grandes columnas de humo, ha contado a Heraldo.es, Sanchiz.

Fue a la altura del municipio castellonense de Torás -uno de los pueblos evacuados por el incendio- cuando la maquinista del tren decidió interrumpir el viaje, puesto que desde su interior la proximidad del peligro era evidente. "El humo y los resquicios de algún fuego" hicieron que "la ansiedad y la tensión" copasen el ambiente entre los pasajeros.

Mientras tanto, la conductora se trasladó a la cabina trasera para emprender el camino de vuelta a la estación de Caudiel. A esa zona del convoy también se desplazaron la mayoría de pasajeros que veían como el convoy no se movía, y las llamas se acercaban a él.

"O salíamos del tren o nos quedábamos allí dentro", fue el pensamiento que llevó a "prácticamente" todos los viajeros, entre ellos "había incluso niños", a salir por la puerta del maquinista, ya que como explica Sanchiz "era la única que se podía abrir". "Salimos por nuestro propio pie, muchos de ellos hasta descalzos, porque iban con chancletas", continúa contando el valenciano.

La mayoría de los pasajeros del convoy huyeron del vehículo, aunque tuvieron que volver por la virulencia del fuego que ha dejado varios heridos.

Sin embargo, cuando salieron del tren "había mucho fuego". La situación en el exterior empeoraba por momentos, debido a que el viento incrementaba la velocidad de las llamas, que a su vez "abrasaban a la gente que iba por las vías". "El nivel de ansiedad iba aumentando proporcionalmente" ante el peligro, puesto que "las llamaradas eran inmensas por todos los lados". Hubo un momento que "nos vimos rodeados por el fuego".

Aunque este pasajero se encuentra "perfectamente" físicamente, puesto que la experiencia asegura no la olvidará, el incidente ha dejado varios heridos, uno de ellos grave y cuyo estado preocupa. Tanto ella, como otros cinco heridos, permanecen ingresados en el hospital La Fe y el General de Valencia.

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