La escasez de hielo se ha dejado notar este fin de semana, el primero de agosto, en los festivales y fiestas que se celebran por toda la geografía aragonesa.  

Un ejemplo: en la zona de acampada del Festival Amante, en Borja, la escasez de hielo dejaba imágenes de lo más curiosas: “Algunas personas que se quedaron sin cubitos en las neveras compraron verduras congeladas para enfriar las cervezas”, relata Miguel Díez, uno de los acampados.

También otros asistentes al mencionado festival notaron la escasez del elemento básico para enfriar las bebidas, aunque comentaban con humor la jugada: “Me tuvieron que poner un cubito menos en la copa porque nos dijeron que no hay mucho”, explicaba sorprendida Pilar Valero.

La racionalización de cubitos ha sido tan solo una de las novedades que dejaba esta nueva realidad que llega, además, en plena ola de calor. Y la situación, como explica Ismael Herrero, de Ferias Lanzuela -empresa adjudicataria de las barras del festival este año- no tiene visos de ir a mejor.

“Ojalá pudiéramos hablar de incertidumbre. A estas alturas podemos confirmar casi seguro que no va a haber apenas hielo para lo que queda de mes”, admite el empresario, quien recuerda que las fiestas de Huesca están a punto de arrancar. ¿Posibles soluciones? Reducir la cantidad de hielo en las copas -de tres a dos o uno, según se pueda-, enfriar los refrescos en las neveras, o algo que también está ocurriendo, olvidar la copa y pasar a la cerveza.

La ola de calor, la subida de la luz y la llegada de un mes en el que media España está en fiestas ha recrudecido una realidad que las empresas venían tiempo avisando. “Nos afecta a nosotros y a toda la hostelería. Y, aun así, seguimos trabajando para sacar el trabajo adelante, gracias, eso sí, a la paciencia de los clientes que es fundamental en momentos así”, añade.

En otros lugares, como en la localidad zaragozana de Cervera de la Cañada, donde han sido fiestas este fin de semana, no ha habido incidencias, pero por poco. “No lo hemos estirado todo lo que habríamos querido, porque ni distribuidoras ni supermercados en todo Calatayud tenían estos días; pero hemos llegado al domingo sin problemas”, explican desde el bar El Ciervo de la localidad.

En Calamocha, donde este fin de semana celebraban una verbena previa a las fiestas grandes, que tendrán lugar del 14 al 17 de agosto, de momento no ha faltado el suministro de hielo. “Preocupación claro que hay, sobre todo entre los hosteleros, pero de una manera u otra lo sacaremos adelante”, afirma, optimista, la teniente de alcalde, Sonia Palacio.

En las gasolineras tampoco hay hielo

En la gasolinera Repsol de Fuentes de Ebro están recibiendo a personas en busca de hielo como nunca antes había ocurrido. ¿El motivo? El mismo para todo el mundo desde hace varios días: “No, aquí tampoco hay hielo”. Ali El Moutawakil lleva toda la semana repitiendo esta frase a vecinos y forasteros. Aquí, se vende un saco de hielo -con cinco bolsas- a ocho euros. De momento, no ha subido. “Llevamos toda la semana esperando a que nos traigan, dijeron que igual el sábado; pero nada. A ver si mañana…”, explica, mientras abre y muestra una nevera que permanece completamente vacía.