Calor "agobiante" en los pisos sin aislante térmico en Zaragoza

Muchos hogares aragoneses no cuentan con aire acondicionado, algo que se echa en falta cuando las condiciones de la vivienda no son óptimas para resistir altas temperaturas.

Viviendas de las Balsas de Ebro Viejo, en Zaragoza.
Viviendas de las Balsas de Ebro Viejo, en Zaragoza.
Francisco Jiménez

Las olas de calor pueden convertirse en una pesadilla por muchos motivos. Uno de los más comunes es la falta de aire acondicionado. Pero hay factor más grave que afecta a las edificaciones antiguas y condiciona a los vecinos en las temporadas de temperaturas adversas: la carencia de aislante térmico. Así lo explicaba el presidente de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza, Juan Manuel Arnal: "Son viviendas antiguas sin aislante térmico donde se acumula mucho calor y en muchos casos hay que sumar la pobreza energética que impide que las familias puedan acceder al aire acondicionado".

El Gobierno de Aragón tiene convocada una ayuda directa para la rehabilitación energética de edificios, donde entraría este tipo de pisos, que en un futuro podrían estar renovados. Desgraciadamente, por ahora, la realidad de estas zonas es muy distinta. Un ejemplo de ello son los pisos sindicales de Balsas de Ebro Viejo, que hace unos 70 años se convirtieron en el hogar de algunos aragoneses. "Si no tienes aire acondicionado en estas viviendas no se puede estar, porque no están aisladas", explicaba David Fernández, uno de los vecinos que ha podido instalar aire acondicionado, lo puso hace tres años.

"Son pisos viejos donde viven muchas personas mayores", contaban las residentes Pilar Guallart y Maite Gracia, que compadecían a sus vecinos porque algunos "no tienen aire acondicionado". Unos pisos donde además, se suma el problema de la accesibilidad, añadían. Al ser una localización donde el sol golpea de pleno, solo puede "aguantarse" cuando "corre el aire", sentenciaron. "Debería haber interés por rehabilitar la zona", reconocieron las residentes.

Santa Pérez es otra vecina de Balsas de Ebro Viejo, en este caso, de la zona del Picarral. Estos edificios tampoco cuentan con la protección adecuada. En su casa, indicaba, se sobrevive con "ventiladores, agua fresquita y muchos helados". Al ser una construcción anticuada, las partes de arriba de los edificios son las que más sufren la falta del aislante, detallaba la presidenta de la Asociación de vecinos Balsas de Ebro Viejo, Esther Blasco, porque se recalientan. 

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