Una veintena de afectados de Moros estrenan la oficina para evaluar los daños tras el incendio de Ateca

La DPZ pide al Gobierno central la "urgente" declaración de zona catastrófica, mientras en la localidad se limpian las acequias para regar lo poco que se ha salvado.

Ana Sebastián y Ana Escolano atienden en la oficina para evaluar los daños a Ricardo Alejande.
Ana Sebastián y Ana Escolano atienden en la oficina para evaluar los daños a Ricardo Alejande.
Ayuntamiento de Moros

Por la biblioteca de Moros, convertida desde ayer en una oficina para recoger la información sobre los cuantiosos daños dejados por las llamas, pasaron este martes los primeros veinte afectados. Unos rellenaron allí mismo el modelo de declaración que se ha preparado para facilitar las notificaciones, otros prefirieron llevarse a casa los documentos, uno por cada finca o propiedad pasto del fuego. El propio servicio funcionó a medio gas como consecuencia del pavoroso incendio, ya que ni la telefonía ni internet funcionaban en esta zona del pueblo tras quemarse el cableado.

En esta primera jornada fueron sobre todo los más mayores los que se acercaron a informarse sobre cómo reclamar. "Hay vecinos que tenían leña almacenada para la calefacción para varios años, podemos hablar de hasta 100.000 kilos, que se ha quemado y ahora se plantean si tienen que cambiar o no la instalación. También muchos daños en huertos y casetas donde guardaban la maquinaria", explicó Gemma Casado, una de las dos voluntarias que junto a la coordinadora de la oficina atienden a los que se acercan.

Esperan que la afluencia vaya a más en los próximos días "una vez que podamos acceder al registro catastral y al Sigpac (Sistema de información geográfica de parcelas agrícolas) que se necesitan para cumplimentar los datos", señaló Casado. El alcalde, Manuel Morte, destacó la "implicación" y "colaboración" de los jóvenes, que "están demostrando una gran madurez", y se han coordinado para atender la oficina.

El grueso de las pérdidas llegará de la mano de los agricultores. Desde el Ayuntamiento de Villalengua ya les remitieron "unas 50 o 60 declaraciones de fincas de cultivo de habitantes de aquí que también tienen tierras en Moros", explicó su alcaldesa, Ana Villar. Ateca también pondrá en marcha una ventanilla para presentar oficialmente las reclamaciones.

Las máquinas de la Diputación de Zaragoza (DPZ), una retroexcavadora y una exvacadora ligera de ocho toneladas, que este martes trabajaban en Moros daban una idea del desastre que el fuego ha causado en las infraestructuras municipales. Limpiaron los cauces de las acequias y retiraron los tubos destruidos para que los pocos cultivos que se han salvado puedan volver a regarse cuanto antes. En los próximos días se incorporará un camión dúmper y otras máquinas si son necesarias para iniciar los derribos de construcciones que amenazan con derrumbarse. Los grupos de la DPZ aprobaron la declaración institucional para pedir al Gobierno central la declaración de zona catastrófica.

Mientras el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda (PP), puso ayer en tela de juicio la intención de la DGA de denunciar ante la Fiscalía a la empresa causando del siniestro. "Hay unos permisos en los que no hay una obligación, sino una recomendación, con lo cual, hay una parte en la que no me gustaría buscar ningún culpable, pero, lógicamente, las recomendaciones no dejan de ser más que recomendaciones", criticó.

Gran alarma en Laluenga

Por otra parte, un incendio generó este martes una gran alarma en Laluenga. Se declaró sobre las 16.00, se dio por controlado a las 18.30 y arrasó unas 60 hectáreas de rastrojos. La labor de los equipos de extinción, unido a la colaboración de numerosos vecinos de los municipios cercanos con sus tractores, evitó que fuera a más y amenazara el casco urbano. Las causas se están investigando, pero se baraja que su origen esté en unas labores en una línea eléctrica.

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