Una oficina instalada en Moros recogerá los daños por el fuego

El objetivo es que "los agricultores y vecinos hagan sus declaraciones de los daños" y se puedan resolver todas las consultas.

Un grupo de jóvenes limpian la zona quemada en Moros, que llegó a las puertas de los locales de las peñas.
Un grupo de jóvenes limpian la zona quemada en Moros, que llegó a las puertas de los locales de las peñas.
Guillermo Mestre

Ante la magnitud de los destrozos que el incendio de Ateca causó en Moros, se instalará una oficina para que "los agricultores y vecinos hagan sus declaraciones de los daños" y se puedan resolver todas las consultas "tanto de empresas como de particulares". Así lo explicaba ayer el alcalde del municipio, Manuel Morte, donde según las estimaciones de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), de unas 4.800 hectáreas del término municipal, apenas 300 se han salvado.

Será un servicio que en definitiva, según detallaba ayer el alcalde, servirá "para que la cosa vaya hacia delante y funcione". La pérdida es irreparable y el ayuntamiento espera que entre este martes y el miércoles se reúna un equipo de técnicos y un arquitecto para evaluar los daños.

La oficina se ha instalado en la biblioteca, abrirá de 10.00 a 14.00 de la mañana y recogerá todas las notificaciones de los residentes de Moros. Los ayuntamientos de los demás pueblos afectados, Villalengua, Bubierca, Alhama de Aragón y Castejón de las Armas, también deberían transmitir los daños a esta misma oficina.

En Villalengua, la alcaldesa no se atrevía a calcular las afecciones en las explotaciones agrícolas frutales, aunque advertía que "serán muchas y cuantiosas". Entre el daño en las plantaciones particulares y la afectación a los "sistemas de riegos, las tuberías, las mallas antigranizo…", explicaba Villar, es "complicado calcularlo". Advertía la alcaldesa que la humareda del incendio seguía viva por algunas zonas del perímetro. Al estar vigilado, los vecinos se fueron reencontrando poco a poco con sus hogares.

En los próximos días se comenzarán las evaluaciones de los daños por parte de los técnicos. Esta fue una de las peticiones que manifestaron los ayuntamientos en la reunión que mantuvieron, ayer, con el consejero de Agricultura, Joaquín Olona.

La coordinación de los vecinos en Villalengua ha sido "ejemplar", valoró la alcaldesa. La localidad comienza ahora, tras la recogida de la cereza, la recolecta del melocotón. "La mayoría están quemados", lamentaba Villar, pero los agricultores del municipio "limpiaron el domingo las acequias para que corriera el agua y abrieron los pozos para conseguir regar la arboleda necesaria", explicó Villar.

La ermita de Santa Quitelia es la gran superviviente del terreno de monte quemado. "Lo de la ermita una suerte, fíjate, el fuego la rodeó y no sé quemó", narraba el alcalde de Burbierca, Antonio Borque. "Yo no me lo explico, será que rezamos mucho", añadía el alcalde de Alhama de Aragón, José María Castejón, que cuantificaba numerosos daños en el territorio que rodeaba la ermita. Aún así, corresponden al monte público y los cascos urbanos de Bubierca, Alhama de Aragón, Villalengua y Castejón de las Armas no se vieron directamente afectados.

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