incendio en ateca

El trabajo sin descanso de los 220 efectivos que luchan contra el fuego, el calor y el viento

La climatología y la orografía no ayudan a controlar un incendio "complicado" que combaten sobre el terreno equipos de varias administraciones.

Francisco Jiménez, brigada de la UME.
Francisco Jiménez, brigada de la UME.
F. Jiménez

Los equipos de extinción de incendios de Infoar del Gobierno de Aragón, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y Bomberos de la Diputación de Zaragoza colaboran sobre el terreno en la lucha contra el fuego en el incendio originado en Ateca. El calor y el viento se han convertido en dos enemigos estos días, contra los que se combate para mantener el "perímetro de control". Además de los equipos de extinción participan en el operativo formado por unos 220 efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional y Local y Protección Civil y Cruz Roja.

Así es el trabajo nocturno de la UME.

Francisco Jiménez, brigada de la UME, acababa de llegar de Madrid este jueves de relevo en las tareas de vigilancia en una de las zonas por las que ya había pasado el fuego, a la orilla de la carretera que une Ateca y Bubierca. Este se convertía en uno de los trabajos más importantes en esta fase de estabilización del incendio "para evitar posibles focos y reencendidos", que se habían ido produciendo a lo largo del día. Entre el paisaje desolador dividido entre zonas "verdes" y "negras" todavía se veía humo en algunos puntos entre la maleza que no perdían de vista los equipos. Esos pequeños focos o tocones reconocía que "pueden estar varios días humeando", pero no tenían que provocar la reactivación. El trabajo con sus compañeros, fácilmente identificables con sus uniformes rojos, era "hacer una zona de seguridad" con la que evitar que el manto de cenizas se extendiera más. Su objetivo, perimetrar la zona segura.

La orografía del terreno "con muchas vaguadas y barrancos" dificultaba los trabajos. "Hacen que se propague el incendio", añadía. A ello se han añadido estos días otros dos elementos que hacen mantener todas las cautelas: el calor y el viento. "En cuanto pasamos de 40 grados se nota que no se enfría tanto", explicaba y confiaba en la bajada de temperaturas.

Uno de los camiones con autobomba del equipo de emergencias del Ejército colaboraba con una de las brigadas antiincendios de Infoar del Gobierno de Aragón. Uniformes amarillos y rojos se mezclaban para acceder con una manguera hasta uno de esos pequeños focos humeantes, situados junto a la carretera de Bubierca. Los brigadistas formaban parte de una cuadrilla helitransportada que había llegado por el aire hasta el lugar. Una forma más rápida de desplazarse. Víctor Prieto era uno de los operarios especialistas. Recordaba que está siendo un año "atípico" porque nunca habían tenido tantos fuegos "y en el mismo día". 

Bomberos de la DPZ en Moros.
Bomberos de la DPZ en Moros.
DPZ

Mientras, los bomberos de la Diputación de Zaragoza se centraban en Moros, el municipio más afectado por las llamas. Aún quedaban focos de fuego activos por la tarde en el perímetro del casco urbano. Con sus trabajos preparaban la vuelta de los vecinos, que se produjo finalmente a última hora de la tarde. Además, llevaban agua a los depósitos municipales, que quedaron sin caudal porque el fuego había afectado a la tubería de suministro. Varias dotaciones se trasladaron también a Embid de Ariza para llevar agua, la zona donde se encuentra la "zona de cabeza" del incendio.

El incendio ha pasado de "perimetrado" a "estabilizado", pero desde el Gobierno de Aragón han recordado que se encuentra "lejos de estar extinguido" por lo que siguen quedando días de trabajo para los profesionales que siguen en la zona. Los trabajos continuarán en la línea de control picando y con herramienta pesada, como explicó Diego Bayona, director general de Gestión Forestal.

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