Los toldos de la calle Delicias no convencen a sus vecinos: "Es una tirita que no mitiga el calor"

La poca funcionalidad del nuevo entoldado levanta quejas entre los vecinos que no entienden la ejecución del proyecto del Ayuntamiento.

Instalación de toldos para dar sombra a la calle Delicias de Zaragoza
Instalación de toldos para dar sombra a la calle Delicias de Zaragoza
F. Jimenez

Los bares de la calle Delicias continúan desplegando sus amplias sombrillas en plena ola de calor para amortiguar el sol que invade la avenida, a pesar de la reciente instalación de los nuevos toldos. Las cubiertas están ejerciendo un papel "poco" protagonista, puesto que, tanto el tamaño, como la colocación, no ayudan a paliar el sol directo que golpea a la avenida. La poca funcionalidad del nuevo entoldado levanta quejas entre los vecinos que no entienden la ejecución del proyecto.

Tal y como explicó Sergio Rivera, gerente de Carpas Zaragoza, la empresa que ha instalado los toldos, cuando se presentó el proyecto la instalación iba a conseguir reducir de entre "siete a diez grados" la temperatura de la calle. Pero, ante la ola de calor que se está sufriendo, no parece que haya tenido ningún efecto.

La iniciativa entra dentro del Plan de Comercio y Hostelería que ha elaborado el Ayuntamiento de Zaragoza para intentar reactivar las ventas y el turismo de algunas zonas de la ciudad. Y la idea no es mala, afirmaron algunos viandantes de Delicias, pero el diminuto tamaño de los toldos es "insuficiente" para cubrir la calle de una solana que estos días se podría calificar de "infernal".

El descontento vecinal

"Hay cosas más urgentes que la instalación de los toldos, como la limpieza de la zona", criticó Jesús Martínez, mostrando su claro descontento con la iniciativa. Son cincuenta las velas de color arena las que se han instalado a lo largo del paseo, que, sentenció Martínez, "no sirven para nada". El vecino lo calificó como otra idea "en vano" similar a la construcción del jardín vertical que se inauguró en 2009 y lleva cerrado desde el año 2014.

Por su parte, María del Carmen Esteban, también vecina de la calle, definió la medida como un "parche". Y no es la única que lo denominó de esta forma, Marta Asensio, residente de la avenida valoró el detalle de "intentar mejorar" el aspecto de la vía, pero también lo bautizó como "tirita". La joven no cree que haya ayudado a "mitigar" el calor que los vecinos "sufren". El descontento es generalizado y es cierto que el bochorno se aferra a los 600 metros que recorre la calle Delicias. Tampoco es motivo de alegría el "elevado" coste del entoldado, que, en total, ha sido de 490.000 euros.

Los comerciantes tienen opiniones diversas; coinciden en que la idea no era mala, pero algunos indicaron que "la ejecución no es la correcta", explicó la dueña del comercio Electricidad Delicias. Tirsa Guillen, dueña de la tienda Tirsa&CO, afirmó que está contenta con la idea porque "todo lo que se haga en la calle está bien y es bueno para el comercio". Desde luego, la polémica está servida, hasta hay hueco para el humor. Algunos vecinos se han tomado a "broma" el diseño y ya le han puesto el mote de "los tangas" de la calle Delicias.

Desde el ayuntamiento de Zaragoza son conscientes de que la instalación es "mejorable" pero insisten en que es un "innovador" proyecto "piloto" que se ha realizado con el "mínimo producto viable". También anuncian que se está redactando un anteproyecto para "completar las partes que faltan".

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