Temperaturas extremas

El campo aragonés se blinda contra los fuegos y Sarga refuerza todas las cuadrillas disponibles

Las organizaciones agrarias recomiendan parar la actividad en las horas con más calor. La comarca Comunidad de Calatayud se encuentra hoy en alerta roja.

El incendio de Nonaspe ha calcinado ya más de 1.700 hectáreas.
Imagen de archivo del incendio de Nonaspe.
Oliver Duch

Tras la gran ola de incendios que ya sufrió en el pasado mes de junio, el campo aragonés se blinda contra las altas temperaturas esta semana, cuando los termómetros sobrepasarán los 40 grados en varias localidades. La empresa pública Sarga, encargada de los operativos antiincendios, verá reformadas todas sus cuadrillas terrestres, según confirmó este lunes el director general de Medio Natural del Gobierno de Aragón, Diego Bayona. "Entramos en una semana con gran cantidad de zonas de alerta naranja y esto irá subiendo con el paso de los días hasta llegar a riesgos altos de incendios", indicó. De hecho, la comarca Comunidad de Calatayud se encuentra hoy en alerta roja, mientras que gran parte del territorio turolense está en riesgo naranja, por lo que la DGA mantiene todo su operativo en alerta.

La campaña de siembra del cereal está finalizando. Tan solo restan algunas parcelas en toda la Comunidad y las cosechadoras, causantes de algunos de los incendios, ya están paradas. "En esta segunda ola de calor, los riesgos van a ser mucho menores", aseguró José Manuel Roche, secretario general de UPA-Aragón. No obstante, los agricultores no se relajan y siguen tomando las precauciones necesarias. "Cuando las temperaturas ascienden por encima de los 40 grados, con aire y sin humedad, se debe parar toda la actividad", dijo el máximo representante de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos en Aragón.

Desde la organización agraria advirtieron de que "la mayoría de los incendios se producen por la negligencia de las personas o incluso fenómenos meteorológicos como rayos". En ocasiones es la cosechadora la que, al rozar su corte con alguna piedra y provocar chispas, desata el fuego.

Por parte de la Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGA), recomendaron que si la parcela se encuentra en una zona de secano, próxima a la masa forestal, se debe parar la cosechadora. Asimismo, los agricultores deben poseer equipo como una mochila extintora, pala batefuegos o un depósito de agua. Desde la organización agraria aseguraron que, en esta ocasión, no han emitido mensajes de recomendaciones como si hicieron en junio, ya que quedan pocas parcelas por sembrar.

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) trabaja todos los años con la Escuela Politécnica Superior de Huesca para formar acerca de la mejora de la maquinaria agrícola para evitar incendios. "Recomendamos una preparación a ultranza de las cosechadoras. Además, han de tener mucho cuidado con las horas punta y dónde y cómo se cosecha. Si es en una zona rocosa, pedimos que se eleve 3 metros el corte", explicó Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca.

Cabe recordar que el mes pasado las altas temperaturas se cebaron con los campos aragoneses. En concreto, los dos principales fuegos, en Nonaspe y en Castejón de Tornos, calcinaron unas 4.000 hectáreas -2.000 cada uno-, más que los últimos cuatro años juntos. Según las estadísticas del Departamento de Agricultura, en 2019 se calcinaron 1.360,55 hectáreas de superficie forestal; en 2018 otras 212,62; en; en 2017 se sumaron 805,19 y en 2016 se quemaron 908,36. El terreno afectado en estos dos incendios fue declarado como zona catastrófica por el Gobierno de España.

Olona confirma que "no se plantean prohibiciones"

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, confirmó este lunes que "no se plantean prohibiciones» en el campo para evitar incendios, como sí se produce en algunas Comunidades con la cosecha del cereal. "Quiero pedir prudencia a los agricultores y a cualquiera que lleve a cabo una actividad en el medio natural. En estas condiciones de temperatura, cualquier tarea o labor en el campo es un potencial riesgo de provocar fuegos", añadió el consejero. Desde UAGA se muestran a favor de no restringir ningún tipo de actividad relacionada con la cosecha, ya que "es una actividad básica y necesaria, no es lúdica. Parar una semana o 10 días no es lógico".

En Castilla–La Mancha, el Gobierno regional optó por recomendar la suspensión de la siega, para evitar que cualquier chispa que pudiera provocar la cosechadora termine convertida en devastador fuego.

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