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Puertas barrocas, arcos ojivales y ventanas de alabastro: los secretos de uno de los mayores palacios de Teruel

Casa Lucías parece salvarse de la piqueta en Báguena. Un paseo por el interior de esta casa del siglo XVII revela un mejor estado de conservación del que podría imaginarse.

Algunas de las dependencias conservan muebles de época.
Algunas de las dependencias conservan muebles de época.
Fuset

Son muchos los secretos que guardan las paredes de una casa y, obviamente, son muchos más si la casa es un palacio del siglo XVII. Hace dice días la Comisión Provincial del Patrimonio se opuso al derribo del palacio de Báguena conocido como la Casa Lucías, que tiene como característica singular la fachada más larga de la provincia de Teruel.

"El interior –no obstante– tiene tanto o más valor que la fachada", explican desde la Asociación Fuset, que ha conseguido una serie de imágenes de dentro del palacio en las que se ven dependencias desconocidas hasta para los propios vecinos del pueblo. "En general, la estructura está en buen estado, sobre todo la primera y la segunda crujía, donde se encuentran todas las salas nobles y la escalera imperial impresionante", comenta Alberto Sánchez, presidente de la citada asociación en defensa del patrimonio rural.

¿Qué sería lo más destacable del interior del palacio también conocido como de Azcón-Sancho? Hay mucho donde elegir… Los ingenieros y arquitectos de Fuset señalan las ventanas de alabastro, las puertas barrocas talladas y otros elementos de interés como son los arcos polilobulados y ojivales de la planta baja, que "evidencian las capas de historia ocultas detrás del yeso y la cal".

Estos elementos dan pistas, incluso, de la historia del espacio "muy anterior a la construcción de la casa", que se hubiera perdido para siempre si se hubiera descatalogado el palacio para su derribo como era la intención municipal. "Esas arquerías de la planta baja dejan entrever que la casa tiene una ocupación muy anterior a la de su construcción en el siglo XVII", explican. Rascando bajo la pintura, por tanto, podrían aparecer secretos como frescos o grafitis de épocas anteriores. "La casa puede conservarse con una consolidación estructural sencilla. Y esta es posible hacerla con menos dinero de lo que costaría la demolición y el desescombro", afirma Sánchez, que apuesta por "hacer la consolidación bien", esto es, con con materiales tradicionales y técnicas constructivas de un edificio que tiene 400 años.

"No se va a hundir"

La casa de Báguena lleva más de 50 años cerrada y –como es lógico– se ven zonas sucias y abandonadas, pero presenta un mejor estado de conservación del que pudiera imaginarse. La zona más delicada es la crujía trasera, la parte que da a la calle de atrás, que sí requeriría algunas labores de estabilización. No obstante, "las dependencias nobles y la escalera imperial están en muy buen estado y en absoluto suponen un riesgo de colapso como se ha intentado justificar. Sí podrían darse pequeños desprendimientos, pero la casa no se va a hundir ni se va a caer sobre la plaza como se ha llegado a decir", afirman desde la Asociación Fuset, cuya junta directiva la componen dos arquitectos y un ingeniero. "No somos una asociación de denuncia, sino que nuestro enfoque es constructivo y buscamos aportar soluciones como técnicos que somos", explican quienes han impulado, por ejemplo, la recuperación de varias casas solariegas en Used o han participado en campañas de micromecenazgo para salvar también un histórico inmueble en Montón.

El palacio de Casa Lucías presenta la fachada palaciega más larga de la provincia.
El palacio de Casa Lucías presenta la fachada palaciega más larga de la provincia.
Jorge Escudero

Los especialistas lamentan que ya en su día se perdiera parte del palacio para construir una viviendas adosadas –en las imágenes del Sistema de Información de Patrimonio Cultural Aragonés (Sipca) puede apreciarse–, e insisten en que "con el mismo presupuesto que se emplearía en una demolición es posible consolidar y estabilizar la estructura en aquellos puntos en los que está mal".

Lo más llamativo del palacio nobiliario de Azcón-Sancho, actualmente abandonado aunque es propiedad de un particular, es su larguísima fachada de 40,3 metros de longitud, además de estar junto a la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, declarada Bien de Interés Cultural. El inmueble tiene tres plantas, suma una superficie construida de 2.346 metros cuadrados y, entre sus estancias, hay incluso una capilla. Ante la amenaza de la piqueta, la Asociación Cultural de Báguena solicitó que, al menos, se conservara la extraordinaria fachada principal, pero los expertos en Patrimonio recelan del ‘fachadismo’ porque no evita que se destroce sin vuelta atrás "las capas de historia ocultas".

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