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Los aragoneses 'miman' las terrazas que la pandemia les redescubrió
Los toldos motorizados con sensores de viento y las pérgolas son las tendencias de este verano.
"Mucha gente nos contaba que tenían un pequeño balcón o terraza y no los usaban, pero a consecuencia de la pandemia se han convertido en un elemento muy importante de todas las viviendas". Es la observación que hace Sara Reino, encargada de la tienda de Toldos Serrano en Zaragoza, de uno de los cambios que ha traído (para quedarse) el coronavirus y sus confinamientos: disfrutar de esos espacios, sacándoles el mayor partido.
Y después de dos años de una "inversión fuerte", tal y como destacan desde el sector, los aragoneses siguen apostando por convertirlos en sus oasis particulares de verano. De ahí que las empresas del gremio sigan trabajando a muy buen ritmo (eso sí, un poco menor que en 2021), a lo que ha ayudado la reciente ola de calor que hemos padecido y la subida del coste energético en España. "Esta profesión es muy estacional y el calor influye muchísimo. Las llamadas son un 70% más que un día que salga más fresco; un toldo te quita bastantes grados. Si teníamos que hacer 50-60 instalaciones a la semana pasamos a 150", apunta por su parte Ana Isabel Uriel, encargada de Toldos Alhandaluz (en Cuarte de Huerva).
Las compañías del ramo coinciden en que las propuestas más demandas de este estío en la Comunidad son las pérgolas y los toldos. "Ha crecido mucho el toldo de gama más alta: toldos cofre (que alargan mucho la durabilidad de la lona, al quedar cubierta) y los motorizados con el sensor de viento, que en Zaragoza es muy importante por el cierzo. Estos últimos los subes y los bajas con un mando a distancia, si de repente se levanta viento se recoge solo... Trabajamos con Somfy (especializada en soluciones para casas inteligentes), una de las marcas punteras, y hay otra aplicación para poderlos manejar desde el móvil. Puedes hacer programaciones; da mucho juego y es la tendencia. Asimismo, cada vez se van abriendo más hueco en el mercado las pérgolas en lona tensada, sobre todo para aquellos que cuentan con una terraza grande y quieren hacer una instalación más importante para tener la opción de usarla todo el año. Son como un cerramiento, sistemas estancos que aguantan el viento y granizo", explica Reino.
La responsable de Toldos Alhandaluz indica asimismo que lo que más instalan son las pérgolas para terrazas y el toldo extensible, para el jardín. "La pérgola queda muy bonita y en precio está a la par que un toldo extensible con motor", afirma.
Según la encargada de la tienda de Toldos Serrano, el coste de un toldo motorizado (con una garantía de cinco años) es a partir de los 1.000-1.200 euros (más 80 si se quiere que vaya con sensor de viento) y el de cofre (de alumnio), desde 1.500. "Casi todos se hacen con sensor", comenta. Y en el caso de las pérgolas, habla de 7.000. "Una tercera parte de lo que supone un cerramiento fijo en cristal y nos da más juego", advierte.
Mientras en cadenas de bricolaje y decoración como Leroy Merlin registraron en junio una subida del 120% en las ventas 'online' de pérgolas (con posibilidad de adquirirlas en kit, por piezas o a medida) y del 50% en toldos a nivel nacional; unas cifras que se pueden extrapolar a Aragón, tal y como señalan fuentes de la compañía. En el caso de las pérgolas, recomiendan las bioclimáticas si lo que se quiere es la regulación de la temperatura y se les puede añadir iluminación led "para veladas nocturnas". Y en los toldos aconsejan que la terraza o balcón estén orientados "al sur, este y oeste" para mayor volumen de sombra. Asimismo, recuerdan la opción de los parasoles (un mástil y una vela de poliéster) "muy prácticos" para espacios pequeños y con "fácil movilidad".
Césped y muebles exteriores
Junto a estos elementos, hay que hablar también del césped (por lo general, artificial y que suele colocar el propio usuario), las tarimas (sintéticas) y mobiliario exterior para hacer de terrazas, balcones y jardines el rincón preferido en el que estar. Así, en Toldos Serrano lo que más venden en muebles son conjuntos sencillos y ligeros y en aluminio. "Hace años se apostaba por la madera, que requiere mantenimiento, un lijado y aceite. Eso con el aluminio lo descartamos; se deja el mobiliario en la terraza y nos olvidamos de él. Se da mucha importancia a que no tenga que llevar un mantenimiento", cuenta Sara Reino, que añade que si van con tejido este va reforzado. "En Zaragoza la gente no suele tener jardines grandes donde podamos poner de todo, pero hay mucho juego para poner un sofá pequeño de zona de estar con una mesita, que te permita desayunar, comer o cenar", detalla.
En cuanto a los consejos, esta apuesta para el mobiliario exterior por lonas en tejido acrílico de 300 gramos y en colores medios (ni claros ni muy oscuros) cuando se puede elegir los tejidos para viviendas individuales o instalaciones en patio interior. "En comunidades tienen poco margen donde elegir, tienen un color ya estipulado", dice.
Junto a las oportunidades de trabajo que la pandemia ha abierto en este campo (con muchas construcciones nuevas), las empresas del sector han encontrado también un filón en la hostelería, tras el crecimiento exponencial del número de terrazas. Por ejemplo, para Toldos Serrano ha supuesto casi triplicar las instalaciones que estaban haciendo. Y también es importante para la empresa familiar Toldos Alhandaluz.
