La Costa Dorada vuelve a conquistar a los aragoneses: "Ya lo echábamos de menos"
Salou, Cambrils y La Pineda son las poblaciones más turísticas y las preferidas por los veraneantes de la Comunidad.
Primer fin de semana de julio, el comienzo de unas deseadas y merecidas vacaciones. Muchos aragoneses, como cada año, eligen la Costa Dorada para pasar esos días o semanas de descanso y relax en la playa. Salou, Cambrils y La Pineda son las poblaciones más turísticas y las preferidas. De momento ya se ve movimiento en hoteles, restaurantes, tiendas… Parece ser que la temporada 2022 se presenta mucho mejor que las dos últimas, marcadas por la pandemia de la covid.
"La sensación que tenemos es que la temporada funciona desde Semana Santa", comenta Xavier Guardiá, portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona. "El mes de junio fue bastante bueno, con muchos grupos de estudiantes de toda España, principalmente de Aragón y del País Vasco, y con el turismo deportivo". De hecho, todavía quedan grupos de estudiantes rezagados que todavía están de viaje de estudios.
Es el caso de Lucía, María, Irene y Nuria, un grupo de chicas de Utebo y Monzalbarba que están pasando unos días en un apartamento en Cambrils después de acabar los exámenes en la Universidad. Confiesan que no habían estado nunca en la zona, pero habían oído hablar mucho de Salou y sus alrededores. "Hemos venido en plan rebaño, porque los amigos de Zaragoza siempre hablan de las playas y del buen ambiente que hay en Salou", explica Lucía. El plan que llevan es muy simple: "Por las mañanas, a tumbarse en la arena; y por las noches, a bailar".
También hay en la Costa Dorada otro tipo de turismo más familiar, e incluso de personas mayores, que acuden a descansar, pasear y desconectar de la rutina. Es el caso de Lola y Felipe, una pareja de la capital aragonesa que se aloja en un hotel en el centro de Cambrils durante diez días. Siendo pequeños, cuando viajaban con sus padres, iniciaron su idilio con este destino turístico y se han mantenido fieles.
"Cambrils está muy bonito, limpio, cuidado, con un paseo precioso para los atardeceres. La verdad es que nos encanta", explica Felipe. Lo que más les gusta es pasear y encontrarse con amigos de Zaragoza. Ellos han contratado la pensión completa en el hotel porque "así es más cómodo y económico, que hoy en día hay que mirarlo todo porque los precios han subido mucho ", añade Lola.
A pesar de las buenas sensaciones y de que, al parecer, la pandemia y los contagios ya no influirán tanto en la llegada de turistas, hay otras amenazas que preocupan a los empresarios del sector. Estas son, por un lado, la inflación; y, por el otro, la guerra en Ucrania. Sobre el aumento de los precios, principalmente en la energía y los combustibles, Xavier Guardiá es más bien optimista: "Lo cierto es que hay mucha demanda y, aunque el precio de la gasolina puede afectar al turismo de proximidad que viene en coche, creo que esto se verá contrarrestado por las ganas que tiene la gente de salir y ver el mar".
De hecho, los hoteleros están bastante animados. "El mes de julio es un mes un poco especial; no acaba de arrancar al principio pero que se anima más en la segunda quincena", manifiesta el portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona. Por ahora hablan de una ocupación del 80% en fines de semana y puentes y con turismo prácticamente nacional.
Guardiá se atreve a afirmar que los porcentajes de ocupaciones de julio y agosto serán parecidos a los de 2019, antes de la pandemia, pero "la gran duda la tenemos en septiembre y octubre", añade.
La Pineda también es otro de los municipios preferidos por los aragoneses. Ricardo, Rocío e Irene son una familia de Zaragoza que se hospedan en el Hotel Palas. Son asiduos de la Costa Dorada porque les gusta la playa, los paseos y las compras. "Hacía dos años que no veníamos y ya lo echábamos de menos", comentan los veraneantes, que piensan aprovechar durante una semana de todo lo que no pudieron hacer durante los veranos anteriores.
