"Los conejos se comen campos enteros, es un desastre"

Javier Losilla, presidente de la cooperativa cerealista San Isidro de Alfamén, reclama un plan de choque contra la plaga que suponen estos animales en los campos del pueblo, y que dura ya una década

Trigal de Alfamén arrasado por los hoyos que hacen los conejos.
Trigal de Alfamén arrasado por los hoyos que hacen los conejos.
J.P./San Isidro

“Les escribimos en nombre de la cooperativa cerealista San Isidro de Alfamén y de todos sus agricultores”. Así comenzaba la nota enviada a HERALDO desde este colectivo, nota que describía un problema que ya puede calificarse de persistente y lacerante en esta y muchas otras localidades de Aragón: la plaga de conejos que asola los cultivos. Javier Losilla, presidente de la cooperativa, califica la situación de “desastre” y resume en tres palabras su visión del problema: “no podemos más”.

En Alfamén aclaran que la queja remite a un problema que lleva una década vigente y no tiene visos de solución. “No es que se coman una pequeña cantidad de terreno, es que ahora ya los conejos se comen campos enteros, a pesar de que llevamos años cambiando de cultivos a otros que supuestamente no se comen. No es así”. Losilla alude concretamente a la cebada y el triticale (trigo reforzado con centeno) como los últimos intentos infructuosos. “Si a esto le sumas los altos precios que tiene el gasóleo, la mayoría de los agricultores de la cooperativa se van a ver obligados a no sembrar más por ahora, ya que no se llega a sacar ni el valor de la semilla”.

Espigas devastadas por la plaga.
Espigas devastadas por la plaga.
J.P./San Isidro

La caza, un simple parche

Losilla explica que al ser un caso claro de plaga, se permite la caza de la especie invasora, pero también apunta que la medida resulta insuficiente. “Aquí ya podemos cazar 50.000 que nacen otros tantos en nada de tiempo. Y ojo, que llega enero y no te puedes imaginar los destrozos, porque les crecen los colmillos y lo roen todo. ¿Y qué pasa con nuestro trabajo? Pues la sensación es de que nadie nos hace caso. Trabajas para nada, vaya. Al final te limitas a plantas lo que marque la PAC y absolutamente nada más; tienes una inversión hecha, maquinaria, gastos de producción más altos que nunca por la crisis que ha traído la situación de Ucrania… y a ver, nosotros somos del cereal, pero las viñas también están muy afectadas. Es un caos para todos”.

Losilla es muy gráfico. “Los campos están llenos de hoyos, a cientos; imagínate cuántos conejos hay, que acabamos matando alguno con la cosechadora simplemente por pasar. Es una situación muy real, lleva demasiado tiempo y nuestra paciencia se ha acabado. Tenemos que hacer algo cuanto antes, y solos no podemos”.

Desde el colectivo se quiere hacer un llamado a la unidad con afectados de otros pueblos de la provincia. “Aquí cerca tenemos a Épila o Calatorao, que también andan desesperados. Igual la solución es unir fuerzas entre afectados, que hablen los ayuntamientos y nos hagamos oír entre todos, y dejar claro lo que pasa para que se nos oiga en toda la provincia. Que me parece muy bien que se actuase contra las palomas que se cargaban los tejados en Zaragoza, que atacaban el Pilar y es patrimonio de todos, pero nuestros cultivos merecen como mínimo igual preocupación, y medidas contundentes. Que los impuestos se pagan igual aquí, aunque los cultivos no renten. La caza, repito, no es solución, en la práctica es pelear con pistolas de agua. Necesitamos medidas más contundentes”. 

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