La DGA prevé aprobar sus últimas cuentas en noviembre para "alentar" la recuperación
Inicia su elaboración sin conocer las entregas a cuenta del Estado y pendiente de que las reglas fiscales sigan en suspenso en 2023.
El Gobierno de Aragón prevé aprobar su último presupuesto en noviembre con el objetivo de "alentar" la recuperación económica y garantizar, al mismo tiempo, la sostenibilidad financiera a lo largo del próximo año. El consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, especifica en la orden de elaboración de las cuentas, publicada este viernes en el boletín oficial, que sus compañeros de gabinete tendrán poco más de dos semanas, hasta el día 19, para presentar sus propuestas de ingresos y gastos, imprescindibles para preparar la propuesta que se llevará al Consejo de Gobierno el próximo otoño.
Si se cumplen las previsiones, el proyecto de presupuestos se tramitará en las Cortes en menos de mes y medio con el objetivo de que esté en vigor con el inicio del nuevo año, como ya se ha garantiza en los tres ejercicios previos del cuatripartito.
Pérez Anadón ha puesto la maquinaria presupuestaria en marcha sin saber por el momento cuestiones que son "esenciales", como el importe de las entregas a cuenta del Estado, es decir, los fondos provenientes de la financiación autonómica y que suponen el grueso de los ingresos de la DGA. Si no se repiten los retrasos de ejercicios anteriores, la cifra se debería aclarar este mismo mes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
También está pendiente de que el Congreso respalde el mantenimiento de la suspensión de las reglas fiscales, vigente desde 2020, algo que se da por hecho ante la actual coyuntura y, sobre todo, porque cuenta de antemano con el aval de la Comisión Europea desde hace un mes. E igualmente se deberán concretar las tasas de referencia, principalmente la del déficit, que fija el Ministerio de Hacienda para que sirvan como guía a los gobiernos autonómicos. De la misma forma, habrá que detallar la evolución de los tributos cedidos y propios, tal y como reconoce el Ejecutivo aragonés.
La orden recuerda que el principio de estabilidad presupuestaria está vigente desde hace una década y que las Cortes de Aragón tendrán que aprobar el techo de gasto.
El consejero de Hacienda se ha adelantado a su propia orden y ha empezado los contactos con los distintos departamentos con el fin de esbozar el anteproyecto, aunque ha establecido en todo caso unos plazos. Lo más imperioso es conocer las necesidades de las consejerías, los organismos autónomos y las entidades de derecho público, por lo que ha fijado como límite el citado día 19 de julio para disponer de las propuestas de gastos y también de ingresos. Para esa misma fecha deberán remitir toda la información las empresas públicas, las fundaciones y consorcios.
El siguiente hito expira el 1 de septiembre con las propuestas de modificación del texto articulado, en el que se fijan cuestiones como las medidas de control del gasto que se establecieron en las cuentas vigentes. Por último, la orden de Hacienda establece el 15 de septiembre como tope para las memorias y fichas de objetivos e indicadores.
Pérez Anadón ha subrayado que el presupuesto es una herramienta de "estabilización de la actividad económica" con la que se va a priorizar las políticas "en un contexto marcado por una fuerte incertidumbre y el impacto negativo en las haciendas públicas asociado a la crisis energética y la guerra de Ucrania".
Los presupuestos incluirán de nuevo los fondos React-EU, dado que la Comisión Europea amplió el plazo para ejecutarlos en su integridad hasta mediados de 2023. Por lo que respecta a la inyección derivada del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), el consejero de Hacienda ha dispuesto que cada centro gestor le remita los ingresos previstos en el próximo ejercicio para desarrollar los diferentes programas. En todo caso, la máxima trasladada por el cuatripartito es la de la "prudencia" tanto en el cálculo de ingresos y gastos ante la inestabilidad reinante.
