Los fuegos dan una ligera tregua tras arrasar en Aragón más de 4.000 hectáreas en una semana

Los incendios de Castejón de Tornos y Sigüés ya están controlados. La DGA pide que se limiten las labores agrícolas ante el riesgo alto de nuevos focos.

Tareas de extinción en Castejón de Tornos.
Tareas de extinción en Castejón de Tornos.
Verónica Mora

La ola de incendios que sacude desde hace una semana a Aragón dio este martes una ligera tregua tras dejar unas 4.200 hectáreas calcinadas y más de 420 personas desalojadas de sus hogares y alojamientos turísticos. El virulento fuego en Castejón de Tornos, que se declaró el lunes y obligó a trasladar a 80 ancianos de la residencia de mayores de Burbáguena, se dio por controlado a las 17.18 tras arrasar unas 2.000 hectáreas de monte bajo, encinar y pinar, de los términos municipales de Castejón de Tornos, Luco de Jiloca, Burbáguena, Báguena y Calamocha. Esta extensa superficie ardió en menos de tres horas. Está previsto que a lo largo de hoy los residentes puedan regresar al centro.

A lo largo de todo el día las miradas estuvieron puestas especialmente en este incendio, que alcanzó los 22 kilómetros de diámetro. Durante la tarde, los esfuerzos de los efectivos se centraron en combatir el flanco izquierdo. El temor era que ante cualquier rebrote las llamas saltasen a una zona próxima con una amplia masa forestal. El fuerte viento, de hasta 60 y 70 kilómetros por hora, complicó en algunos momentos las labores. Afortunadamente, las precipitaciones que cayeron sobre las 17.00 permitieron controlar la situación. Durante la noche se quedaron trabajando tres cuadrillas terrestres y tres autobombas.

Cuando a media tarde parecía que los principales focos no iban a dar más sobresaltos, la atención se dirigió hacia Monreal de Ariza. Fue un susto con mayúsculas y las llamas se dominaron en apenas dos horas durante las que calcinó unas 23 hectáreas. Se declaró a las 16.33 y ya se consideró controlado a las 18.13.

Otro de los puntos que mantuvo en vilo a los medios de extinción fue el fuego de Sigüés, que se logró controlar a las 13.35 y afectó a unas 50 hectáreas de pinar. Se trata del único del que se sospecha pudo ser intencionado, algo "totalmente excepcional" en la Comunidad, dijo Joaquín Olona, consejero de Agricultura, durante su visita por la tarde a Burbáguena. Acudió a la localidad de la comarca del Jiloca junto a la consejera de Presidencia, Mayte Pérez.

El arrestado por su posible implicación, un indigente de unos 70 años, hizo ayer uso de su derecho a no declarar ante la Guardia Civil de Zaragoza que lleva a cabo la investigación. Hoy pasará a disposición del juzgado de Ejea de los Caballeros encargado del caso.

Una cosechadora está en el origen de dos de los últimos fuegos, el de Sigüés y el de Monreal de Ariza. No es el caso del de Nonaspe, que se dio por controlado a las 7.10, y deja un balance de 2.000 hectáreas quemadas. Este fuego se originó en una finca frutal y todo apunta a que un joven estaba haciendo alguna labor agrícola.

Hidroaviones, helicópteros, cuadrillas terrestres y autobombas tuvieron que emplearse a fondo otro día. Aunque la emergencia se bajó a la situación operativa 1 nivel 1, la alerta por alto riesgo de fuego persiste en la Comunidad. Por ello, el consejero de Agricultura volvió a hacer un llamamiento a la prudencia "para adaptar todo tipo de actividades al aire libre" e incidió en las tareas que se llevan a cabo en los campos.

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