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Vacaciones por las nubes: "Es una vergüenza que un billete de AVE cueste 200 euros"

La gran demanda en contraste con una oferta de billetes y hotelera mermada por la pandemia y sujeta a incertidumbre por la crisis internacional ha generado una tormenta perfecta en forma de precios disparados.

Los hoteles de la Costa Dorada están este puente al 100%. En la imagen, la playa de Levante de Salou, ayer a primera hora.
Una vista de una playa de la Costa Dorada.
José Carlos León

Un billete de AVE a Madrid un domingo por la mañana 200 euros. Un vuelo a Estambul, 700. Una noche en un hotel del Pirineo, 700. El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Aragón, Jorge Moncada, va enumerando la 'lista de precios' del verano de 2022. Cantidades totalmente disparadas, al doble o incluso al triple de su precio habitual por estas fechas, ya de por sí elevadas en plena temporada alta vacacional.

Detrás de estos precios "disparatados", como los llega a calificar Moncada, no hay un solo motivo, sino varios que han dado lugar a la tormenta perfecta (de verano).

"El principal motivo de esta escalada de precios -explica Moncada- es que se está produciendo una gran demanda mientras que la oferta no está al mismo nivel". "Hay mucha gente que en estos dos años se ha dejado muchas cosas por hacer, pero ahora mismo no hay una respuesta adecuada". 

Uno de los principales tapones es el aéreo. "Muchas compañías, sobre todo las que volaban hacia Asia, no han vuelto o no han vuelto con las mismas frecuencias", cuenta el agente de viajes. Así que casi toda la demanda se concentra en muchas menos compañías, sobre todo en Qatar, Etihad o Emirates, "cuyos aviones van hasta los topes" aún cuando los pasajes que un mes de julio costaban en torno a los 600 o 700 euros  ahora están alrededor de los 1.000.

Sin salir de Europa pasa parecido. Un vuelo de Ryanair a Atenas pasa de largo los 400 euros (sin añadir extras). Si el destino es Estambul, en julio y agosto los billetes con Turkish Airlines (de las pocas alternativas que quedan tras la pandemia) cuestan 700 euros, cuando el precio habitual en fechas similares es exactamente la mitad: 350.

Las alternativas por tierra no son mucho más halagüeñas. A la gasolina sobrepasando por la mínima los 2 euros, hay que añadir que las conexiones por AVE están igualmente infladísimas de precio. Y peor aún: "Es que no hay plazas", constata Moncada, quien señala que viajar desde Zaragoza a Málaga este verano está francamente complicado por la falta de asientos. Todo ello hace que los precios se estén elevando enormemente, hasta por ejemplo los 200 euros un Zaragoza-Madrid, sobre todo los viernes o domingos en el trayecto inverso. Algo que Moncada califica directamente de "vergüenza".

En cuanto a los alquileres de coche en los destinos, el problema que surgió el año pasado se reproduce este también. "Las compañías de alquiler de coches, en el caso por ejemplo de las islas, no pueden tener 1.000 vehículos solo para los meses de verano. Y todavía, cosa que sucede también con las aerolíneas, las grandes empresas y multinacionales del turismo sienten gran incertidumbre, derivada ahora, pasada la pandemia, de la guerra de Ucrania, la crisis del combustible y otros factores desestabilizadores".

En este estado de cosas, denuncia Moncada, restaurantes, bares y, sobre todo hoteles, se han lanzado a otra subida de precios. "No es normal que un hotel de los Pirineos pida 700 la noche. Entiendo que se aprovechan del cartel de 'completo', pero...".

Habla Jesús Pellejero, propietario de hoteles en Formigal e Ibiza. Reconoce que los precios de los hoteles han subido este año, tras un 2021 en el que estaban asequibles como gancho en un verano aún pandémico. Este eso se ha acabado. Apunta que la media en un cuatro estrellas en julio en Ibiza  será de unos 300 euros la noche. En parte, explica, para recuperarse de "dos años muy malos en los que no hemos podido vivir del público local como sí lo han hecho restaurantes o bares, nosotros hemos estado cerrados". 

Pero argumenta más cuestiones. La primera, la inflación de los precios, que afecta a combustibles y a alimentos y que Pellejero califica de "terrible". Solo en el coste de las comidas, Pellejero calcula el incremento en un 30 o 40%. Igualmente, señala los costes del personal. "Al haber escasez, los salarios están por encima y también estamos colaborando en la vivienda".

Pellejero espera, no obstante, que esta situación sea coyuntural. A la par que se muestra "preocupado" por los precios de los billetes aéreos, sobre todo a las islas.

¿Hay alternativa? Moncada propone a los aragoneses optar por las islas, Baleares o Canarias y, sobre todo, salir desde el aeropuerto de Zaragoza por dos motivos. Uno, el ahorro que supone en AVES a Madrid o Barcelona. Otro, potenciarlo para que en un futuro haya cada vez más alternativas. En cuanto al alojamiento, sugiere viajar en grupo, con familia o amigos, de manera que se puedan compartir gastos en apartamentos o incluso chalets, "que aún quedan y bien de precio".

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