Agricultura
De la tierra al cielo de Ascara
El proyecto Cielos de Ascara, de Atades, incorpora nuevos cultivos ecológicos y continúa con su papel de recuperación de las variedades locales.
Con el objetivo de seguir con la recuperación de las variedades locales de la tierra y apostar por la agricultura ecológica, el proyecto Cielos de Ascara, del centro especial de empleo Gardeniers, ha incorporado nuevos cultivos a sus campos. El espárrago verde, la lenteja y el centeno se incorporan al crecimiento de los cultivos ya impulsados con distintas variedades de legumbres autóctonas, como el boliche, la miel Legado de Ascara y las piparras, entre una variedad creciente de productos ecológicos.
"Lo que estamos haciendo, más que incorporar nuevos cultivos, es continuar ampliando superficies en el proyecto de recuperación de las variedades locales, y seguimos también con el proceso de recuperación y de multiplicación tanto de la lenteja como del garbanzo", explica Félix Arrizabalaga, gerente de Atades y de Gardeniers. El objetivo de este año es, si la cosecha se da bien, empezar a comercializar garbanzo. "El boliche lo llevamos más avanzado porque lo hemos estado comercializando ya varios años. En el caso del garbanzo y la lenteja, ese proceso va más despacio", indica el gerente. Además, respecto a la lenteja, asegura que la adaptación "nos está costando bastante", pero seguirán con la labor de multiplicación de este cultivo.
Todas estas novedades se dieron a conocer en la cuarta ‘bolichada’ anual que Cielos de Ascara promueve con diferentes entidades. Entre los asistentes se encontraban el alcalde de Ascara, Francisco Aísa, el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, y el comisionado para la agenda 2030, Fermín Serrano. También se habló acerca de la producción que se estima este año, con cerca de 1.200 kilos de boliche ecológico, 15 toneladas de centeno pirenaico, 3.000 botes de piparra ecológica, 1.500 kilos de garbanzo ecológico y 1.100 kilos de la variedad de miel ecológica mil flores.
Cielos de Ascara es un proyecto ecosocial que impulsa Atades en el centro especial de empleo Gardeniers, centrado en la recuperación de variedades locales de las comarcas de La Jacetania y el Alto Gállego. Todos los productos se elaboran en un obrador propio y son comercializados por Gardeniers.
"La iniciativa está funcionando bastante bien. Es un proyecto de maduración lenta. El trabajo implica la transformación de parcelas dedicadas a la agricultura convencional a las de agricultura ecológica. Eso implica un decalaje de aproximadamente 2 años", indica Félix Arrizabalaga. Dentro de ese proceso, hay un año dedicado exclusivamente a regenerar los suelos. Otra de las dificultades que se han encontrado con estos cultivos es que se han empezado con cantidades muy pequeñas de semilla, lo que ha afectado a determinados cultivos. "Hay algunos que progresan más rápidamente, como es el caso del boliche, pero hay cultivos en los que el resultado es más complicado como puede ser el garbanzo o la lenteja", asevera el gerente. Además, respecto al del garbanzo, a pesar de tenerlo cultivado en una zona vallada, los jabalíes entraban, retrasando la producción.
En Cielos de Ascara también se trabaja en apicultura ecológica y "en 2021 tuvimos que renunciar a la producción ya por la baja cantidad de abejas que había. Nos dedicamos solo a cuidar los enjambres y a multiplicar abejas. Este año, retomaremos la producción", dice Félix.
Un pequeño molino
La iniciativa no termina aquí. Los planes de futuro pasan por ampliar las superficies para poder incorporar cultivos en zonas que antes no eran ecológicas. "A partir del año que viene, empezaremos a utilizar algún otro campo que nos permita dar un salto en extensión y producción", expresa el gerente de Atades. A este proyecto se plantea añadir también, a partir de otoño, "una línea con un pequeño molino para producir harina de cereal y harina de legumbre".
Cielos de Ascara además forma parte del proyecto ‘Producción ecológica de Alimentos ligada al Territorio aragonés’, donde se trabaja en la recuperación de legumbres autóctonas, melón de Torres de Berrellén y miel ecológica con flor de borraja.
