La Cámara de Cuentas detecta una "elevada atomización" de contratos menores en el IAF
Denuncia "evidencias de fraccionamiento" en prestaciones recurrentes al fiscalizar los ejercicios de 2019 y 2020 de la entidad dependiente de la DGA.

La Cámara de Cuentas ha detectado una "elevada atomización" de contratos menores en el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) a lo largo de 2019 y 2020 y ha obtenido "evidencias de fraccionamiento" en prestaciones recurrentes. Así lo recoge en la memoria de fiscalización de ambos ejercicios de la entidad, que llegó a firmar 1.224 contratos menores que suman 2,58 millones, lo que representan el 54,9% y el 97% de las adjudicaciones, respectivamente, en ambos ejercicios. Por ello, censura su gestión y advierte de que debieron salir a concurso para garantizar la publicidad, concurrencia y transparencia a la que obliga la ley vigente.
Esta es una de las conclusiones a la que llega el informe de fiscalización, que también afea la gestión de las subvenciones. No solo por resolver con retraso y omitir el debe de comunicación a la Base de Datos Nacional, sino por la acumulación de expedientes electrónicos incompletos y la "trazabilidad deficiente" de las revisiones efectuadas.
No se queda ahí, dado que cuestiona la gestión de personal, desde la "insuficiente publicidad" en las convocatorias de selección y el mantenimiento de un subdirector "sin reunir los requisitos exigidos" hasta la existencia de una retribución por cumplimiento de objetivos "poco rigurosa y sin aplicar proporcionalidad".
Aunque la Cámara de Cuentas llega a señalar que el IAF gestionó los fondos públicos de acuerdo con la normativa aplicable, sí recoge incidencias y formula recomendaciones.
En el primer año de los analizados, 2019, los ingresos y gastos ascendieron a 15,4 y 15,4 millones, respectivamente. La Cámara de Cuentas afirma que ni la contabilidad patrimonial ni la presupuestaria reflejaban la actividad real, ya que se reconocen como gastos e ingresos las actuaciones de fomento aprobadas en el ejercicio, con independencia del momento en el que se ejecutaron y se dispuso de los fondos para financiarlas. En 2020, se normalizó la actividad, con unos ingresos de 11,5 millones y unos gastos de 21, cuya diferencia se cubrió con remanentes.