'e-sports'

El día a día de locura en la casa aragonesa de los 6 millones de seguidores

Zeta Gaming, el único club profesional de e-sports de la Comunidad, ha estrenado un chalet en Madrid donde cinco ‘streamers’ viven, conviven y crean contenidos. Esto es lo que se cuece ahí dentro.

ZETA Content House / 30-05-22 / Enrique Cidoncha - 4 de 4[[[FOTOGRAFOS]]]
Los directivos y 'streamers' de Zeta Gaming, en el jardín de la casa
Enrique Cidoncha 

Al norte de Madrid, en una de esas urbanizaciones donde el precio de los chalets empieza sumar ceros sin demasiado esfuerzo, acaban de aterrizar unos particulares inquilinos. Se trata de cinco creadores de contenidos que viven, conviven y trabajan en los generosos límites del chalet. Son ‘streamers’, las nuevas celebridades de internet que se dedican a producir vídeos y hacer retransmisiones en directo, con las que tratan de engordar su lista de seguidores en las redes sociales. Estos cinco jóvenes de entre 19 y 33 años reúnen en esta casa a más de seis millones de fieles, y subiendo.

La casa está a los pies de la sierra madrileña, pero es aragonesa. Está gestionada -y pagada- por Zeta Gaming, el único club profesional de e-sports (competiciones de videojuegos) de la Comunidad. Esta empresa de apenas año y medio de vida tiene dos equipos en la Segunda División de las mejores competiciones, el League of Legends y el Valorant, y afronta el reto de lograr los ascensos. Sin embargo, la casa de la sierra madrileña está al margen de las competiciones. La misión de los inquilinos no es competir, sino crear contenidos audiovisuales de entretenimiento con los que el club pueda aumentar su base de seguidores. Y que, con ellos, lleguen también las marcas y los patrocinios (los ingresos) con los que poder afrontar esos retos deportivos.

El día a día aquí es de locura. En una esquina alguien puede estar grabando un vídeo con pelotas de tenis de mesa, mientras en otra parte de la casa otro hace un baile viral y más allá se prepara una cata de productos argentinos. Cada rincón del chalet es susceptible de convertirse en escenario y plató de los ‘streamers’. “Antes estaban cada uno en su casa, pero no era lo mismo. Esto nos da mucho más juego, y desde que la abrimos hemos ganado muchos seguidores”, señala Nacho Ortiz de Zárate, cofundador de la empresa. 

Zeta Gaming, el único club profesional de e-sports de la Comunidad, ha estrenado un chalet en Madrid donde cinco ‘streamers’ viven, conviven y crean contenidos.

Es lunes, día de grabación. Es la jornada reservada para que estas celebridades de internet creen contenidos para Zeta Gaming. Se graba un vídeo ‘largo’ -hoy toca que jueguen a adivinar la identidad de unos famosos cuya cara aparece distorsionada en una pantalla-, además de un podcast y de varios vídeos cortos para Tik-Tok o Twitter. Con ese material, los creativos de Zeta alimentarán sus redes sociales durante la semana. Cuando se supere el lunes, los ‘streamers’ tendrán barra libre durante el resto de la semana para crear sus propios contenidos para sus propios seguidores.

Lo hacen en cualquier estancia de la casa o en sus propias habitaciones, convertidas en pequeños platós con enormes pantallas de ordenador y luces llamativas. Zeta Gaming les pone (y les paga) la casa y los gastos; y ellos viven de lo que generan en sus perfiles personales, donde suman cientos de miles de seguidores. De ellos viven, de ellos dependen.

Generalmente producen contenidos basados en el mundo de los videojuegos, pero no solo eso. Norman Vivas, conocido como ‘Zorman’, es el más veterano. Es un sevillano de 33 años que saltó a la fama por ‘Yo soy cani’ una canción que se hizo viral en Youtube. En esta plataforma, Zorman suma 2,7 millones de seguidores. “Yo soy de la primera era de internet, que es Youtube. Tuve que evolucionar porque eso se ha quedado obsoleto, así que me adapté al mundo ‘streamer’”, cuenta. 

En un mundillo en el que lo que hoy está arriba, mañana está abajo, Zorman confiesa sentir que puede “no estar a la altura si hay otro cambio”. Por eso, dice tener sus planes para buscar una reconversión profesional. Más allá de las risas y de las locuras que muestra en los vídeos, confiesa que “lo más duro es la presión de tener que mantener los seguidores”. “Hay factores que no están en tu mano, pero que te pueden dejar fuera”, observa.

ZETA Content House / 30-05-22 / Enrique Cidoncha - 1 de 3[[[FOTOGRAFOS]]]
Zorman, en la habitación donde 'streamea', acompañado por su perro, 'Manos'.
Enrique Cidoncha

Esa presión por mantener su base de fieles sobrevuela el ambiente. Los móviles siempre están en las manos de estos chavales, y allí comprueban permanentemente sus perfiles, las interacciones que reciben, lo que se mueve por la red... ‘Imantado’, gaditano de 24 años, roza el millón de seguidores entre Twitter, Instagram, TikTok, Twitch y Youtube. Se graba vídeos de todo tipo, muchas veces comentando videojuegos, pero también cocinando, paseando… Y de este material vive, aunque su padre “pensaba que no se podía comer de esto”. 

“Todos los que estamos tenemos miedo a lo nuevo. Yo crecí siguiendo a muchos ‘youtubers’ que ya no están, así que es normal tener miedo a que la propia plataforma te deje atrás”, apunta. Viven en el lugar que trabajan, con las limitaciones que esto supone para crear, por ejemplo, una familia. “Miramos el presente, vivir la experiencia sin mirar al futuro. Solo queremos estar unidos y seguir creciendo; lo que tenga que venir luego, ya vendrá”, señala Imantado.

ZETA Content House / 30-05-22 / Enrique Cidoncha - 4 de 4[[[FOTOGRAFOS]]]
Imantado, en su puesto de trabajo, en su propia habitación.
Enrique Cidoncha

Dequiv es otro de los inquilinos de su casa. Un ‘tuit’ suyo con el texto "café y cigarro" supera las 3.000 interacciones de sus seguidores, al nivel de lo que puedan generar algunos de la cuenta oficial de, por ejemplo, el Fútbol Club Barcelona. No dice ni su nombre ni su procedencia, solo que tiene 24 años. Empezó jugando al videojuego GTA, hace dos años comenzó “a streamear’ -retransmitir-” lo que hacía y “de repente todo fue creciendo”. Ahora juega a más videojuegos y hace vídeos diversos, como “una barbacoa, una partida de ping-pong o cualquier megalocura”. “A mi familia les costó entenderlo, me decían que me buscara un trabajo de verdad hasta que empezaron a ver resultados”, señala.

El último en llegar ha sido Franco Ciancioci, alias ‘Betra’. A sus 24 años, aterriza desde Argentina, donde ya vivía de ser ‘streamer’. Su caso es algo distinto, ya que se dedicaba a la programación. Empezó a programar para Auron, una de las mayores celebridades de Internet. “Un día abrí un ‘stream’ -un canal para retransmitir- y de pronto había 10.000 personas. Gustó y empecé cada vez a programar menos y a hablar más. Un día la gente me empezó a parar por la calle y a pedir fotos, fue una locura”, recuerda. Con él está Mar Cosca, una joven argentina de 19 años con más de 150.000 seguidores en Instagram. “El último año del colegio, en la cuarentena, vi que empezaban a subir los seguidores sin parar. Empecé a prestarle más atención, a mostrar mi día a día… y así empezaron a llegar las marcas”.

ZETA Content House / 30-05-22 / Enrique Cidoncha - 4 de 4[[[FOTOGRAFOS]]]
La 'instagramer' Mar Cosca graba un reto viral con el 'streamer' Betra, que además es su pareja. 
Enrique Cidoncha

Los ingresos de estos ‘streamers’ pueden llegar por varias vías, pero fundamentalmente vienen del tráfico que generan en las distintas plataformas y de los patrocinios que puedan lograr. Es la dinámica en la que quiere entrar Zeta Gaming. Pese a estar en las segundas divisiones de las ligas de videojuegos, es uno de los clubes más importantes de España en cuanto a las interacciones y fidelidad de sus seguidores. Y ahí es donde la casa madrileña adquiere un valor especial. “Ellos generan contenidos y crecen en la casa, y a nosotros nos generan un trasvase importante de seguidores”, comenta Nico Ferro, CEO de la empresa. Para ello, los vídeos que producen para Zeta pueden tener cualquier temática. El club, no obstante, 'tira' hacia el mundo de los videjuegos y del 'hip-hop', ya que el rapero zaragozano Kase.O es uno de los socios.

Fuera de los focos -al menos de momento-, Liz es la base oculta de esta casa. Es la mujer que todas las mañanas pasa cuatro horas “recogiendo lo que dejan por la noche”, limpiando y cocinando. “Son jóvenes y tienen que pasar el rato en algo”, les justifica. Esta panameña señala que para los ‘streamers’ lo fundamental es “que deje la comida hecha”. “Si no, no sé si sobrevivirían”, concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión