turismo 

Una agencia de viajes francesa abre una ruta turística en torno a Goya: de Burdeos a Fuendetodos

Esta semana ha llegado el primer grupo, unos 45 pasajeros jubilados franceses que han recorrido desde Canfranc a Zaragoza, Muel, Fuendetodos y Remolinos.  

Los viajeros de Burdeos cruzaron la frontera por Canfranc el pasado lunes para pasar la semana ligada a la historia del pintor Francisco de Goya.
Los viajeros de Burdeos cruzaron la frontera por Canfranc el pasado lunes para pasar la semana ligada a la historia del pintor Francisco de Goya.
Heraldo

Michel Galán tiene una agencia de viaje en Burdeos que se llama Tournesol y esta semana ha puesto en marcha una nueva etapa, después de pasar la pandemia, para abrir la Ruta de Goya, entre la capital de Nueva Aquitania, donde murió el 16 de abril de 1828, hasta Fuendetodos, la localidad zaragozana en la que nació el 30 de marzo de 1746.

Un grupo de 45 franceses jubilados han aceptado la propuesta de conocer al pintor Francisco de Goya en su tierra natal, recorriendo las localidades aragonesas donde dejó su huella. 

Los aquitanos han trabajado en la Administración de Nueva Aquitania y eso les ha abaratado subirse en el autobús durante siete días. Las obras en la carretera entre Burdeos y Canfranc, su primera etapa, les dieron problemas y ciertos retrasos. Llegaron tarde a la visita preparada por el Ayuntamiento de Canfranc, pero estaban muy interesados porque Michel Galán les había hablado de Goya, el español que se hizo grande en su ciudad. 

“Nos contaron que este viaje de los franceses era una prueba de la agencia para ver si había nuevos pasajeros”, detalla Georges García, un aragonés que relató la historia de Canfranc para los viajeros franceses. “Su ruta de Goya parte de Burdeos, pasa por Canfranc o Jaca y luego acuden a varios lugares de Zaragoza (Fuendetodos, Muel, Cartuja Aula Dei, Remolinos, Basílica del Pilar…) ligados al pintor”.

Desde Aula Dei a Remolinos 

Los jubilados entraron el pasado miércoles en la Cartuja de Aula Dei como “un grupo especial” y escucharon el relato del sacerdote Philippe Berger, de origen suizo, sobre la historia de Goya y la obra que les dejó. Después de sufrir la crisis de los dos años de covid, la comunidad francesa Chemin Neuf (Camino Nuevo) ya ha empezado a recibir nuevos grupos, sobre todo de aragoneses, para las visitas.

Por eso vieron a estos franceses como un grupo “muy singular”. Allí contemplaron las siete pinturas murales que Goya pintó en 1774, cuando tenía 28 años, y que representan las escenas de la vida de la Virgen.

“Las visitas al Aula Dei tienen que concentrarse en un horario limitado, los sábados, entre las 10.30 y las 12.00. Entre semana se toma nota de las solicitudes y se organizan para ver cuándo pueden entrar”, detalla una trabajadora de la Cartuja de Aula Dei. Los miembros de la comunidad no tienen contabilizado el bajón de la pandemia, pero sostiene que entre los visitantes actuales apenas hay un 5% de extranjeros.

Michel Galán explica que este jueves han visitado la iglesia de Remolinos, después de haber pasado varios días en la Ruta de Goya, desde el Aula Dei a Fuendetodos pasando por la basílica del Pilar de Zaragoza para no perder ningún lugar que dejó el pintor. “El viaje dura siete días y de regreso pasaremos también por San Juan de la Peña, pero lo principal es conocer a Goya por todos sus lugares”, apunta Galán, organizador del viaje.

La iglesia de San Juan Bautista de Remolinos se la ha enseñado una octogenaria del municipio, María Luisa Va, que retiene la historia de los frescos que pintó Francisco de Goya tras haber escuchado a la restauradora Teresa Grasa y memorizado su explicación. Relata que el artista aragonés tenía “unos treintantos años” cuando acudió un verano al pueblo zaragozano para pintar las pechinas.

Pechinas pintadas por Goya en la iglesia de San Juan Bautista de Remolinos.
Pechinas pintadas por Goya en la iglesia de San Juan Bautista de Remolinos.
Laura Uranga

Yo se lo contaba a un señor (Michel Galán) y él se lo decía a los otros visitantes en francés. Les he explicado que los cuadros de San Agustín, San Gregorio, San Ambrosio y San Jerónimo los pintó Goya cuando ya había estado en Versalles y conocía el mar. Por eso estos cuadros tienen fondos azulados y con nubes, como es el mar”, explica la vecina de Remolinos. “También les he enseñado dos cuadros del taller de Luzán, que son la Divina Pastora y Nuestra Señora del Tremedal, porque él luego fue suegro de Goya”, agrega María Luisa Va. Se refiere a dos óleos sobre lienzo  que son del siglo XVIII; ambos están atribuidos a discípulos de Goya y se sitúan junto al púlpito.

La apuesta de la agencia Tournesol puede generar más visitantes franceses en el tramo desde la ciudad donde murió el pintor al pueblo en el que nació. Todavía es pronto para contar cuántos se suman a un viaje ligado a uno de los artistas más grande del mundo, pero los detalles de este primer recorrido ya están abriendo puertas.

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