formación
El campo sienta cátedra
La Cátedra Fundación Caja Rural de Aragón lleva diez años acercando a los estudiantes universitarios el panorama del sector agroalimentario.
La Cátedra Fundación Caja Rural de Aragón lleva 10 años acercando a los estudiantes universitarios el panorama del sector agroalimentario aragonés. En este décimo aniversario, el protagonismo ha sido para las cooperativas. Con el objetivo de aproximar la realidad del sector agroalimentario aragonés a la comunidad universitaria y de reconocer sus buenas prácticas, la Cátedra Fundación Caja Rural de Aragón cumple una década desarrollando diversas actividades formativas.
"Esta década ha sido un éxito porque uno de los objetivos es que haya una transferencia de conocimiento de la importancia del sector agroalimentario, que cuenta en Aragón con una gran riqueza tanto desde el punto de vista de la agricultura como en la actividad ganadera, a la a los estudiantes universitarios, que, si bien están continuamente formándose, lo hacen en un ámbito más teórico. También les transmitimos el esfuerzo que hacen los agricultores para luchar contra todas las inclemencias, ya sean meteorológicas o de otro tipo, como las fluctuaciones de precios", afirma Rubén Artieda, director de Negocio Agrario de Caja Rural de Aragón.
Pero además de este objetivo transversal, la actividad de la Cátedra trabaja por fines más específicos del sector como pueden ser "la lucha contra el cambio climático, fomentar la innovación en el sector agroalimentario y ayudar al asentamiento de población en el medio rural a través de la formación de gerentes y universitarios interesados en el desarrollo rural sostenible", detalla la codirectora de la Cátedra y profesora de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza.
La actividad más reciente que ha llevado a cabo la Cátedra ha sido la IX edición de su curso de Agroecología, Ecología Política y Desarrollo Rural, que este año como "colofón" del décimo aniversario de la Cátedra, ha querido centrarse en la actividad de las cooperativas agroalimentarias. "En los pueblos, gracias a las cooperativas, los pequeños agricultores y ganaderos pueden comercializar lo que cultivan. Sin ellas, no podrían hacerlo. Estarían más sometidos al mercado", apunta Artieda, que recalca que "las cooperativas son las empresas más importantes de cada pueblo. Son los auténticos vertebradores del territorio y generadores de riqueza".
La elección de los temas que se abordan cada año va en función no solo de los asuntos que puedan ser de actualidad, sino que se tienen en cuenta también "las líneas en las que otras instituciones o centros de investigación, como pueden ser el CITA o el Instituto Aragonés de Fomento e incluso el Gobierno de Aragón", señala Blanca Simón, que incide en la "buena relación" que existe con el resto de las instituciones.
Las actividades de la Cátedra Fundación son "transversales", es decir, están orientadas a estudiantes de cualquier carrera, y no de las necesariamente relacionadas con la agroalimentación. Aunque los estudiantes son principalmente de carreras como Económicas o Derecho, donde hay un creciente interés por el sector, también participan alumnos de otras carreras como Historia o Química.
Desde la Cátedra recalcan que sus actividades "hacen abrir los ojos a los estudiantes" e inciden en el "alto grado de satisfacción" de unos alumnos que, por lo general, "tienen un cierto desconocimiento de este sector y del medio rural, aunque sea por el mero hecho de vivir en una ciudad. Sigue existiendo una brecha entre la sociedad urbana y la sociedad rural. Por eso año tras año la Cátedra sigue insistiendo en reducirla. Se trata de que los estudiantes sepan de dónde vienen sus alimentos. Pero también intentamos transmitir que todos tenemos raíces en el medio rural, por lo que su importancia es fundamental", señala Rubén Artieda.
Esto se consigue haciendo que el papel de los alumnos en las actividades de la Cátedra vaya más allá de la mera asistencia y escucha. Blanca Simón destaca que "los alumnos deben realizar un trabajo, lo que les obliga a hacer un proceso de reflexión sobre lo que se ha abordado". Asimismo, desde la Cátedra se impulsan trabajos de fin de grado y de fin de máster, e incluso tesis doctorales en materias como economía circular o el cambio climático.
La trayectoria de la Cátedra Fundación Caja Rural le llevó a la consecución, en 2017, del Premio Triple Hélice "por su labor de fomento de la innovación tecnológica". Fue seleccionada entre más de 60 candidatas.
"La Cátedra Fundación Caja Rural sirve para devolver a la sociedad lo que la sociedad aporta a la entidad. Como nuestra actividad está orientada hacia el medio rural, la Cátedra es nuestra manera de devolver al medio rural, a través del conocimiento, lo que nos aporta, pero, además, es nuestra manera de dar el reconocimiento que merece un sector fundamental", afirma Artieda.
