Ouigo transborda a los viajeros atrapados después de tres horas “a más de 45 grados”

Viajeros del tren Madrid-Barcelona aseguran que ha habido “bajadas de azúcar y ataques de ansiedad” porque el calor era “horrible”, lo que ha llevado a romper algún cristal porque no podían bajar a la vía.

Estado en el que ha quedado la cabeza tractora del tren Ouigo al sufrir el impacto de la catenaria.
Estado en el que ha quedado la cabeza tractora del tren Ouigo al sufrir el impacto de la catenaria.
S. C.

La compañía Ouigo ha trasbordado de tren a los 500 viajeros que se han quedado tirados durante tres horas en la línea del AVE Madrid-Barcelona al arrastrar la catenaria entre Cetina y Alhama de Aragón. Una vez acabe esta operación, se podrá ir recuperando progresivamente la circulación de trenes de alta velocidad en ese tramo zaragozano y, con ello, en todo el corredor.

Los viajeros afectados han tenido que soportar la espera en el interior del tren, de doble piso, “a más de 45 grados”, lo que ha generado “ataques de ansiedad” y “bajadas de azúcar”, como le ha ocurrido a Lydia Alonso. “El calor ha sido horrible y han tenido que atender a muchos bebés, porque el tren iba a tope”, ha lamentado.

El incidente ha ocurrido en medio del páramo zaragozano por causas aún desconocidas, que se ha notado en todo el convoy, el TGV 310217. “Se ha empezado a escuchar un ruido que no sé describir, como si se hubiera atropellado a un animal en la vía”, ha explicado Alonso.

La cabeza tractora del tren evidencia los daños sufridos al caer la catenaria, ya que no solo se ha cuarteado el cristal de seguridad de la cabina, sino que el carenado ha sufrido roturas, como han fotografiado algunos de los afectados. “Se ha notado que se movía y el tren ha hecho una larga frenada hasta detenerse”, ha añadido la afectada

Como consecuencia de llevarse el cable que suministra la electricidad, ese tramo zaragozano de la línea de alta velocidad se ha quedado sin suministro y el tren se ha quedado sin climatización. Para sobrellevar la espera, el personal del tren ha repartido una botella de agua a cada uno de sus clientes.

Otro usuario, Rodrigo, asegura que la temperatura en la planta superior del tren era “como la de un horno” y ha relatado que otros viajeros han optado por romper el cristal de una de las puertas porque era “insoportable”. “No nos dejaban bajar del tren y necesitábamos aire fresco”, ha añadido.

Finalmente, cuando llevaban hora y media a la espera de una solución, sí han podido descender a la plataforma ferroviaria, por la que no circulaban otros trenes. Y en torno a las 18.30 han podido continuar el viaje en un nuevo tren fletado por Ouigo.

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