defensa 

Seis F-18 y 80 militares de la Base de Zaragoza participan en unas maniobras de la OTAN en Grecia

Los cazas se entrenan en escenarios de combate en las Tiger Meet tras dos años sin participar por el covid y en medio de la guerra de Ucrania.

Dos F-18 de la Base de Zaragoza en su salida a la misión en Estonia, en el Báltico, en 2017.
Dos F-18 de la Base de Zaragoza en su salida a la misión en Estonia, en el Báltico, en 2017.
Laura Uranga

Seis cazabombarderos F-18 y 80 militares del Ala 15 de la Base Aérea de Zaragoza participan durante dos semanas en las maniobras Tiger Meet 2022 de la OTAN en Grecia, que coinciden con la guerra de Ucrania. 

Tras dos años de paréntesis por la pandemia, el Ejército del Aire de España regresa a estos ejercicios anuales que este año se centralizan en la base griega de Araxos y en los que van a participar 40 aeronaves de 13 escuadrones diferentes que representan a 11 paises aliados.  

Este ejercicio reúne anualmente a los escuadrones de la OTAN que tienen como emblema un tigre y este año lo organiza el 335 Escuadrón del Ala de combate 116 de la Fuerza Aérea de Grecia. Los cazabombarderos del Ala 15 intervienen en unas maniobras que se prolongarán desde el 9 y 20 de mayo, junto a otros escuadrones “Tigre” de Alemania, Bélgica, República Checa, Francia, Grecia, Italia y Suiza, a los que se sumarán observadores de las unidades de Austria, Países Bajos y Polonia.

Durante estas dos semanas de intenso trabajo, las tripulaciones aéreas van a entrenar en multitud de escenarios complejos de combate en un entorno multinacional que incluyen distintas amenazas aéreas, terrestes, espaciales y electrónicas. 

Un F-18 de la Base de Zaragoza lo pintan antes de llevarlo a las maniobras Tiger Meet 2022.
Un F-18 de la Base de Zaragoza lo pintan antes de llevarlo a las maniobras Tiger Meet 2022.
Ministerio de Defensa

Además del entrenamiento al que se somete la unidades participantes, el NATO Tiger Meet se conoce internacionalmente por su jornada de puertas abiertas para fotógrafos y  aficionados a la aviación.

Coinciden estas maniobras también con el despliegue que ha realizado el Gobierno de España con el traslado de ocho aviones F-18 de la Base de Torrejón a los países del Báltico, vecinos de Rusia, para intervenir en el control aéreo en medio del conflcto bélico. 

Intervención de tres ultraligeros 

Por otro lado, dos cazabombarderos de la Base de Zaragoza interceptaron el pasado viernes a tres ultraligeros pilotados por dos alemanes (de 52 y 53 años) y un austriaco (de 63) que sobrevolaron la planta petroquímica de Repsol en Tarragona, una zona en donde no pueden intervenir por motivos de seguridad aárea. 

El general jefe de la Base, Santiago Ibarreta, señaló a HERALDO que no conocía los detalles de esta misión, pero incidició en que "la Base está activada las 24 horas, los siete días de la semana y los 365 de todo el año; y participa activamente en la defensa y el control aéreo de la Península y de las islas Canarias de manera integrada".

En la prensa de Castellón, detallaron que los aficionados de los ultraligeros habrían preparado unas vacaciones en el sur de España para acudir a la Feria de Jerez. Pero los F-18 de la Base, que siempre actúan en pareja, detectaron que estas aeronaves eran "no colaborativas" cuando sobrevolaban la petroquímica, que tiene una zona de control de despegue y aterrizajes, porque no podían comunicar con ellos por radio.   

Esta incomunicación y el riesgo del vuelo de los ultraligeros provocaron que el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de la OTAN situado en la Base de Torrejón activase la alerta del despegue de emergencia de los cazas de la Base de Zaragoza que los controlaron a los veinte minutos del despliegue. 

Uno de los F-18 se colocó a la altura de los ultraligeros para intentar establecer contacto por radio pero no lo consiguió y los escoltaron posteriormente hasta el aeroclub de Castellón, situado al lado de la playa de la capital de la Plana, para comprobar que aterrizaron, ahí concluyó su intervención. 

Los pilotos alemanes y austriaco fueron recibidos por agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil, que habían sido alertados por los cazas de la Base de Zaragoza, y comprobaron que su documentación estaba en regla. Se identificaron ante las Fuerzas de Seguridad del Estado y explicaron que ignoraban que estaba prohibido haber sobrevolar la zona petroquímica y pidieron disculpas por haber activado la alarma militar que generaron. El pasado sábado continuaron su vuelo hacia Jerez después del susto que provocaron. 

       

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