Sanidad

Aragón se sitúa a la cola de la Sanidad española con 183 días de espera para una cirugía

Supone la mayor demora en los últimos 10 años y en consultas el retraso se dispara a 160 días de media.

Operación de cataratas en el Provincial de Zaragoza. La lista de espera en oftalmología es larga
Imagen de archivo de una operación de cataratas en el Provincial de Zaragoza
Oliver Duch

El tiempo medio de espera para ser operado en Aragón ha alcanzado el máximo en 10 años, situando a la Comunidad en el peor puesto del ranquin nacional con 183 días, según los datos a 31 de diciembre de 2021 que acaba de hacer públicos el Ministerio de Sanidad. También se ha disparado el número de pacientes en lista, pasando de los 4.848 de marzo de 2020, mes en que estalló la pandemia, a los 8.399 de este año, un incremento del 73% que usuarios y sanitarios califican de "desesperante". El propio Gobierno de Aragón reconoce que los datos "no son buenos" y, por fin, presentará mañana su anunciado plan de choque, con el que buscará conseguir unas cifras similares a las de julio de 2018, cuando había 1.365 aragoneses esperando a ser intervenidos.

Las estadísticas del Ejecutivo central evidencian que el problema –que esta semana ha enfrentado a la DGA con los principales partidos de la oposición–, viene de lejos. En 2012, la espera media era de 114 días. El dato empeoró en 2013 hasta los 137, lo que supuso un punto de inflexión. En 2017 se consiguió bajar hasta los 89, el mínimo de la última década, pero desde entonces, la tendencia ha ido al alza. Especialmente tras la covid-19, que ha dinamitado todos los indicadores. Entre 2019 y 2020 se pasó de 113 días a nada menos que 180, una subida que las sucesivas olas han impedido corregir, llegando a los 183 en 2021 y situando a Aragón por delante de Cataluña (156), Cantabria (146), Extremadura (145), Castilla y León (144) o Canarias (144).

Antes de la crisis sanitaria, la espera media de una operación de neurocirugía era de 300 días, mientras que en la actualidad alcanza los 523. En el caso de traumatología, la demora era de 159, y en este mes de marzo se llegó a los 240. Otro ejemplo es el de cirugía plástica (de 188 a 346)  o el de cirugía vascular (de 120 a 163).

Una operación de cadera, sin ir más lejos, tenía una demora de 130 días hace dos años 

–ahora son 173– y las de rodilla han ‘saltado’ de los 153 días hasta los 253.

La espera media para ser visto por un especialista en Aragón también es la más alta de toda España, con una demora de 160 días en consultas –el peor dato de la última década– que supera los 118 de Canarias, los 109 de Navarra o los 105 de Andalucía.

Entidades como la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) ven la situación actual "con mucha preocupación", especialmente tras la reducción del presupuesto de Sanidad. "No hay visos de que se quiera hacer algo serio", lamentó el responsable de la Comisión de Salud, Juan Andrés, quien pidió "más medios" y poner más personal a trabajar "sin engordar la sanidad privada y descapitalizar a la pública".

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, reconoce también estar "muy preocupada" por las listas de espera, pero cree que el plan que presentará su Departamento en las próximas horas "puede funcionar". El Gobierno aragonés achaca las malas cifras de la Comunidad al hecho de haber tenido una ola más de covid que el resto de España. Desde el PP, sin embargo, se culpa directamente a la "ineficacia" del Ejecutivo.

En este contexto, la DGA asegura tener "la voluntad, la decisión y la organización ya preparada" para incrementar los autoconciertos y las intervenciones quirúrgicas de tarde. "También vamos a hacer un análisis sobre cuáles son las patologías que están produciendo estos incrementos en los días de demora para poder ver si son las que realmente preocupan. No es lo mismo tener muchos días de espera en enfermedades en las que no se incrementa la gravedad que en otras en las que sí se puede ver alterada la calidad de vida del paciente", dijo Repollés en declaraciones a HERALDO.

El objetivo es llegar a finales de 2022 sin pacientes en la lista de espera oncológica y terminar 2023 con 1.100 o 1.300, lo que supondría una reducción de más de 7.000 usuarios, cerca del 85%.

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