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De Huesca a Siberia para dar su apellido a una gramínea

Festuca catalanae es la denominación de una nueva especie de gramínea, dedicada a Pilar Catalán, catedrática de Botánica en la Escuela Politécnica Superior de Huesca.

La catedrática Pilar Catalán, en la campaña de colección de gramíneas en el Este de Siberia.
La catedrática Pilar Catalán, en la campaña de colección de gramíneas en el Este de Siberia.
Universidad de Zaragoza

Festuca catalanae. Ese es el nombre que ha recibido una nueva especie de gramínea que ha sido descubierta a orillas del lago Baikal, en Siberia. Pero tiene una historia con tinte aragonés detrás. Pilar Catalán, catedrática de Botánica de la Escuela Politécnica Superior de Huesca, fue la que halló esta planta en tierras siberianas y por eso la denominación de esta gramínea ha sido en su honor.

La zaragozana ha estado ligada durante décadas al estudio de la sistemática y la evolución de las festucas -un género de la gramínea- como investigadora principal del grupo Bioflora. "Los especialistas que estudian la diversidad de las especies de las plantas deben de conocerlas muy bien para poder describir algo nuevo. Los que les ponen el nombre son taxónomos, que conocen los grupos particulares", explica Catalán, quien conoce, primordialmente, las especies que se encuentran en España, además de algunas de Argentina gracias a una de sus obras. Asimismo, Festuca es un género de plantas bastante amplio a nivel mundial, con 600 especies repartidas por distintos continentes, y ahora una de ellas tiene esencia aragonesa.

Un holotipo de Festus catalanae.
Un holotipo de Festuca catalanae.
Universidad de Zaragoza

El género Festuca, uno de los mayores en número de especies de las gramíneas templadas, incluye a varias especies pascícolas y forrajeras distribuidas por los cinco continentes, de gran importancia ecológica y económica. Pilar Catalán ya ha descrito anteriormente otras especies de gramíneas: la Festuca yalaensis, identificada en el Noroeste de Argentina; y las festucas alohay molokaiensis, endémicas de Hawái, además de otras dos especies de gramíneas del género Brachypodium: Brachypodiumstacei y Brachypodiumhybridum, que han sido descritas, respectivamente, a partir de ejemplares de Formentera y de la región de Lisboa. Pero la historia detrás de Festuca catalanae es un poco diferente. "En este caso, colecté estos materiales en el Este de Siberia. Tenían unas características especiales, diferentes a las especies ya descubiertas. Me llamó la atención porque, aunque tenía propiedades similares a algunas ya descritas, parecía un nuevo ejemplar", relata la zaragozana. Entonces, sus colegas Nina Probatova e Ilya Enustschenko, investigadoras rusas del Federal Scientific Center of the East Asia Terrestrial Biodiversity Institute, bautizaron a este tipo de gramínea como Festuca catalanae en honor a la catedrática aragonesa.

Esta festuca es una especie tetraploide, taxonómicamente próxima a otras festucas siberianas, de las que se diferencia por los caracteres de sus órganos florales, su sección anatómica foliar y su nivel de ploidía.

Grupo Bioflora

Además de ser catedrática de Botánica en el Campus de Huesca, Pilar Catalán lidera el grupo de investigación Bioflora que tiene su sede en la Escuela Politécnica Superior de Huesca. Este equipo está dedicado a la biología y la evolución de las plantas. Realizan estudios moleculares y genéticos de plantas, así como sobre su diversidad, biogeografía y conservación, y trabaja, principalmente, sobre las gramíneas templadas (Festuca y Brachypodiumentre ellas), y sobre plantas endémicas y amenazadas para lograr su conservación (como en los casos de la pirenaica Borderea chouardii o de endemismos de Monegros y Teruel). Poblaciones vegetales del área mediterránea -de la Península Ibérica y del Norte de África entre otras zonas-, de Sudamérica, de Siberia e incluso de Oceanía han sido objeto de sus estudios de genética-poblacional y filogeografía.

De hecho, un miembro de Bioflora, Luis Villar, ha participado en la obra ‘Flora Ibérica’, "el mayor proyecto florístico botánico en nuestro país y en Portugal", según Catalán, el cual comenzó en 1986 y terminó el pasado año.

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