Peregrinos, polvareda, dances y calderetas. Las romerías (y sus muchas escenas costumbristas) regresan este 2022 por todo lo alto después de dos años canceladas o celebradas a medio gas por la pandemia de covid. Una de las más importantes de Aragón, la de San Gregorio, considerada como la última romería urbana que existe en Zaragoza, se recupera este próximo domingo y volverá a conducir - ojo, por mitad del campo de maniobras- a unos mil vecinos del Arrabal hasta el término de Mirasol.

"Tiene más de cuatro siglos de existencia, y no se trata solo de un acto religioso sino de una jornada de convivencia entre vecinos en el campo", explican los organizadores del Arrabal, imbuidos ya en un ambiente festivo. El presidente de la asociación de vecinos del Arrabal, Rafael Tejedor, apunta que la última se celebró en 2019 y que hay mucha ilusión por restaurarla este fin de semana. El sábado por la tarde se celebrará la misa de San Gregorio en la parroquia de Altabás y habrá una procesión por las calles de barrio. Se calentarán así motores de la romería, a la que está previsto que acuda el arzobispo el domingo a partir de las 11.00.

"Con esta romería se rememora que el barrio del Arrabal tuvo su tradición agrícola. Esta era la forma de proteger los campos y las cosechas de las posibles plagas", explican en la entidad vecinal, al tiempo que algunas familias ultiman los preparativos para los ranchos a la sombra de los pinos -con permiso de María del Monte-, acompañados de dances y ‘palotiau’. Los manteles de cuadros y las sillas plegables propias de la playa también están listas ya.

Este mes de mayo se van recuperar decenas de romerías por todo Aragón y, de hecho, el pistoletazo de salida ya se dio el pasado fin de semana con los oscenses peregrinando hasta Loreto. Sheila Peñalva, en una recopilación de romerías de la Iglesia en Aragón, recoge que también la diócesis de Tarazona prepara ‘escapadas’ los próximos días a la ermita de la Virgen de Semón de Acered, a la ermita de la Virgen de Jaraba o al santuario de la Virgen de la Peña en Calatayud. Por mencionar solo otros peregrinajes, los jacetanos tienen una cita en el Monasterio de Monlora y en el Bajo Cinca las visitas se hacen a la Virgen de Chalamera.

Al aire libre y con buses

“No deberían haber sido tan restrictivos con las citas campestres o en los parques durante la pandemia. Al aire libre y con distancias está comprobado que la transmisión del virus es menor, pero, vaya, ahora ya sí que vuelve todo a la normalidad”, afirma María Elías, vecina de la calle Sobrarbe, que tiene previsto participar el domingo en la romería de San Gregorio. No obstante, es seguro que algún participante llevará mascarilla. En esta edición se recuperan los autobuses que acercaban a los peregrinos más mayores o con problemas de movilidad a las proximidades de la ermita. Serán gratuitos y saldrán a las 9.30 y 10.30 desde la Iglesia de Altabás. Este servicio de transporte fue retirado por el gobierno de ZEC y ahora ha sido recuperado por el Ayuntamiento.

En 2020, en la primera suspensión de la romería tras más de dos siglos, se pospuso la cita a septiembre, pero entonces se vio que la condiciones sanitarias seguían sin hacerla recomendable. "No se había suspendido desde 1809. Entonces, tras la capitulación de la ciudad en los Sitios, tampoco se pudo realizar. La ciudad estaba diezmada y no se conocía la respuesta de las nuevas autoridades", apuntan.

Cuentan los historiadores que está documentado que la romería de San Gregorio existe, al menos, desde hace 400 años, si bien hay sospechas de que se pueda remontar aún más atrás. Jorge Gracia Pastor recomienda el libro ‘En torno a la ermita de San Gregorio’, escrito por Jesús Madre Casorrán y publicado en 2002, donde se encuentra toda la intrahistoria de esta celebración. Allí se narra, por ejemplo, cómo tradicionalmente la romería se celebraba el 12 de marzo, pero en los años 50 se trasladó a mayo a petición de los labradores, puesto que en esa fecha se veían atados de manos por otras obligaciones de la tierra.

En otras comunidades también se está desatando el ansia por celebrar todas las romerías que no se han podido llevar a cabo por las restricciones de la pandemia. En Andalucía ya se han recuperado, incluso, los tradicionales ‘salones del romero’, en los que se reúnen todos los profesionales que tienen relación con estas fiestas. Son ferias en las que hay puestos de orfebrería, guarnicionería, moda flamenca, instrumentos musicales, carruajes, productos pirotécnicos… ¡Hasta un departamento de podología para hablar del pie del romero! Este tipo de reuniones de expositores se han extendido también por ciudades como Zamora o Valencia, si bien hasta Aragón de momento la fiebre no ha llegado a tanto.