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Disparidad de opiniones entre los universitarios sobre el fin de los exámenes de septiembre

Se acabaron las convocatorias de septiembre. En 2023 las asignaturas pendientes se resolverán a finales de junio y principios de julio. ¿Qué opinan los afectados?

Elena Ayesa, Diego López, Alberto Márquez y María Salas.
Elena Ayesa, Diego López, Alberto Márquez y María Salas.
Heraldo

Los universitarios de la Universidad de Zaragoza tendrán que olvidarse, a partir del próximo curso, de la convocatoria de septiembre. Así, en el año 2023 tendrán que examinarse de las asignaturas pendientes a finales de junio y principios de julio. Para algunos supone una oportunidad y para otros un inconveniente. Es decir, entre el alumnado reina la disparidad de opiniones. Mientras unos aseguran que en dos semanas no hay tiempo para prepararse las materias suspendidas, otros insisten en que la proximidad de las fechas es una ventaja porque los contenidos adquiridos son más recientes. En todo caso, el debate está servido en las aulas y pasillos de las facultades.

"Es inviable recuperar más
de una asignatura en julio"

Elena Ayesa tiene 22 años y cursa 3º de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Zaragoza. «La opinión la tengo muy clara. Estoy en contra de la eliminación de los septiembres», subraya la joven, que asegura que no solo habla en su nombre. «Es tanto mi opinión como en la mayoría de alumnos de la EINA (Escuela de Ingeniería y Arquitectura de Zaragoza)», añade. «A nivel de estudios no entendemos cómo se plantea recuperar una asignatura en dos semanas. Si por el motivo que sea no te da tiempo a estudiarla durante el cuatrimestre, menos a recuperarla en unos días», denuncia. Y si por un casual, sostiene, «es más de una asignatura lo veo ya totalmente inviable y no da tiempo en absoluto». El principal problema que encuentra esta joven es en las recuperaciones de las asignaturas del primer cuatrimestre. «En julio no te acuerdas de nada de los primeros meses de curso y si tienes tiempo hasta septiembre puedes estudiar y recordar el temario», apunta. Esta joven solo ve en la «becas del Ministerio» una razón realista por la que la Universidad ha tomado la decisión.

"Prefiero pasar el verano estudiando
para aprobar todo"

Diego López tiene 24 años y estudia Veterinaria en la Universidad de Zaragoza. Él lo tiene claro: «Prefiero que haya septiembres». «Somos muchos los que nos organizamos el curso para intentar sacar todas las asignaturas entre enero, junio y septiembre. Prefiero pasar el verano estudiando para aprobar todo», añade. López asegura que las razones que ofrece la Universidad para argumentar el cambio no le convencen. «En nuestro campo, la matriculación en la mayoría de másteres es en octubre o en noviembre, por lo que el hecho de que las recuperaciones sean en septiembre no nos perjudicaría en ese sentido», defiende. Tampoco en el acceso al mercado laboral, insiste. «Terminar el curso dos o tres meses más tarde no influye para nada», señala. A pesar de ello, este joven considera que el nuevo calendario puede beneficiar a algunos alumnos. «No es lo mismo suspender una asignatura que te has preparado que una que no te has empezado a estudiar. En el primero de los casos y en el supuesto de que tengas solo una materia, podría ser interesante el examen de julio», sostiene.

"Algunos se dejan una materia
para sacar más nota media"

María Salas tiene 22 años y estudia Magisterio de Primaria en el campus de San Francisco de la capital aragonesa. Esta joven vivió con ilusión la aprobación de la pasada semana del nuevo calendario académico, que tacha definitivamente el mes de septiembre como periodo de exámenes y colorea en rojo los últimos días del mes de junio y los primeros de julio. «Los contenidos de las asignaturas del segundo cuatrimestre los tenemos más recientes para julio que para septiembre, por lo que es más sencillo recuperar», explica la joven. Con las materias del primer cuatrimestre, «es acostumbrarse». «Se puede plantear como que es una asignatura más de la segunda parte del año y así tienes el verano para disfrutar», explica. En algunos grados universitarios la nota media no incide en asuntos relevantes, sin embargo, en Magisterio la elección de prácticas y de la mención depende las calificaciones. «Hay quienes se dejan alguna materia para tener más nota media o conseguir una Matrícula de Honor», explica Salas, que considera que es «injusto».

"Te sientas en el escritorio
las dos últimas semanas"

Alberto Márquez estudia ADE en inglés en el campus público y ya está embarcado en el mundo de la empresa. Fundó una ‘start up’, Carshopper, que se centra en gestionar flotas de empresas y ofrece el servicio de monitorizar todos los datos de los vehículos. Este joven sabe lo que es ir a septiembre con una asignatura pendiente y preferiría «no repetir». «Yo estoy a favor de que las recuperaciones no sean en septiembre», asegura. «Se suele decir que tienes todo el verano para estudiar pero realmente te sientas en el escritorio solo las dos últimas semanas salvo las personas que se dejan una asignatura completa para estudiar en verano sin haberla tocado antes», explica este joven. A eso se suma, según indica, la ventaja de tener el periodo estival para viajar y hacer otras actividades. Márquez asegura que los exámenes de septiembre perjudican especialmente a los estudiantes de último curso. «Pierdes oportunidades con los másteres y las prácticas. Hay gente que tiene que estar un año sabático porque ha perdido la oportunidad de entrar en otros estudios y tiene que esperar un año», explica

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