Infraestructuras en aragón

La A-68 estrenará este verano 9,5 km entre Gallur y Mallén y faltarán solo 5 hasta Navarra

La conclusión de la autovía de Logroño se retrasa hasta el otoño de 2023 por obras complementarias.
El presupuesto ascendía a 55 millones, pero los dos modificados aprobados lo encarecen en 9,32.

El avanzado estado de las obras se aprecia en esta fotografía tomada el pasado viernes a la altura del enlace este de Mallén.
El avanzado estado de las obras se aprecia en esta fotografía tomada el pasado viernes a la altura del enlace este de Mallén.
Toni Galán

La A-68 contará a finales de verano con otros 9,5 kilómetros que unirán Gallur con el enlace este de Mallén, pero habrá que esperar hasta el último cuatrimestre de 2023 para circular por los poco menos de 5 kilómetros que restarán aún para llegar al límite provincial con Navarra. La conclusión de la autovía de Logroño a su paso por la provincia de Zaragoza debería ser una realidad antes del otoño para cumplir la última previsión, pero las obras complementarias aprobadas lo retrasarán otro año.

El Ministerio de Transportes ha decidido algo inusual, la apertura parcial del tramo, ya que los trabajos del desdoblamiento están muy avanzados. Además, esta solución permitirá solventar el nudo de conexión con las carretera de Soria (N-122) y de las Cinco Villas (A-127) y con la AP-68, que registra un importante tráfico de trabajadores de la planta de Opel.

La Dirección General de Carreteras ha tenido que tramitar dos modificados de proyecto para "subsanar las dificultades técnicas" surgidas durante las obras, así como afrontar "actuaciones complementarias". Esto ha encarecido el presupuesto un 17%, ya que habrá que sumar 9,32 millones a los 55 a los que ya ascendía la obra adjudicada a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Copisa y Sando, según confirmaron fuentes oficiales del Ministerio a este diario.

Pese a todo, el avance es más que evidente para cualquier conductor que circule por la N-232, ya que se ha ejecutado cerca del 60% de la obra y el desdoblamiento se aprecia a simple vista. De hecho, casi 11 de los 14,37 kilómetros del último tramo de la A-68 están asfaltados, a falta de la última capa de rodadura, que es la que se acometerá ahora para extender la autovía desde Gallur hasta el enlace este de Mallén. Para ello, se cuenta con una veintena de máquinas en los distintos tajos abiertos.

El medio centenar de técnicos y operarios implicados también deberán ejecutar otros trabajos complementarios imprescindibles, como son los de señalización, la finalización de las cunetas para el desagüe del agua de lluvia y el cerramiento de todo el trazado para evitar la intrusión de animales.

Del mismo modo, se han acometido diez de las quince estructuras incluidas, entre viaductos y pasos superiores e inferiores. Para el próximo verano estarán operativos los enlaces de Gallur, Mallén este y el que conectará con la plataforma agroalimentaria de Mallén y el resto de industrias. Yquedarán para el otoño de 2023 el enlace de Mallén oeste y el semienlace de Cortes (Navarra).

Aunque el Ministerio de Transportes ha tramitado los modificados al mismo tiempo que las obras para minimizar las afecciones, la conclusión del tramo no se ha librado de sufrir una demora de más de un año.

El primero de ellos se aprobó a principios del año pasado con un importe adicional de 4,86 millones y el objetivo de "subsanar las dificultades técnicas surgidas durante las primeras etapas de la construcción". En este paquete se incluyó la revisión de los sistemas de contención y de los servicios afectados, el replanteamiento de las soluciones para compatibilizar el tráfico y las obras. Además, se incluyó la carga y transporte de residuos peligrosos detectados durante la construcción, un ajuste parcial del trazado y otro en el enlace Mallén oeste para resolver la "problemática geotécnica existente en la zona".

Las complicaciones no acabaron aquí y obligaron a tramitar un segundo modificado, aprobado por el Consejo de Ministros hace dos semanas por una cuantía de 4,46 millones. En este caso, servirá para afrontar obras complementarias en la N-122, actuaciones de control de asientos en las estructuras del enlace Mallén este, encauzamientos en drenajes y la mejora de las condiciones de seguridad en el paso inferior que une el casco urbano del citado municipio con su zona industrial.

Nueva pasarela en Mallén

También se ha debido incorporar varias obras que no estaban previstas, como un centro de transformación para reponer un servicio afectado y una pasarela peatonal, a solicitud del Ayuntamiento de Mallén, para dar continuidad a un ramal del Camino de Santiago.

Con su conclusión, el Gobierno central resolverá una de las principales reivindicaciones de Aragón en materia de infraestructuras viarias y se podrá circular de forma ininterrumpida a lo largo de 83 kilómetros desde Zaragoza hasta Alfaro (La Rioja). El último paso se dio hace poco más de un año con la apertura de los catorce kilómetros entre Figueruelas y Gallur.

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