Al menos cinco familias de refugiados han vuelto a Ucrania tras unas semanas en Aragón

Retornan pese al conflicto porque no ven cubiertas sus expectativas y sus localidades están menos golpeadas por Rusia.

Imagen de archivo de los refugiados llegados a Zaragoza el pasado 28 de marzo
Imagen de archivo de los refugiados llegados a Zaragoza el pasado 28 de marzo
Heraldo

Son una minoría, pero ya hay al menos cinco familias de refugiados ucranianos que llegaron a Aragón hace unas semanas y han vuelto a sus hogares pese a la guerra. Algunos ya pensaban en volver al poco de llegar porque no veían cubiertas sus expectativas, y otros lo han hecho al calor de la retirada de las tropas rusas en torno a Kiev. Una realidad que ya han detectado algunas entidades sociales que trabajan en la acogida de emergencia de los desplazados como la Fundación Cepaim y Cruz Roja.

Este pasado martes cinco personas que llevaban desde el 28 de marzo residiendo en un albergue de la calle Predicadores de Zaragoza emprendían el camino de vuelta. Llegaron en un autobús junto a un grupo de medio centenar de desplazados tras más de 36 horas de viaje y pasar algunas semanas en un pabellón de Varsovia bajo la protección de Bomberos sin Fronteras. 

"Los refugiados llegan con unas expectativas que se hacen a través de rumores, no de una información veraz, y se encuentran con una realidad muy diferente a la que esperaban"

Una madre y dos menores, de entre 14 y 16 años, tomaron el tren con intención de regresar a su casa en Cherkasy, a unos 190 kilómetros de Kiev. El mismo camino de regreso del exilio tomaron dos personas de cierta edad, un hombre de 65 años que se dirigía a una zona también cercana a la capital ucraniana y una mujer que iba a reencontrarse con su hija en Polonia. Desde Cruz Roja Zaragoza apuntaron que también se han encontrado con tres familias que han decidido retornar a su país.

"La madre con sus dos hijos ya dijo desde el primer día que quería volver. De hecho solicitaron la protección internacional pero ni se empadronaron ni tampoco se sacaron la tarjeta sanitaria", explica Pilar Bernadó, coordinadora en la Comunidad de Cepaim. La organización les ha ayudo a obtener los billetes de tren gratuitos que facilita Renfe y que les permiten llegar en una primera etapa a Francia.

Sobre los motivos que les llevan a volver en plena guerra, Bernadó señaló que no se puede saber "exactamente lo que pasa por sus cabezas". "Los refugiados llegan con unas expectativas que se hacen a través de rumores, no de una información veraz, y se encuentran con una realidad muy diferente a la que esperaban", apuntó. También reciben diariamente noticias de familiares y amigos que viven en una situación "casi de normalidad" allí donde la guerra no golpea tanto. 

La responsable de Cepaim tiene claro que se trata de una "tendencia minoritaria" que hay que tener en cuenta. Esta organización ha abierto esta semana un centro de acogida con 50 plazas en Teruel y está esperando que el Ministerio de Inclusión derive a alguna familias desde Barcelona o Pozuelo de Alarcón. Hay otras entidades, como Accem, en la que hasta ahora no se ha registrado ningún regreso.

Pero los ucranianos siguen huyendo de los bombardeos por los pasos fronterizos y continuarán llegando a la Comunidad. Una expedición de cinco voluntarios turiasonenses se encuentra ya en Varsovia para emprender viaje con un autobús en el que esperan traer a entre 40 y 50 refugiados que se quedarán en el Seminario de Tarazona.

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