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El TSJA permite que el parricida de La Paz pueda recibir visitas de su madre, a la que apuñaló
La sentencia de la Audiencia de Zaragoza le impedía verla durante 11 años. Además, mantiene los 15 años de ingreso en un centro psiquiátrico por el homicidio de su padrastro y otros 10 por apuñalar a su madre.
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha concedido al parricida Etiosa Godpower Ignobvia la posibilidad de que pueda ser visitado por su madre Linda I., a la que hirió tras apuñalarla en una vivienda del zaragozano barrio de La Paz el 28 de julio de 2020 antes de matar de cuatro navajazos a su padrastro Antonio Ibar Ruiz, de 69 años.
Esta pena de prohibición de comunicación durante once años con la madre fue decidida por la sección sexta de la Audiencia de Zaragoza, junto a su internamiento en un centro adecuado durante 15 años (fue diagnosticado de esquizofrenia paranoide) por el delito de homicidio doloso consumado del padre y otro diez años por el homicidio en grado de tentativa a la madre.
La abogada defensora Raquel Ginés cuestionó la duración de la medida de internamiento, que se está realizando en el centro psiquiátrico penitenciario de Sevilla y ha mantenido las cantidades impuestas el TSJA, y la imposición de no poder ver a su madre, que suspendió.
Comunicaciones anteriores al fallo
Aun así, la letrada señala que el centro penitenciario de Zuera siempre facilitó ese encuentro personal entre la madre y el imputado antes del juicio, y también han seguido comunicándose por teléfono con el centro de la capital hispalense, una vez que fue trasladado poco después de que hacerse pública la condena de la Audiencia de Zaragoza.
Según explicó la madre en el juicio, los hechos se prudjeron después de que ella y su pareja discutieran con su hijo porque le había sacado dinero con su tarjeta. Cuando ella estaba en la cocina, él le propinó una puñalada en el abdomen a su padrastro. La madre salió a la calle para pedir auxilio y una mujer le llevó una toalla para frenar la herida. Mientras tanto, el acusado acabó con la vida de su padrastro de cuatro certeras y agrupadas puñaladas.
Los hechos sucedieron durante la pandemia mientras Etiosa no podía trabajar y los forenses confirmaron que sufre una “esquizofrenia con ideación místicorreligiosa”. De hecho, el acusado declaró en la vista oral: “Cogí el cuchillo (marca Columbia, de 29 centímetros, 16 de hoja) para matar a los dos (su padrastro y su madre). Tengo demonios que me dicen lo que hay que hacer”.
Pena accesoria "innecesaria"
En su argumentación judicial, la abogada criticaba la pena accesoria por “improcedente”. Además se le imponía a “el único familiar que tiene en España” (es de origen nigeriano), “la medida no ha sido solicitada por ninguna de las partes” y considera que es “innecesaria” porque el acusado permanece en un régimen cerrado de internamiento.
El TSJA considera que esta “pena accesoria” de esta prohibición por once años no fue solicitada por ninguna de las acusaciones, ni tampoco la sentencia recurrida ha motivado su imposición con relación a la gravedad del delito y la peligrosidad del acusado, por lo que considera que esta medida resulta “improcedente” y la deja sin efecto.
Sin embargo, el Alto Tribunal mantiene el límite temporal de la medida impuesta por la Audiencia de Zaragoza que cuestiona la defensa porque considera que “no puede exceder el tiempo que habría durado la pena privativa de libertad” y serían diez años por el delito consumado y cinco en el segundo.
La sentencia cita un antecedente del Tribunal Supremo para desestimar el recurso en este extremo porque el Código Penal (artículo 138) prevé para el homicidio consumado una pena de 10 a 15 años y para el homicidio intentado se reduce en un grado (aplicación del artículo 62) de 5 a 10 años.
