40 años de autonomia
El terrorismo marcó años de plomo para los aragoneses
Las bandas terroristas ETA y Grapo se cebaron con atentados en Aragón que sembraron esta tierra de víctimas inocentes. Durante los años de plomo se registraron 21 muertos y más de 200 heridos.
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Lucía Ruiz García casi no cumple los 11 años. El comando Argala de ETA colocó un coche bomba en un Renault 18 con 250 kilos de amosal en la casa cuartel de la Guardia Civil situada en la avenida de Cataluña donde vivía y provocó 11 muertos (seis de ellos menores). Algunas eran amigas de Lucía. Era la madrugada del 11 de diciembre de 1987 y su piso se derrumbó. Su padre Atanasio era guardia primero en la reserva y fue a buscarlas a su habitación, con su hermana Fátima. "Sabíamos que era un atentado porque ya había pasado ese año lo de San Juan de los Panetes (el 30 de enero, con dos fallecidos en un coche bomba contra un autobús militar que iba a la Academia General Militar) y el de Hipercor (el 19 de junio, en Barcelona, con 21 muertos). Pero nos hizo cambiar la vida porque vimos que se nos iba en un minuto y dejamos de planificar o ahorrar", recuerda Lucía Ruiz García, delegada en Aragón de la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT), con 45 años. Su madre Lucía seguía siempre los informativos de la radio y la televisión porque temían el terrorismo y, al final, les alcanzó. Tuvieron que irse a vivir a un hotel porque la casa cuartel acabó destrozada por la explosión. Después se convertiría en la plaza de la Esperanza, con un monumento para el recuerdo que se llena de flores todos los 11 de diciembre.
Aquel 1987 fue el año de plomo más duro para Aragón por los dos atentados de ETA sufridos, con 13 fallecidos de los 21 registrados desde ese año hasta 2006 (16 son de ETA y cinco de los Grapo), que marcaron a la sociedad. Aragón salió a la calle para responder a la banda terrorista y apoyar a las víctimas. Lucía explica que ha ido contando a sus dos hijos de 12 y 17 años lo que ocurrió aquel día –"era una casa cuartel de la Guardia Civil y sembraron la desgracia"– para que las nuevas generaciones conozcan lo que ocurrió, no olviden lo que sufrió esta tierra y eviten que el terrorismo quede en el olvido. "No sé porqué se cebaron con Aragón, porque salimos muy perjudicados. Dicen que era un lugar estratégico para poder escapar", señala la víctima.
El terrorismo de ETA había golpeado en Aragón antes de que se aprobara el Estatuto de autonomía en 1982. El primer atentado se perpetró el 24 de junio de 1979, con la explosión de un artefacto de diez kilos de goma 2 en el santuario del Opus Dei en Torreciudad, a 25 kilómetros de Barbastro, sin causar heridos. Un año después, el 19 de junio de 1980, dos miembros de los Grapo asesinaron al coronel Luis Constante Acín en la Gran Vía de Zaragoza. Es la única víctima del terrorismo registrada en Aragón antes de que aprobara el Estatuto.
Precisamente en enero del mismo año del nacimiento de la autonomía aragonesa, el 23 de abril de 1982, la banda terrorista ETA había secuestrado al doctor Julio Iglesias Puga, padre del conocido cantante Julio Iglesias, que fue liberado por la Policía Nacional en la localidad zaragozana de Trasmoz, que tenía entonces 110 habitantes, tras pasar veinte días de cautiverio. La vivienda convertida en cárcel por la banda terrorista había sido adquirida por un matrimonio vasco dos años antes "para pasar los fines de semana y las vacaciones". "Llegaron con el deseo de pasar las Navidades y a nadie en el pueblo moncaíno extrañó que metieran en el corral-garaje una furgoneta que conducía el propietario con su hija. En lugar de llevar muebles para la casa, la verdadera carga del vehículo era el doctor Iglesias Puga", contó HERALDO en la crónica. La Policía sorprendió a los terroristas durmiendo y detuvo a cuatro personas.
Si un secuestro ha marcado a Aragón fue el del empresario Publio Cordón, responsable del hospital Quirón y la aseguradora Previasa. Se lo llevaron varios miembros de los Grapo el 27 de junio de 1995 cuando practicaba deporte por el Canal Imperial cerca de su domicilio. Su mujer, Pilar Muro, negoció con los terroristas su libertad y se pagó un rescate de 400 millones de pesetas el 9 de agosto de ese año. La entrega del dinero lo hicieron en París una hija y su marido a los grapos Enrique Cuadra Echeandía y Fernando Silva Sande. Aunque el pago era vigilado por la Policía, los terroristas se llevaron el dinero y Cordón no fue liberado.
El grapo arrepentido Silva Sande confesó en 2009 en la Audiencia Nacional que el empresario murió al intentar escapar de la casa de Lyon (Francia) donde lo custodiaron antes de que pagaran y lo enterraron en Mont Ventoux, en Provenza. La Guardia Civil lo busca allí desde entonces.
