día de aragón. discurso del presidente
Lambán insta a forjar un camino de éxito para Aragón a través de pactos y entendimiento
El presidente resalta que "tenemos derecho a soñar" y que no se interpongan en nuestro camino. Reclama al Estado más financiación para una sanidad "maltrecha" tras sufrir una pandemia.
Cuarenta años de autogobierno han servido para liberar "energías adormecidas durante siglos" produciendo frutos "maravillosos" en todos los órdenes de la vida; han permitido construir una sociedad "a nuestra imagen y semejanza" y "tomar las riendas de nuestros destino". Y ahora, cuando llega el momento de seguir proyectando y pensando la Comunidad, el presidente de Aragón, Javier Lambán, invita a seguir el "camino del éxito" que se ha recorrido hasta ahora, el que se ha ido forjando a través del "acuerdo, el pacto y el entendimiento de todas las fuerzas políticas". Porque el 23 de abril de 2022 no era un Día de Aragón cualquiera.
Se conmemoraba el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, la norma que recoge los derechos y los deberes de los aragoneses, un buen momento, estimó el presidente, para reflexionar sobre de dónde venimos, para analizar con rectitud en dónde nos encontramos y para planificar "de manera acertada" el futuro que nos espera.
En el marco incomparable del Palacio de la Alegría, más de 300 invitados se reencontraron en una ceremonia ensombrecida en los tres últimos años por culpa de la pandemia. Inició Lambán su discurso con un recuerdo a los aragoneses fallecidos por la covid y a sus familias, en una celebración emotiva, repleta de referencias históricas y de muestras de solidaridad con Ucrania. Y de reconocimiento a los fundadores de ‘Andalán’, por su capacidad de activar la transición democrática en la Comunidad, y a los miembros de Asapanoa (Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Aragón). Pues hay pocas imágenes más "devastadoras" que un niño con cáncer, dijo Lambán, con la experiencia de quien ha mirado "cara a cara y de cerca" a la enfermedad.
Viajó en el tiempo Lambán hasta la iglesia de San Pedro de los Francos, en la que un 9 de abril de 1978, Juan Antonio Bolea Foradada, primer presidente de la DGA, pedía el apoyo de la sociedad aragonesa para recorrer la senda hacia la autonomía. "Decía que la autonomía aragonesa, lejos de confrontar con otras, tenía el propósito de ser integradoda, y el de hacer grande, poderosa y potente la gran nación española, a la que él declaraba servir", recordó Lambán. Y ese mismo talante es el que aseguró que han asumido desde entonces los demás gobiernos.
Sin complejo de inferioridad
Los 40 años de autonomía han servido para que Aragón pierda el complejo de inferioridad que sentía respecto al País Vasco y Cataluña. Con el paso del tiempo, advirtió el presidente, "comprobamos cómo las brechas existentes se han ido cerrando y ya no las miramos con envidia".
Antes de planificar el futuro, invitó Lambán a ir resolviendo "las cuestiones que tenemos pendientes". Y destacó, entre ellas, acabar con una insuficiente financiación que dificulta la prestación de los servicios básicos. Exigió, por ello, al Estado que haga un esfuerzo que permita perfeccionar la "sanidad maltrecha" después de la covid y que facilite la formación de nuevos profesionales sanitarios.
Elogió la ventaja competitiva que extraerá Aragón de su cierzo y de su sol y de un sector agroalimentario que crea desarrollo sin descuidar la protección del medio ambiente. Habló de la necesidad perentoria de dar "carpetazo" a la España radial, y sustituirla por una España reticular donde las 17 autonomías brillen con luz propia.
Abogó por garantizar el futuro en el medio rural y por fomentar el entendimiento entre la capital y el resto de la Comunidad. "Zaragoza no es solo el motor cultural y económico de Aragón, sino también del Valle del Ebro", y en la "multicapitalidad" que reclamó al Estado, está llamada a entrar en la ‘champions’ de las ciudades a partir de proyectos de futuro como la ampliación del aeropuerto.
Aragón en España
"Ser aragonés es una de las maneras más bonitas de ser español", clamó el presidente de la DGA. Porque Aragón es un elemento constitutivo y constituyente de la nación española, y pidió apoyo al Gobierno para superar las "dificultades y los obstáculos" y poder "salir adelante".
Son muchos y complejos los retos que asumir en un país que debe afrontar los "efectos perniciosos y negativos" que causa la inflación, la falta de materias primas, el precio de la energía. Instó, por ello, a ayudar al Gobierno de España a prestar apoyo a Ucrania, porque en aquella batalla "nos estamos jugando los derechos y la forma de entender la vida". Se solidarizó Lambán con el pueblo ucraniano y con su líder, Volodímir Zelenski, al que considera un héroe.
Convocó a las fuerzas sociales y políticas a entender Aragón como un "proyecto compartido", con futuro, aprovechando la pasión y el amor por la tierra que sembró ‘Andalán’ y deseando trabajar para avanzar hacia una sociedad cada vez más próspera. "Los aragoneses somos mucho mejores de lo que pensamos", aseveró el presidente, que instó a ser «optimistas» en estos «momentos de dificultad» que nos a tocado vivir.
Invitó a soñar. Porque "tenemos derecho" a hacerlo. Y a que "no se interpongan en nuestro camino" y "creen obstáculos" que nos impidan materializarlo. Como soñaron hace 40 años los ‘padres de la autonomía’, a los que rindió homenaje Lambán por haber puesto en marcha este Aragón próspero y con futuro.
