sanidad: cómo hemos cambiado

La evolución del modelo sanitario y otros retos de futuro

En los últimos 40 años, la Sanidad aragonesa ha vivido una auténtica "revolución tecnológica" que ha permitido mejorar las técnicas de diagnóstico y los tratamientos en beneficio del paciente.

De izquierda a derecha: el neurcirujano Luis González, la enfermera María Jesús Chopo y la médica de familia Pilar Aznar.
De izquierda a derecha: el neurcirujano Luis González, la enfermera María Jesús Chopo y la médica de familia Pilar Aznar.
Guillermo Mestre/Toni Galán/Francisco Jiménez

La "humanización" de los hospitales, la mejora de las técnicas quirúrgicas o el avance en diagnósticos y tratamientos gracias a la tecnología y la "continua actualización" de conocimientos por parte de sus profesionales son algunos de los cambios que ha vivido la Sanidad aragonesa en los últimos 40 años. Tres sanitarios con un largo recorrido en distintas especialidades explican cómo han vivido esta transformación tan radical como sostenida en el tiempo.

En los últimos 40 años, la Sanidad aragonesa ha vivido una auténtica "revolución tecnológica" que ha permitido mejorar las técnicas de diagnóstico y los tratamientos en beneficio del paciente. En palabras de Luis González Martínez, jefe del servicio de Neurocirugía del Miguel Servet de Zaragoza, algunos de esos grandes avances se han visto plasmados en las clásicas técnicas microquirúrgicas, en las que se trabaja "siempre tratando de minimizar secuelas y haciendo que prime ofrecer al paciente la mejor calidad de vida".

Pero en esta labor asistencial, los especialistas consultados destacan también la importancia del "factor humano" y la integración progresiva de otros profesionales sociosanitarios para una atención integral. "A veces nos da la sensación de que no ha cambiado nada, y no es cierto. Cuando yo empecé hace veinte años, el resultado de una analítica lo conocías al final de la mañana, ahora a las dos horas lo tienes. Hay también historia clínica electrónica y unificada, que es un logro relativamente reciente. Esto acorta tiempos, reduce estancias, orienta hacia los cuidados. Y si hace unos años era todo asistencia, que por supuesto se sigue manteniendo, ahora todos intentamos trabajar con dos conceptos (calidad y seguridad) y bajo la premisa de que el paciente esté en el centro", afirma la médica de Familia Pilar Aznar Tejero.

Luis González: "La tecnología nunca debe estar reñida con la humanización"
Luis González Martínez opera a un paciente en el quirófano.
Luis González Martínez opera a un paciente en el quirófano.
Guillermo Mestre

Neurocirugía es una de las especialidades que más se ha visto favorecida por el desarrollo tecnológico de los últimos años, tanto en el diagnóstico prequirúrgico como en el utillaje que emplean los neurocirujanos. Así lo indica el doctor Luis González Martínez, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, quien cita entre otros cambios "cualitativos" importantes el avance en las técnicas microquirúgicas, el tratamiento de lesiones tumorales en áreas elocuentes –de especial significado funcional, como serían las regiones motoras o del lenguaje– y la incorporación (más reciente) a todos los hospitales públicos de los sistemas de neuronavegación, un GPS que nos permite localizar la lesión para que nuestra precisión a la hora de operar sea exacta. "Esto ha sido revolucionario para minimizar el trauma y abordar lesiones que hace tiempo podían ser difíciles de tratar", subraya este especialista, que da varios ejemplos. Uno sería la navegación en columna vertebral, que reduce el riesgo de una mala colocación de tornillos, intervención que antes podía complicarse con una lesión radicular o medular. "Con estos procedimientos, ese riesgo se minimiza hasta llegar a desaparecer", puntualiza. Además, la monitorización de hoy en día permite a los neurocirujanos localizar lesiones en áreas funcionales e intervenir al paciente despierto. Hoy se hacen craneotomías en pacientes despiertos, y al paciente se le habla, se le pregunta y es capaz de responder o no en función de donde estemos haciendo el estímulo", detalla en alusión a un logro que era "impensable" que se pudiera hacer. 

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María Jesús Chopo: "Hoy se trata de forma global a la persona, y no solo su enfermedad"
María Jesús Chopo, junto al escáner de Urgencias del Servet. Los avances tecnológicos han sido "claves" en la atención al ictus en Aragón, permitiendo acortar estancias y facilitar la recuperación del enfermo.
María Jesús Chopo, junto al escáner de Urgencias del Servet. Los avances tecnológicos han sido "claves" en la atención al ictus en Aragón, permitiendo acortar estancias y facilitar la recuperación del enfermo.
Toni Galán

Para María Jesús Chopo, supervisora de Enfermería de la planta de Neurología, la creación de la Unidad de Ictus del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, en el año 2007, ha sido uno de los mayores "logros" que ha vivido en beneficio del paciente la Sanidad aragonesa en los últimos 15 años. "La Unidad de Ictus marcó un antes y un después en la atención a los pacientes afectados por patología neurológica: se han actualizado tratamientos, se ha puesto en marcha un plan en el que estamos incluidos todos los profesionales que formamos parte del proceso, desde que se inician los primeros síntomas hasta que el paciente es dado de alta, y eso ha supuesto una mejora en la asistencia y la calidad de vidad de estas personas", destaca esta enfermera, que apunta un dato relevante, la "disminución en un 40% de la mortalidad" por esta patología y la reducción del número de complicaciones que a día de hoy conlleva. Otro cambio "importante", a juicio de esta enfermera, ha sido la integración de otros profesionales –geriatras, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales– como miembros de los distintos equipos multidisciplinares que hoy dan una respuesta "global" a las necesidades del paciente. "Ya no no se contempla solo al enfermo que ingresa como alguien que está sufriendo un problema de salud en ese momento, sino que se valora a la persona de manera integral, en un contexto que incluye ese aspecto social. La mayoría de los enfermos son personas que antes o después deben volver a su entorno, que es donde mejor están, y eso a veces se dejaba un poquito de lado", confiesa Chopo, quien matiza que aunque se ha avanzado en esta línea, todavía queda "mucho recorrido" por hacer en un área, la de los cuidados, en la que los medios son "limitados", y a los profesionales les gustaría poder hacer más. 

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Pilar Aznar: "Es primordial aumentar los recursos humanos y la financiación"
Pilar Aznar, directora de Atención Primaria del Sector II en Zaragoza, en el Centro de Salud Univérsitas.
Pilar Aznar, directora de Atención Primaria del Sector II en Zaragoza, en el Centro de Salud Univérsitas.
Francisco Jiménez

Con el nuevo modelo de Atención Primaria en ciernes, la doctora Pilar Aznar Tejero, directora de Atención Primaria del Sector II en Zaragoza, el más grande de Aragón, hace balance de los cambios más importantes que ha vivido esta especialidad, en la que lleva trabajando desde 1996, cuando obtuvo su plaza en el centro de salud Univérsitas. "Afortunadamente, y a pesar de esta pandemia que ha dejado al descubierto algunas peculiaridades del sistema, estamos decididos a mejorar", resume esta médica, al hablar de dos grandes cambios que han marcado la evolución de la Medicina de Familia en los últimos 15 años. Por un lado, destaca la incorporación de diferentes diferentes profesionales –matronas, fisioterapeutas, trabajadores sociales...– que se han ido sumando progresivamente a los centros de salud como equipos de apoyo. "Con ellos, la capacidad de actuación de la Primaria ha ido evolucionando, y a día de hoy somos un montón de profesionales yendo todos a una, y eso es lo que hace que funcionemos", afirma. El otro gran "pilar" en el que se apoya la transformación de la Primaria es la telemedicina, que permite "agilizar procesos", como sería obtener el diagnóstico de un melanoma en solo tres días. "Evidentemente no todo se puede hacer con una llamada, pero para cosas burocráticas rentabiliza mucho el tiempo, y no hay que tenerle miedo. No vamos a dejar de ver pacientes, ni nunca lo hemos hecho", dice en relación a los momentos más duros de la pandemia. 

De esta "ambiciosa" reforma en la que se haya inmerso el sistema, Aznar espera que sirva para seguir dando "pasitos" tanto en materia de prevención y diagnóstico, con la extensión de dermatoscopios y ecógrafos a 70 centros de salud más en dos años, como para mejorar la calidad asistencial, siendo "más resolutivos". Para ello, uno de los objetivos "primordiales" es "aumentar los recursos humanos y la financiación", paliando así la falta de profesionales que ha evidenciado la covid. 

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40 años de autonomía

De la inauguración de la Casa Grande al actual Miguel Servet.
De la inauguración de la Casa Grande al actual Miguel Servet.
Archivo Heraldo

En la primera imagen, el Hospital Miguel Servet de Zaragoza –entonces llamado Residencia Sanitaria José Antonio y popularmente Casa Grande– en la década de los 50, cuando se construyó este centro de referencia en Aragón. En la segunda fotografía, uno de los primeros equipos de radiodiagnóstico que hubo en Zaragoza, en los años 70-80, en el Hospital MAZ. Muestra la evolución que han tenido estos aparatos, incorporados desde hace años a la red hospitalaria.

En la segunda fotografía, uno de los primeros equipos de radiodiagnóstico que hubo en Zaragoza, en los años 70-80, en el Hospital MAZ.
Uno de los primeros equipos de radiodiagnóstico que hubo en Zaragoza, en los años 70-80, en el Hospital MAZ.
Archivo HERALDO
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