Unos 500 vehículos protestan en Alcañiz por la subida del precio del gasóleo
En la marcha de este viernes participaron 300 tractores y 200 camiones y furgonetas.
"La que hemos liado". Fue la frase que más sonó este viernes por las emisoras de los más de 550 vehículos que recorrieron las calles de Alcañiz para denunciar el disparado precio de los carburantes. Alrededor de 350 tractores y 200 furgonetas y camiones, según datos de la Guardia Civil de Teruel, secundaron la marcha lenta convocada por la Asociación en Defensa de los Agricultores y Ganaderos por el trazado urbano del circuito Guadalope.
La protesta "superó todas las expectativas" de siete amigos del sector agrario que hace tan solo unos días, hartos de "que no se les escuche" pese a las tractoradas de las últimas semanas, crearon la asociación sin vinculación a ninguna organización agraria ni formación política. "Ni un descuento de 20 céntimos por litro de carburante ni subvenciones, lo que queremos es vivir de nuestro trabajo", defendió su presidente, Aurelio Badal.
El aumento del precio del combustible ha sido "la gota que ha colmado la paciencia" de los agricultores, que llevan desde antes de la pandemia "soportando los bajos precios de los productos en origen". "Vale más quedarse en casa: no ganas, pero tampoco pierdes", protestaron.
La convocatoria de la marcha circuló por los grupos de whatsapp de agricultores, y hasta Alcañiz llegaron vecinos de todas las comarcas del Bajo Aragón Histórico y otros rincones de Teruel. También acudieron desde las provincias de Zaragoza y Castellón. Se esperaban en torno a 400 vehículos, y participaron unos 150 más. El punto de encuentro fue el polígono Las Horcas, desde donde partieron los primeros tractores de la concentración pasadas las 11.00. Dos horas después, entraron a la capital bajoaragonesa los últimos vehículos.
La hilera de tractores, furgonetas y camiones, con pancartas que mostraban mensajes como ‘Nuestro problema es vuestro problema’ o ‘Si el campo para, la ciudad no come’, se extendió a largo de seis kilómetros. El estruendo de las bocinas no dejó indiferente a ningún vecino. Desde el comienzo de la avenida Aragón y hasta la rotonda de la Policía Local en la avenida Galán Bergua, cientos de personas se agolparon en las aceras para inmortalizar aquella inusual escena con sus teléfonos móviles.
