guerra ucrania 

Desde Ucrania a La Almunia, con trabajo y colegio en una semana: "Fuimos a la policía y nos trataron muy bien"

Una ucraniana que trajo a su hijo de 12 años esta semana a La Almunia de Doña Godina agradece las facilidades que ha encontrado para recibir los documentos de residencia.

Sofía Melnyk y su hijo de 12 años acaban de llegar a La Almunia
Sofía Melnyk y su hijo de 12 años acaban de llegar a La Almunia
Heraldo

Sofía Melnyk, una ucraniana de 34 años que residía en Leopolis, ciudad próxima a la frontera con Polonia, decidió huir a España esta semana porque vivieron un bombardeo próximo de las tropas rusas que provocó numerosos heridos tras haber pasado muchos días bajando al trastero para refugiarse. Cuando había trascurrido un mes y una semana de la guerra de la invasión de Rusia sobre Ucrania, Sofía decidió llevarse a su hijo Maksym, de 12 años, hasta La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) para volver a ver a su madre Mariya, que lleva viviendo en La Almunia desde 2001.

En pleno siglo XXI no podíamos creer que llegaba una guerra a Ucrania”, lamenta Sofía Melnyk, una ucraniana que ha pasado media vida con su madre en Aragón, donde había trabajado en la fruta o en el hotel El Patio, y ahora ha tenido que huir de su tierra con su hijo para refugiarse en España. “Al principio de la guerra hubo filas de 40 kilómetros de personas que se escapaban por Polonia. Nosotros sufríamos tres o cuatro avisos de ataques y teníamos que bajar al refugio”, relata.

Consiguió subirse en una furgoneta con su hijo y otros ucranianos como algún hombre de más de 60 años que les acompañaban (el gobierno de Ucrania ha militarizado a los hombres de 18 a 60 por la guerra) y llegaron el pasado martes a La Almunia de Doña Godina, de donde ella se había marchado en el verano de 2020 porque los efectos de la pandemia le impedían trabajar.

Sofía había aprendido bien la conexión entre España y Ucrania porque cuando tenía 19 años hizo sola este trayecto tras dejar a su madre en Aragón. Está divorciada y su expareja se tiene que quedar en su país como todos los hombres mayores de 18 y menores de 60.

Los documentos oficiales llegan enseguida

En la misma semana de su huida, Sofia está muy satisfecha porque ha recibido ya documentos oficiales del Gobierno de España para facilitar la legalidad de su estancia, su hijo puede entrar en el colegio el próximo lunes, el mismo día que ella empezará a trabajar en la empresa de fruta Horchat, donde acompañará a su madre que está empleada allí tras haber pasado por distintos trabajos.

Una amiga aragonesa de la familia, Teresa Corro, le acompañó en la gestión de los documentos y acabaron saliendo emocionadas por la rapidez y facilidades que recibieron en el edificio de Extranjería de la Policía Nacional de Zaragoza.

Fuimos a la Policía para que nos dieran los papeles de protección temporal y nos trataron muy bien. Se lo agradecimos”, relata la ucraniana desde La Almunia de Doña Godina. “Ahora nos han mandando documentos para que mi hijo Maksym pueda ir al colegio Cabañas desde el próximo lunes. Yo empezaré ese mismo día a trabajar en la misma empresa de fruta de mi madre”, enumera.

El joven ucraniano Maksym, de 12 años, empezará el próximo lunes en el colegio de La Almunia de Doña Godina.
El joven ucraniano Maksym, de 12 años, empezará el próximo lunes en el colegio de La Almunia de Doña Godina.
Heraldo

Su hijo de 12 años no sabe español y Sofía tendrá que ayudarle porque a ella el uso de los idiomas le ha servido para superar muchos problemas y conseguir trabajos. En Ucrania le venía bien saber español porque trabajaba en el mercado financiero y había personas que necesitaba su traducción. Recuerda sus tiempos cuando estaba de empleada en el hotel El Patio o cuando ha ido a coger cerezas. Por eso el camino laboral lo tiene más expedito para tener un hueco en Horchat.

Cuando habla de la guerra, Sofía reconoce que los ucranianos no creen nunca lo que dice Putin a pesar de que se han sentado varias veces los gobiernos de Rusia y Ucrania para negociar el final del conflicto. Y enumera que han muerto 210 niños en los bombardeos de Mariupol. Calcula que el final podría llegar el próximo verano, entre julio y agosto, y aplaude la respuesta del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, al que conoce desde cuando era cómico. “Lo voté en las elecciones cuando yo tenía 31 años. Era el primer presidente de verdad”, reconoce tras criticar a algunos de sus antecesores que había colocado el Gobierno de Rusia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión